Llu¨ªs Pasqual, el gran seductor
La pol¨¦mica regresa al Od¨¦on de Par¨ªs con el estreno de 'Como gust¨¦is'
Llu¨ªs Pasqual afronta ma?ana, lunes, en la Com¨¦die Fran?aise su primer combate antes de la definitiva toma del Ode¨®n, en marzo, cuando se haga cargo efectivamente del Th¨¦?tre de I'Europe. Pasqual estrena en la Com¨¦die su segundo montaje de Como gust¨¦is (uno de los grandes ¨¦xitos del Teatre Lliure), en franc¨¦s, con los actores de la maison de Moli¨¨re y escenograf¨ªa de Fabi¨¢ Puigserver. Con la designaci¨®n de Pasqual como director del Od¨¦on-Th¨¦?tre de I'Europe, el esc¨¢ndalo vuelve a ense?orearse del viejo teatro. En primer lugar, porque la Com¨¦die se ve de nuevo forzada a abandonarlo. El Od¨¦on es el teatro m¨¢s precioso de Par¨ªs, el m¨¢s codiciado.
El Ode¨®n fue construido en los jardines de la que fuera residencia del gran Cond¨¦, en el faubourg de Saint-Germain, para albergar a los socios de la Com¨¦die Fran?aise, los cuales, desde 1770, eran hu¨¦spedes de las Tuller¨ªas despu¨¦s de haberse visto obligados a abandonar el local de la calle de Foss¨¦s-Saint-Germain-des-Pr¨¦s (hoy calle de la Ancienne Com¨¦die), que se hab¨ªa quedado chico y resultaba de dif¨ªcil acceso. El teatro -que se llamaba Th¨¦?tre Royal- se inaugur¨® el 9 de abril de 1782, con Iphig¨¦nie, de Racine. En sus dos siglos de historia, el teatro cambi¨® varias veces de nombre y fue protagonista de diversos esc¨¢ndalos. Al llegar la revoluci¨®n de 1789 dej¨® de ser el Th¨¦¨¢tre Royal para convertirse en el Th¨¦¨¢tre du Peuple, y poco despu¨¦s, en el Th¨¦¨¢tre Egalit¨¦.En 1795 recibi¨® el nombre con que hoy se le conoce: Th¨¦¨¢tre de l'Od¨¦on. Pero con Napole¨®n se transform¨® en el Th¨¦¨¢tre Imp¨¦rial, para volver a ser el Th¨¦¨¢tre Royal con Luis XVIII. Napole¨®n III hizo de ¨¦l el Th¨¦¨¢tre de I'Imp¨¦ratrice...
Cuando pis¨¦ por primera vez la platea del Od¨¦on, en 1947, se le conoc¨ªa como la Salle Luxembourg. Durante 13 a?os, de 1946 a 1959, el Od¨¦on fue el segundo local de la Com¨¦die Fran?aise, que ten¨ªa y tiene su sede en la Salle Richelieu. Lo recuerdo como un local dejado de la mano de Dios; pero el edificio conservaba su antigua grandeza.
Etapa tempestuosa
En cuanto a los esc¨¢ndalos, el primero se produjo a los dos a?os de su inauguraci¨®n, con el estreno de La folle journ¨¦e ou le mariage de Figaro, de Beaumarchais. Pero es en la segunda mitad de nuestro siglo cuando el Od¨¦on conocer¨ªa su etapa m¨¢s tempestuosa. ?sta se inici¨® en 1959, cuando Malraux encarg¨® la direcci¨®n del teatro a Jean-Louis Barrault y ech¨® de ¨¦l a la Com¨¦die. Barrault quiso cambiar el nombre al teatro. Quiso llamarlo Th¨¦?tre de France, pero, presionado por Malraux, termin¨® aceptando la denominaci¨®n de Od¨¦on-Th¨¦?tre de France. Nunca se lo perdonaron. El nuevo Od¨¦on, remozado, abri¨® sus puertas el 21 de octubre de 1959, con el estreno de T¨ºte d'or, de Paul Claudel. "Par¨ªs rechina de dientes, la cr¨ªtica nos ataca", escribe Barrault en sus memorias, ', pero los estudiantes acuden y se forma el primer clan de fans".
En abril de 1966, Barrault estrena Les paravents, de Jean Genet, sobre la guerra de Argelia. El esc¨¢ndalo se torna violencia. Los miembros del grupo Occident (extrema derecha) atacan al p¨²blico dentro y fuera del teatro. Malraux apoya a Barrault, pero los polic¨ªas enviados para proteger al p¨²blico se muestran condescendientes con los extremistas. Mayo de 1968: el Od¨¦on es ocupado por los estudiantes. El 14 de junio, los CRS liberan el teatro. El 27 de agosto Malraux comunica su cese a Barrault.
