La disculpa que no llega

"Polonia y Hungr¨ªa ya se disculparon por la represi¨®n de la primavera de Praga. Quedan Alemania Oriental, Bulgaria y el actor principal, la Uni¨®n Sovi¨¦tica", declar¨® Dubcek durante su intervenci¨®n de ayer en la plaza de Letna ante centenares de miles de manifestantes.La brutal represi¨®n de aquel movimiento aperturista permanece tan vivo en el pueblo checoslovaco que todos los opositores condicionan su relaci¨®n con la URSS de hoy con la revisi¨®n que el Gobierno de Gorbachov haga de la invasi¨®n de los tanques.

El principal grupo de oposici¨®n, el Foro C¨ªvico, tambi¨¦n se mostr¨® totalmente distanciado de Mosc¨², a pesar de la tendencia reformista del l¨ªder sovi¨¦tico, Gorbachov.

"No nos interesa nada", declar¨® ayer el portavoz de este grupo opositor. "Todo lo que queremos es que Mosc¨² reconozca ahora su responsabilidad en los acontecimientos de 1968 y, por supuesto, no vamos a pedirles ayuda en esta ocasi¨®n", declar¨® el portavoz.

"Quiero informar a todos", a?adi¨® Dubcek, sin ocultar su contento, "que hoy Gorbachov dijo en Mosc¨² que la perestroika sovi¨¦tica es la b¨²squeda de un socialismo de rostro humano". Con estas palabras se defin¨ªa precisamente la consigna del movimiento impulsor de la primavera de Praga.

El Gobierno sovi¨¦tico ha jugado un papel clave en Checoslovaquia en los d¨ªas de confusi¨®n en que todo era posible.

Cuando Jakes y sus aliados estaban dispuestos a continuar la violenta represi¨®n de las manifestaciones, el embajador sovi¨¦tico en Praga, Viktor Lomakin, se reuni¨® con el ministro de Exteriores, Jaromir Johanes, para lanzarle una en¨¦rgica advertencia contra nuevas intervenciones violentas contra los manifestantes.

Seg¨²n los observadores, Mosc¨² no puede permitirse en estos momentos, dado el proceso de cambios en todo el Este y la pr¨®xima cumbre entre los presidentes de la URSS y de EE UU, Mijail Gorbachov y George Bush, respectivamente, ponerse en el punto de mira internacional por el continuismo violento en el poder de uno de sus aliados en el Pacto de Varsovia.