El inventor de los prism¨¢ticos ultras¨®nicos, considerado culpable de tr¨¢fico de drogas
James Laming, de 49 a?os de edad, el inventor de los prism¨¢ticos emisores de ultrasonidos insoportables para los caballos, no ha conseguido esconder tras ¨¦l su complicidad en un plan para introducir coca¨ªna en el Reino Unido por valor de 15 millones de libras esterlinas (algo menos de 3.000 millones de pesetas). Un jurado le consider¨® culpable de tr¨¢fico de drogas. La condena se conocer¨¢ dentro de unos d¨ªas.
La defensa de Laming, un vendedor de coches con inter¨¦s en la electr¨®nica, insisti¨® durante la vista en que su cliente entr¨® en contacto casual con el peruano Ren¨¦ Black por el inter¨¦s de ambos en los caballos y no por las actividaes comerciales de Black, quien ya se declar¨® culpable de pretender introducir la coca¨ªna en el pa¨ªs.La estratagia del abogado defensor, Jonathan Goldberg, pasaba por desviar la atenci¨®n del jurado hacia el invento de Laming y hacerle olvidar la principal acusaci¨®n contra el mec¨¢nico y el hecho de que se le aprehendiera con m¨¢s de medio kilo de coca¨ªna. Pero no tuvo ¨¦xito. Los ocho hombres y las cuatro mujeres que lo compon¨ªan encontraron a Laming culpable y ahora ser¨¢ el juez quien deber¨¢ dictar la pena.
Laming teme la condena y, amigo de las apuestas, lleg¨® a proponer al jurado que le declarara culpable si su invento no funcionaba. Una prueba realizada hace diez d¨ªas demostr¨® que los prism¨¢ticos emisores de ultrasonidos eran efectivos hasta el extremo de que Greville Starkey, el jinete que fue descabalgado hace dos a?os en Ascot cuando estaba a punto de ganar con Ile de Chypre el h¨¢ndicap King George V, los calific¨® de letales.
El inventor y Black intentaban usar los prism¨¢ticos para alterar los resultados de las carreras y, mediante los pron¨®sticos, lavar el dinero negro ganado con el tr¨¢fico de drogas. Entre las casas de apuestas, la intentona de Laming -quien, en un momento del juicio, lleg¨® a decir: "No soy un genio, pero a veces tengo ideas geniales"- ha causado preocupaci¨®n. "Las implicaciones son aterradoras", dice el portavoz de una de ellas.
Una novela de intriga
La entonces inexplicable reacci¨®n del Ile de Chypre y el desarrollo de la vista han servido para recordar el caso del y¨®quei Dick Francis, hoy escritor de novelas de acci¨®n retirado en Florida (Estados Unidos). En el Grand National de 1956, Francis montaba a Devon Loch, un caballo con los colores de la Reina madre que parec¨ªa indiscutible: ganador hasta que, inesperadamente, pareci¨® saltar una valla, fantasmag¨¦rica. El asunto sigue siendo un misterio. El ex jinete afirma que le habr¨ªa gustado haber tenido la idea de Laming y escrito un libro en torno a ella.En ese supuesto, quiz¨¢ habr¨ªa tenido que hacer frente a acusaciones de plagio porque Anthony Smith escribi¨® en el pasado decenio Jericho Gun con ese argumento. Smith abord¨® la idea depu¨¦s de tener noticias de la realizaci¨®n de experimentos con sonidos en la lucha antidisturbios y se llev¨® la sorpresa de su vida cuando comprob¨® por la radio c¨®mo la vida imita al arte. Laming aduce no haber o¨ªdo hablar nunca de esta obra, hoy agotada y s¨®lo encontrable en bibliotecas, pero cuya editorial, a la vista de lo sucedido, est¨¢ pensando en sacarla en una edici¨®n de bolsillo. Laming tendr¨ªa tiempo de sobra en la c¨¢rcel para leerla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.