Demandas insafisfechas

Dos a?os son poco tiempo para un Ejecutivo surgido de una moci¨®n de censura y formado por una coalici¨®n entre socialistas y hermanos nacionalistas separados: Coalici¨®n Galega (CG) y Partido Nacionalista Galego-Partido Galeguista (PNG-PG). Problemas heredados, demandas insatisfechas y conflictos desencadenados por errores de las autoridades salpicaron con movilizaciones y protestas estos dos a?os. Lo ocurrido en Cangas de Morrazo (Pontevedra) con un alcalde, el socialista Lois Pena, obligado por vecinos y oposici¨®n a exiliarse, es el caso m¨¢s significativo.

All¨ª, en Cangas, no hay propaganda electoral del PSOE. "No han venido a ponerla. Parece que tienen miedo a aparecer por Cangas", afirma un vecino. "Claro que se han colocado carteles, pero los han roto o quitado", asegura el alcalde, el socialista Lois Pena, que no ha podido acceder a la casa consistorial desde el pasado 1 de junio.El alcalde ten¨ªa y tiene mayor¨ªa absoluta en la corporaci¨®n. Trece de los 21 concejales son socialistas, pero de nada ha servido. Los problemas provocados por la contribuci¨®n urbana fueron el detonante de un enfrentamiento con sectores vecinales y con los cuatro grupos de oposici¨®n (Partido Popular, Esquerda Galega, Esquerda Unida y Frente Popular Galego) que se radicaliz¨® con el paso del tiempo.

Para los socialistas, el coste fue una m¨¢s que significativa p¨¦rdida de votos en los dos anteriores procesos electorales en beneficio del Partido Popular. Queda por ver lo que ocurrir¨¢ el pr¨®ximo domingo y si el alcalde y sus concejales votan o no por correo para evitar incidentes.

"Yo lo que tengo claro es que el alcalde debe irse del pueblo y aqu¨ª hay que celebrar nuevas elecciones municipales", dec¨ªa excitada una vecina de las que montan guardia ante el Ayuntamiento para comprobar si el alcalde se atreve a regresar.

Los funcionarios est¨¢n en huelga de brazos ca¨ªdos desde el 22 de septiembre, por entender que no se dan las condiciones para un normal desempe?o de su tarea. El alcalde sigue fuera del Ayuntamiento, en el exilio, y el portavoz del Partido Popular y candidato al Parlamento gallego por Pontevedra, Jos¨¦ Manuel Chapela, afirma: "Puedo decir que la primera medida que tomar¨¢ Fraga ser¨¢ intentar sacar de aqu¨ª a este se?or [Lois Pena], que es un virus para la democracia".

Conflictos

Entre los conflictos surgidos estos ¨²ltimos a?os y que salpicaron al Gobierno hay que hacer referencia a Al¨²mina-Aluminio, y Sidegasa por citar s¨®lo dos ejemplos. Algunas de estas situaciones tuvieron reflejo en la campa?a electoral. En la Mari?a luguesa, el actual presidente de la Xunta y candidato socialista, Fernando Gonz¨¢lez Laxe, se encontr¨® con la reacci¨®n airada, en forma de silbidos y abucheos, de trabajadores de la factor¨ªa Al¨²mina. Era el resultado de la herida abierta por el despido de los 23 miembros del comit¨¦ de empresa, el primer despido en bloque en nuestro pa¨ªs. Lo de Al¨²mina cay¨® como un torpedo disparado por la mecha que encendieron y avivaron un rosario de decisiones adoptadas con m¨¢s voluntad que acierto tras el desgraciado accidente del buque Cas¨®n frente a las costas de Finisterre, en la provincia de La Coru?a.Se hicieron o¨ªr los trabajadores de Al¨²mina, y tampoco se quedaron quietos los de Sider¨²rgica de Galicia SA (Sidegasa), definitivamente cerrada como consecuencia de un proceso de reconversi¨®n que se llev¨® por delante 520 puestos de trabajo en la zona coru?esa de Teixeiro-Curtis.

Muchas fueron las movilizaciones protagonizadas por este colectivo laboral, pero ninguna tan osada como el zarandeo del autom¨®vil que conduc¨ªa el vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra en agosto de 1987 en el aeropuerto coru?¨¦s de Alvedro.