Vida de una pareja actores mediocres
No s¨¦ si esta carta llegar¨¢ a ser publicada alg¨²n d¨ªa, pero de todos modos sent¨ªa una irresistible necesidad de escribirle para dar a conocer la inmensa alegr¨ªa que he sentido al saber que la insigne e ilustrada Nancy Reagan va a enriquecer las p¨¢ginas de su peri¨®dico con su notable biograflia.Realmente, la elecci¨®n no me ha sorprendido, dado el relieve hist¨®rico de esta dama: jam¨¢s en la historia de Estados Unidos se hab¨ªa conocido una primera dama tan inculta, absurda y rid¨ªcula como la inefable Nancy. Claro que si comparamos a ¨¦sta con su querid¨ªsimo marido no resulta tan tonta. Por ello propongo al director de este peri¨®dico que tras la publicaci¨®n de las memorias de Nancy se decida a hacer lo mismo con las de su marido.
As¨ª, como si de Falcon Crest se tratara, tendremos la oportunidad de conocer la vida de esta siniestra pareja de actores mediocres, que han asombrado al mundo por sus payasadas p¨²blicas y sus hip¨®critas lecciones de libertad y democracia.-
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