Un fallo de mantenimiento del turbogrupo incendiado, probable causa del accidente de Vandell¨°s 1

Un fallo de mantenimiento del turbogrupo principal n¨²mero 2 pudo estar en el origen del accidente sufrido el pasado 19 de octubre por la central nuclear Vandell¨°s 1, en el que un incendio afect¨® gravemente a los sistemas de seguridad, seg¨²n afirma Antoni Seny¨¨, profesor de la universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a (UPC) y reconocido especialista en materia de seguridad nuclear. Fuentes del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) consultadas por este diario no quisieron pronunciarse sobre este extremo a la espera del informe definitivo, pero no lo descartaron.

El aparatoso incendio registrado la noche del d¨ªa 19 en el mencionado turbogrupo provoc¨® la inundaci¨®n de los s¨®tanos de la central (conocidos en el argot nuclear como "la cava"), afectando a gran parte de la instalaci¨®n el¨¦ctrica e inutilizando importantes sistemas de seguridad. El CSN calific¨® el accidente como "el m¨¢s grave" registrado en una central espa?ola, pese a que no lleg¨® a afectar a la zona nuclear.La versi¨®n dada por los t¨¦cnicos de Vandell¨°s 1 tras el accidente afirma que se detect¨® una fuerte vibraci¨®n en la turbina, seguida segundos despu¨¦s por una explosi¨®n que deriv¨® en incendio. En este supuesto, la vibraci¨®n habr¨ªa producido la rotura de un cojinete y el escape del hidr¨®geno que refrigera el alternador, dando lugar a la explosi¨®n.

Dos hip¨®tesis

Seg¨²n Antoni Seny¨¨, los sistemas de control de la central registraron, efectivamente, una vibraci¨®n en la turbina de 180 mieras, cuando el l¨ªmite m¨¢ximo aceptado es de 120 micras. Ello provoc¨® autom¨¢ticamente el disparo o parada del turbogrupo. Sin embargo, y en opini¨®n del profesor, una desviaci¨®n de estas dimensiones "no se produce de golpe, a no ser que intervengan factores externos". Seg¨²n esta hip¨®tesis, la vibraci¨®n deber¨ªa haber sido detectada por los responsables de mantenimiento con anterioridad al accidente.Cabe adem¨¢s una segunda hip¨®tesis. Esto es, que la vibraci¨®n registrada hubiera sido provocada directamente por la explosi¨®n. Ello supondr¨ªa la existencia previa de una fuga de hidr¨®geno incontrolada, lo que comprometer¨ªa de nuevo a los responsables de la central. Seg¨²n Seny¨¨, "el CSN deber¨ªa investigar el consumo de hidr¨®geno reciente del alternador accidentado [siempre se producen peque?as p¨¦rdidas] para comprobar si sufri¨® alteraciones significativas en los d¨ªas anteriores al accidente".

En la extinci¨®n del incendio tampoco se actu¨®, seg¨²n Seny¨¨, todo lo correctamente que se deb¨ªa. Por una parte, no se par¨® -por lo menos al principio- la bomba que suministra aceite a la turbina (hay un dep¨®sito de entre 20 y 23 toneladas de aceite), "por lo que se sigui¨® alimentando el incendio". Por otra parte, tampoco se par¨® la bomba que toma agua del mar y la lleva al circuito de condensaci¨®n de vapor, cuyas conducciones hab¨ªan resultado afectadas por la explosi¨®n.

Esta circunstancia -confirmada por el propio CSN- agrav¨® la inundaci¨®n de la parte baja de la central, donde llegaron a entrar 4.000 metros c¨²bicos de agua, alcanzando un metro de altura. El 60% de ese agua proced¨ªa del mar, seg¨²n demuestran los an¨¢lisis de salinidad efectuados, y el resto, del circuito primario y otros sistemas auxiliares. El agua lanzada por los bomberos durante la extinci¨®n del incendio f¨²e cuantitativamente despreciable, pese a lo afirmado en los primeros momentos.