Dos a?os para intentar el 'cambio'

El socialista Fernando Gonz¨¢lez Laxe prometi¨® en su discurso de investidura como presidente de la Xunta que dar¨ªa "un giro copernicano" al Gobierno gallego. Tan ambicioso objetivo necesitar¨ªa m¨¢s tiempo que dos a?os, transcurridos desde que una coalici¨®n entre el PSOE y el centro nacionalista arrebatase la Xunta a los conservadores. Gonz¨¢lez Laxe ha intentado durante su mandato forzar la maquinaria administrativa, aunque ¨¦sta chirriase a menudo.

Los cuatro a?os de la legislatura reci¨¦n agotada parecen en Galicia una eternidad. Los acontecimientos m¨¢s imprevistos se han sucedido a tal velocidad que la comunidad ha vivido un permanente sobresalto pol¨ªtico.La extinta Coalici¨®n Popular qued¨® herida de muerte al no obtener la mayor¨ªa absoluta en las elecciones de noviembre de 1985. El presidente Fern¨¢ndez Albor necesit¨® someterse cuatro veces a la votaci¨®n de investidura antes de ser reelegido en su cargo. En los meses siguientes la falta de iniciativa pol¨ªtica del presidente y los conflictos internos de su partido acabaron con el Gobierno conservador, que en septiembre de 1987 ca¨ªa derrotado por _una moci¨®n de censura socialista apoyada por cinco diputados elegidos en las listas de Coalici¨®n Popular.

El caos administrativo que vivi¨® la Xunta durante aquella ¨¦poca qued¨® patente el pasado mes de septiembre en la vista oral del juicio contra Xos¨¦ Luis Barreiro, el ex aliancista denunciado por sus antiguos compa?eros cuando volvi¨® a la vicepresidencia con Gonz¨¢lez Laxe. El propio presidente del tribunal que enjuici¨® el sumario del juego se mostr¨® estupefacto ante el grado de descoordinaci¨®n administrativa que la vista puso de relieve. La declaraci¨®n como testigos de ex altos cargos de la Xunta permiti¨® descubrir que el presidente desconoc¨ªa muchas de las actuaciones de sus conselleiros y ¨¦stos a su vez se mostraban incapaces de controlar la actividad de los directores generales.

Gonz¨¢lez Laxe y sus colaboradores fueron conscientes nada m¨¢s asumir el poder de que dispon¨ªan tan s¨®lo de dos a?os para mejorar la gesti¨®n de sus antecesores y hacer frente con m¨ªnimas garant¨ªas a un nuevo rival, Manuel Fraga. Para ello incrementaron espectacularmente las inversiones (los presupuestos crecieron casi un 40%), sobre todo en obras p¨²blicas, un departamento que ha acaparado la d¨¦cima parte del gasto de la Xunta. Adem¨¢s las iniciativas legislativas del Gobierno durante el bienio de Gonz¨¢lez Laxe han triplicado las de Albor, lo que ha per mitido abordar algunas reformas como la creaci¨®n de dos nuevas universidades, la regulaci¨®n del comercio y normas sobre los montes vecinales. Aunque la alianza entre el PSOE, Coalici¨®n Galega (CG) yPartido Nacionalista Galego (PNG) tampoco se ha librado de convulsiones pol¨ªticas internas, especialmente tras el procesamiento y posterior dimisi¨®n de Barreiro, las divergencias lograron superarse con el objetivo com¨²n de agotar la legislatura. As¨ª hay quien opina, como -el intelectual galleguista Ram¨®n Pi?eiro, que "¨¦ste ha sido un Gobierno m¨¢s activo, con m¨¢s realizaciones, ya que no ha vivido sobre la crisis latente que afectaba a Fern¨¢ndez Albor". ?sta es tambi¨¦n la impresi¨®n de otro destacado galleguista, el empresario Isaac D¨ªaz Pardo, que se muestra muy satisfecho con la gesti¨®n de la .Xunta en obras p¨²blicas, educaci¨®n y cultura.

