"Los escritores checos defienden sus derechos
La nueva novela de Milan Kundera, 'Inmortalidad', aparecer¨¢ pr¨®ximamente en Francia y Espa?a
Milan Kundera, el escritor checoslovaco exiliado en Par¨ªs tras la represi¨®n de la primavera de Praga, podr¨¢ ser publicado a partir de ahora en las editoras oficiales de este pa¨ªs. Kundera, que ha obtenido un ¨¦xito mundial con La insoportable levedad del ser, ver¨¢ aparecer en los pr¨®ximos d¨ªas la edici¨®n francesa de una nueva novela, Inmortalidad, que en la primera quincena de enero estar¨¢ publicada en espa?ol. Los escritores checos ya han pasado a la ofensiva: ayer, unos 300 se reunieron en Praga para organizar su agrupaci¨®n en defensa de sus derechos.
BERNA G. HARBOUR, ENVIADA ESPECIAL
El Gobierno, zarandeado por la revuelta que ha tumbado a la c¨²pula comunista, ha puesto fin al veto que Milan Kundera, Vaclav Havel y otros autores han sufrido durante 21 a?os. Los escritores checos celebraron ayer una primera reuni¨®n para tratar de su problemas y organizar la defensa de sus derechos, reuni¨®n que ser¨¢ continuada la pr¨®xima semana.Kundera ver¨¢ aparecer en los pr¨®ximos d¨ªas la edici¨®n francesa de una nueva novela, Inmortalidad, que en la primera quincena de enero estar¨¢ en las librerias espa?olas. El secreto m¨¢s absoluto ha rodeado hasta ahora el posible contenido de Inmortalidad, haciendo honor a la costumbre de Milan Kundera, quien nunca ha dado excesivas explicaciones sobre su trabajo. Aunque en estos momentos su figura puede ser vista como un cierto s¨ªmbolo pol¨ªtico, no se puede olvidar su opini¨®n sobre estas cuestiones. "Lo que en mis novelas puede leerse sobre la situaci¨®n sociopol¨ªtica no tiene nada de novedoso. Y nunca es lo principal de la novela. Lo principal es el an¨¢lisis de la. existencia humana, de sus forma y posibilidades"; declaraba el escritor a este peri¨®dico con motivo de la aparici¨®n en Espa?a de La insoportable levedad del ser.
Todos han devorado ya en Checoslovaquia los libros de Milan Kundera, el hombre que tan angustiosamente bien describi¨® la represi¨®n de la. corta primavera de Praga. A pesar de la prohibici¨®n oficial, durante todos estos a?os surgieron c¨ªrculos de difusi¨®n de las obras prohibidas, gente que aporreaba su m¨¢quina de escribir para sacar una y otra copia y d¨¢rsela a los amigos, para llevarla a provincias. O fotocopias. Ninguna ley, nada pudo contener la difusi¨®n de un escritor s¨ªmbolo de lo que aqu¨ª es la intelectualidad. reprimida.
Ni de Kafka. Porque el r¨¦gimen comunista ha aplicado una censura tan feroz a los artistas estos a?os que el propio Kafka ha estado prohibido. Aquel jud¨ªo praguense empleado en seguros que ocupaba sus ratos libres en describir a la "burgues¨ªa decadente", como lo defini¨® siempre el r¨¦gimen de Milos Jakes, fue permitido hace s¨®lo un a?o. Obras suyas como El castillo o El proceso describ¨ªan tan bien y tan de antemano la burocracia hasta el absurdo del r¨¦gimen que fueron tambi¨¦n vetadas.
Lo gracioso es que hoy su casa se ha convertido en una atracci¨®n tur¨ªstica en la parte vieja de Praga, y que un manual de cocina pr¨¢ctica reposa en la vitrina a la calle, como si una mano inculta hubiera cogido al vuelo varios libros, en un intento de decorar de intelecto el lugar.
Y as¨ª pasaron 20 a?os en Checoslovaquia. La oficialidad parec¨ªa no enterarse de qui¨¦nes eran los genios. Las librer¨ªas est¨¢n a¨²n llenas de libros como Checoslovaquia en cifras, tratados de marxismo, leninismo, y, con algo m¨¢s de suerte, de fatales traducciones de Dostoievski. Y mientras, Kundera vol¨® a Par¨ªs.
Otros, como Vaclav Havel, hoy convertido en el s¨ªmbolo de la oposici¨®n pol¨ªtica, tuvieron que escribir entre la calle y la c¨¢rcel sus ensayos pol¨ªticos o parte de sus piezas teatrales, como Largo de solato. Hoy Havel es, adem¨¢s de un pol¨ªtico que intenta regresar al teatro, un hombre enfermo de 53 a?os. "S¨®lo pido salud para poder llegar a ver el final feliz de todo esto", declaraba hace pocos d¨ªas a varios periodistas, consumido como est¨¢ por tantos a?os de disidencia ingrata.
Independientes
Hace pocos d¨ªas, dentro de esta fiebre de cambio que despierta en Checoslovaquia, el Gobierno anunci¨® la liberaci¨®n de los escritores checos y eslovacos prohibidos. Las 40.000 bibliotecas de este pa¨ªs ofrecer¨¢n ahora a Kundera, a Pavel Kohout, a Jiri Hejda, a Ivan Klima, a VIadimir Skutina. Los peri¨®dicos y revistas del 68, secuestradas por la propia autoridad, volver¨¢n a difundirse -en la medida en que su estado lo permita, que dec¨ªa el portavoz- Hasta las obras cient¨ªficas y ensayos como los de VIadimir Slapeta, arquitecto publicado en Reino Unido y Espa?a, ver¨¢n levantado su veto.
Pero los artistas no perdonan. Y los escritores prohibidos han hecho ya p¨²blica su cr¨ªtica a la actual actitud oficial, y organizan su club independiente para defenderse.
Los autores, por boca del portavoz Iv¨¢n Klima, han mostrado su negativa a ser rehabilitados en el club de autores oficiales. "Somos independientes, y nuestra tarea es ahora crear una asociaci¨®n puramente profesional para defender los intereses de todos, y principalmente el derecho a la libertad de palabra". Ayer, unos 300 autores se reunieron en el teatro Realista de Praga para tratar sus objetivos: lograr publicar, defender su derecho a escribir. Lo triste es ver que todos est¨¢n calvos y cansados, algunos ya jubilados. Se dejaron la piel por el camino cuando rechazaron militar en el partido o escribir los guiones oficiales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.