Una presidencia apetecible

La presidencia de la Federaci¨®n Espa?ola de Motociclismo se ha convertido en uno de los sillones m¨¢s apetecibles del deporte espa?ol. De deber 98.387.504 millones de pesetas el 31 de diciembre de 1987, dos meses despu¨¦s de la marcha de Antonio L¨®pez, despedido posteriormente de la direcci¨®n de deportes del Comit¨¦ Organizador Ol¨ªmpico Barcelona 92 (C00B 92), se ha pasado a cosechar cuatro t¨ªtulos mundiales (Champi Herreros, Alex Crivill¨¦, Sito Pons y Jordi Tarr¨¦s) y enjugar todas las deudas. El motociclismo dobl¨® su presupuesto en tres a?os -de los 164 millones de 1987 a los 320 previstos para 1990- y cuenta con tres circuitos permanentes (Jarama, Jerez y Calafat), dos en construcci¨®n (Catalu?a y Albacete) y otro en proyecci¨®n (Cheste, en Valencia).

Desde Javier G¨®mez Navarro, secretario de Estado para el Deporte, que este a?o ha presenciado en directo todas las conquistas de los pilotos espa?oles, hasta el Rey Juan Carlos, que ha disfrutado en diversas audiencias hablando de motos con los campeones, Espa?a entera ha vivido los triunfos de sus pilotos.

La actual junta directiva tuvo que sanear, buscar dinero debajo de las piedras, conseguir buenos patrocinadores y empezar a reflotar la econom¨ªa de la federaci¨®n ante la admiraci¨®n del propio G¨®mez Navarro, que ahora asiste impotente a la posible desaparici¨®n de una junta -elegida democr¨¢tica y legalmente el 28 de mayo de 1988- que est¨¢ indefensa.

Inversiones

La federaci¨®n actual ha relanzado la competici¨®n invirtiendo 94 millones de pesetas de los 286 presupuestados en ayudas a pilotos y premios (26 millones) y formaci¨®n de los equipos nacionales (60). Adem¨¢s, las federaciones territoriales, que en 1986 contaron con 25.5 millones, dispondr¨¢n el pr¨®ximo a?o de 58 millones.

El motociclismo espa?ol se enfrenta a la posibilidad de que una nueva junta directiva, ajena a la actual, aterrice en sus oficinas con un nuevo programa, con nuevas ideas, con nuevos dirigentes. Ni los actuales directivos ni el Consejo Superior de Deportes (CSD) parecen en condiciones de evitar la sentencia. Las normas deportivas emanadas de la gesti¨®n del anterior secretario de Estado, Rom¨¢ Cuy¨¢s, obligan a que todo litigio electoral acabe en los tribunales de justicia. Entonces se habl¨® de que tal norma creaba una indefensi¨®n porque los tribunales tardar¨ªan tiempo en fallar sobre cualquier conflicto. Ahora, el proyecto de Ley del Deporte evita esa v¨ªa con la creaci¨®n de un tribunal de garant¨ªas electorales. Pero, para el moticlismo, puede que sea tarde.