Sin ruptura

En cualquier caso, las circunstancias que rodearon la moci¨®n de censura contra Fern¨¢ndez Albor han determinado que no pueda establecerse una ruptura total entre los dos per¨ªodos de gobierno. El Gabinete de Gonz¨¢lez Laxe inclu¨ªa entre sus miembros al vicepresidente Xos¨¦ Luis Barreiro, que desde id¨¦ntico puesto hab¨ªa sido el verdadero arquitecto de la Administraci¨®n construida por Alianza Popular durante los primeros a?os de la autonom¨ªa. La vuelta de Barreiro a la Xuna tras 11 meses de ausencia permiti¨® a la mitad de los directores generales conservar su puesto, aunque algunos ir¨ªan cayendo posteriormente en sucesivas purgas.La Administraci¨®n volvi¨® a mostrarse descoordinada e ineficaz para hacer frente a los desastres naturales que padeci¨® Galicia nada m¨¢s tomar posesi¨®n el nuevo Ejecutivo, las mayores inundaciones de los ¨²ltimos a?os y el embarrancamiento en Finisterre del buque paname?o Cason. De igual modo la Xunta no ha sido capaz de frenar la vertiginosa escalada de incendios forestales del ¨²ltimo verano, una cuesti¨®n que, seg¨²n el escritor Xos¨¦ Luis M¨¦ndez Ferr¨ªn, "descalifica por s¨ª sola a este Gobierno y en la pr¨¢ctica demuestra que casi nada cambi¨® con respecto a Albor".

En opini¨®n de los sindicatos de la Administraci¨®n p¨²blica, el PSOE y sus aliados, aunque lograron promulgar una ley de funci¨®n p¨²blica, tampoco han erradicado las pr¨¢cticas de nepotismo en la Xunta, tan denunciadas durante el mandato de AP. Familiares directos de altos cargos* han obtenido plazas en concursos supuestamente irregulares y la plantilla de contratados ad,ministrativos se ha incrementado en unas 1.000 personas, seg¨²n datos de la central nacionalista Intersindical Nacional de Traballadores Galegos (INTG), pese a que ya en tiempos de Albor algunos conselleiros se quejaban de que les sobraban funcionarios.

'Sagasti?as'

"Hemos pasado de canovi?as a sagasti?as, con todo lo que eso implica de pr¨¢cticas neocaciquiles", explica el escritor y periodista Manuel Rivas, muy cr¨ªtico con la gesti¨®n de la Xurita, de la que s¨®lo salva la creaci¨®n de dos nuevas universidades.Uno de los ejes centrales del discurso de Gonz¨¢lez Laxe ha sido el europe¨ªsmo y la incidencia en los beneficios que reporta a Galicia la distribuci¨®n de fondos comunitarios. La declaraci¨®n de la comunidad aut¨®noma como zona de promoci¨®n econ¨®mica para paliar los efectos de la reconversi¨®n facilit¨® que en los ¨²ltimos meses se hayan presentado 86 proyectos para optar a subvenciones p¨²blicas con una inversi¨®n prevista de 95.000 millones de pesetas. Esto se ha traducido en el avance de m¨¢s de tres puntos en el crecimiento anual de la econom¨ªa gallega.

La contrapartida de este aumento de las inversiones ha sido el cierre de grandes empresas como la siderurgia Sidegasa o la factor¨ªa ganadera de Mafriesa. Los sindicatos atribuyen el crecimiento econ¨®mico a la mejora de la coyuntura internacional ya que UGT, CC 00 y las centrales nacionalistas mantienen que el Gobierno aut¨®nomo no ha abordado los problemas de fondo, en su opini¨®n, la falta de una m¨¢s ambicios¨¢ pol¨ªtica reindustrializadora y las deficientes comunicaciones de Galicia con el resto de Espa?a.

Sin embargo, los sindicatos evitan comparar los per¨ªodos de Fern¨¢ndez Albor y Gonz¨¢lez Laxe, al igual que los empresarios, que no expresar¨¢n su criterio sobre la situaci¨®n econ¨®mica hasta despu¨¦s de las elecciones.

Igual actitud adoptaron otros profesionales consultados por este peri¨®dico, alguno de los cuales manifest¨® que prefer¨ªa no criticar al PP ante la eventualidad de un triunfo de Fraga.