Fern¨¢ndez Ord¨®?ez: "La reunificaci¨®n de Alemania no est¨¢ en el orden del d¨ªa"

"La reunificaci¨®n de Alemania no est¨¢, por ahora, en el orden del d¨ªa, pero si a medio plazo los alemanes la desean, no podremos imped¨ªrsela", afirma el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, 48 horas antes de la cumbre extraordinana que reunir¨¢ el s¨¢bado en Par¨ªs a los jefes de Estado y de Gobierno de los doce para analizar la vertiginosa evoluci¨®n de la situaci¨®n en la Europa del Este. El primero en sugerir la celebraci¨®n de una reuni¨®n fue el jefe del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez.Pregunta. ?Para qu¨¦ servir¨¢ la cumbre?

Respuesta. Las tres horas largas de cena de pasado ma?ana en el El¨ªseo responden a un triple objetivo. Se trata, primero, de iniciar una reflexi¨®n sobre el respaldo que podemos brindar al vertiginoso proceso de democratizaci¨®n del Este que se desarrollar¨¢ en la cumbre europea de diciembre en Estrasburgo. Se pretende, adem¨¢s, evitar que en el Consejo Europeo del mes pr¨®ximo el debate se centre en la situaci¨®n en Europa oriental, relegando a un segundo plano la uni¨®n monetaria. Hay, por ¨²ltimo, que demostrar en v¨ªsperas del encuentro entre George Bush y Mijail Gorbachov en el Mediterr¨¢neo que los doce tienen mucho que decir sobre lo que sucede.

P. ?C¨®mo se gest¨® la cena?

R. El s¨¢bado pasado me llam¨® al aeropuerto de Barajas el presidente Gonz¨¢lez a las ocho de la ma?ana. Estaba a punto de volar a T¨²nez para integrar la troika que formamos ahora con mi hom¨®logo franc¨¦s, Roland Dumas, y con el irland¨¦s Gerard Collins. El presidente me pidi¨® que transmitiese a Dumas su deseo de que los doce se re¨²nan al m¨¢ximo nivel, lo que hice en el trayecto entre T¨²nez y El Cairo. Dumas y Collins se mostraron receptivos. El lunes Fran?ois Mitterrand curs¨® las invitaciones llamando, por ejemplo, al presidente Gonz¨¢lez, y esa tarde se hizo p¨²blica la cena del El¨ªseo.

Centro de gravitaci¨®n

P. Los acontecimientos del Este le provocan, seg¨²n dice, una gran alegr¨ªa. Pero ?no se va a situar ahora el centro de gravitaci¨®n de Europa m¨¢s al norte en detrimento del Mediterr¨¢neo del que forma parte Espa?a?

R. Los sucesos del Este no son, medidos en tiempo de historia, m¨¢s que cinco minutos. La transformaci¨®n del bloque socialista no va a ocupar permanente y exclusivamente la atenci¨®n de la Comunidad, que, despu¨¦s de una etapa, se dedicar¨¢ de nuevo con el mismo inter¨¦s al Mediterr¨¢neo y a Am¨¦rica Latina. El acercamiento entre la RFA y la RDA no puede perjudicar a una Espa?a que es, tradicionalmente, un pa¨ªs amigo de Alemania. Es probable que algunos flujos de inversi¨®n alemana tomen ahora otro rumbo, pero tambi¨¦n para nosotros se abre un gran mercado que nos estaba casi cerrado.

P. ?Tienen los socios europeos de la RFA algo que decir en relaci¨®n a su reunificaci¨®n con la otra Alemania?

R. La reunificaci¨®n no est¨¢ en el orden del d¨ªa, y esto no lo digo solo yo, sino uno de los principales interesados, mi colega alem¨¢n, Hans Dietrich Genscher, que se expres¨® en estos t¨¦rminos el lunes ante el Consejo de ministros de la Uni¨®n Europea Occidental. Si a largo plazo los pueblos de ambos Estados muestran su voluntad de unirse ser¨¢ harto dif¨ªcil impedirlo. El proceso podr¨¢ llevarse a cabo pero de forma razonable, es decir, con garant¨ªas para el conjunto de Europa y la URSS. Mientras tanto, las alianzas, la OTAN y el Pacto de Varsovia, son un factor de estabilidad en Europa y Bonn tambi¨¦n lo cree as¨ª.

P. Usted ha insistido en que para hacer frente al reto de la revoluci¨®n tranquila del Este, hab¨ªa que acelerar la construcci¨®n europea. ?Cree que Londres empezar¨¢ a compartir esa opini¨®n?

R. Esperemos que Margaret Thatcher reflexione y tenga en Estrasburgo una actitud m¨¢s positiva con vistas a la integraci¨®n europea. La alternativa al fortalecimiento de la Comunidad es el resurgimiento de la Europa del siglo XIX, que fue inestable y gener¨® numerosos conflictos.

P. ?Va a abarcar la perestroika a los pa¨ªses recalcitrantes dentro y fuera de Europa? ?Es ya irreversible la democratizaci¨®n?

R. Es un proceso global en Europa que se propagar¨¢ tambi¨¦n a Checoslovaquia e incluso Ruman¨ªa. No me atrevo a vaticinar lo que suceder¨¢ con otros pa¨ªses fuera de esta ¨¢rea geogr¨¢fica, como Cuba. Cuando lo inici¨® Gorbachov no sospechaba que las cosas ir¨ªan tan lejos. Es lo que yo llamo la democracia por desbordamiento. ?Qui¨¦n pod¨ªa pensar hace un mes que en la cena de homenaje que me han dado los embajadores de la EFTA en Madrid les pondr¨ªa sobre la mesa un pedazo del muro de Berl¨ªn que me han regalado? Toda ¨¦poca de transici¨®n conlleva riesgos y esperanzas. El riesgo est¨¢ m¨¢s bien en la URSS, un gigante en aprietos a causa de la mala racha econ¨®mica que atraviesa y de la impaciencia de algunas de sus minor¨ªas nacionales.