Fue durante aquel c¨¦lebre mes de mayo de 1968 cuando Llu¨ªs Pasqual oy¨® hablar por primera vez del Od¨¦on. Si entonces alguien le hubiese dicho que un d¨ªa llegar¨ªa a dirigir el Od¨¦on, seguramente se hubiese echado a re¨ªr. Hoy, por el contrario, despu¨¦s de haber fundado el Teatre Lliure, de haber convertido el Centro Dram¨¢tico Nacional en un teatro europeo y de haber triunfado en Par¨ªs -precisamente en el Od¨¦on, con Valle (Luces de bohemia) y con Lorca (El p¨²blico)-, a Llu¨ªs Pasqual se le antoja lo m¨¢s normal del mundo que Jack Lang, ministro de Cultura galo, le haya puesto al frente del teatro del Od¨¦on-Th¨¦¨¢tre de l'Europe.
Con la designaci¨®n de Pasqual como director del Od¨¦on Th¨¦¨¢tre de l'Europe (direcci¨®n que no ser¨¢ efectiva hasta el pr¨®ximo 1 de marzo), el esc¨¢ndalo vuelve a ense?orearse del viejo teatro. En primer lugar, porque la Com¨¦die se ve de nuevo forzada a abandonarlo. Una de las condiciones que Pasqual puso a Lang para aceptar la direcci¨®n fue la de no compartirla con nadie. En segundo lugar, Pasqual es un extranjero, el ¨²nico extranjero al frente de un teatro nacional franc¨¦s que, para mayor inri, resulta ser el Od¨¦on.
No lo tiene f¨¢cil Pasqual. Para Le Figaro, primer diario de Francia, que condena la defenestraci¨®n de la Com¨¦die del Od¨¦on, Pasqual no es santo de su devoci¨®n. Daniel Benoin, promotor de la Convenci¨®n Teatral Europea, dice que "en Francia todo el mundo sabe que Pasqual volver¨¢ pronto a dirigir el Lliure". Le Nouvel Observateur apuesta en su ¨²ltimo n¨²mero por los grandes creadores de los a?os noventa, y entre los directores de teatro que cita no se encuentra Pasqual.
El pr¨®ximo d¨ªa 18, en la Com¨¦die, en territorio enemigo, Llu¨ªs Pasqual afronta su primer combate antes de la definitiva toma del Od¨¦on. Pasqual estrena en la Com¨¦die su segundo montaje de Como gust¨¦is, en franc¨¦s, con los actores de la maison de Moli¨¨re y escenografla de Fabi¨¢ Puigserver.
" ?Volver¨¢ Par¨ªs a rechinar de dientes?", como escrib¨ªa Barrault. La sonrisa de Pasqual, sonrisa de chico que nunca ha roto un plato, no abandona su rostro. Pasqual se crece en las peleas, y cuenta con un arma que temen incluso sus peores enemigos: su gran poder de seducci¨®n. Siendo todav¨ªa un muchacho, Pasqual escribi¨® y estren¨® en Reus un espect¨¢culo titulado Reus-Par¨ªs-Londres. De momento ha llegado a Par¨ªs. Ahora hay que convencer y mantenerse. Pelear y seducir.
Sentar unas nuevas bases
J. DE S. Jack Lang nombr¨®, en 1982, a Giorgio Strehler director del reci¨¦n fundado Th¨¦?tre de l'Europe, con sede en el Od¨¦on, comparti¨¦ndolo con la Com¨¦die Fran?aise. "Un Th¨¦?tre dans une Europe r¨¦v¨¦e, dans un plan¨¦te boulevers¨¦e o¨² la terreur et la violence r¨¨gnent dans l'¨¦re du d¨¦lire atomique, quoi de plus utile?"escrib¨ªa Giorgio Strehler con motivo de la presentaci¨®n de su teatro.
.Despu¨¦s de cinco temporadas (1983-1989), el balance del Th¨¦?tre de l'Europe no es muy boyante. Los franceses acusan a Strehler de haberse servido del Th¨¦?tre de l'Europe para financiar sus montajes, para presionar a las autoridades milanesas para que ¨¦stas finalicen las obras de su Citt¨¢ del Teatro, en el coraz¨®n de Mil¨¢n. Los franceses acusan, a Strehler de haber hecho del Th¨¦?tre de l'Europe un club de amigos, los amigos de Strehler. A ello hay que a?adir una tercera acusaci¨®n: los extranjeros contratados en Francia deben pasar seis meses fuera del pa¨ªs -que es lo que hac¨ªa Strehler -para no pagar impuestos. Para dirigir un teatro, dicen los franceses, hay que estar al pie del ca?¨®n todo el a?o.
Ahora, Pasqual deber¨¢ convencer a los franceses de que su teatro no es una continuaci¨®n del de Strehler. Sentar las bases de un nuevo Th¨¦?tre de l'Europe, una Europa que ya no es la Europa "r¨¦v¨¦e" (so?ada) por Strehler, sino que es una Europa que se mueve y avanza desde sus bases. Debe asimismo contar con la confianza de los grandes directores, de Stein a Liouvimov, de Ch¨¦reau a Ronconi, para que apoyen su proyecto y trabajen en el Od¨¦on. Y mantener las mejores relaciones con la Com¨¦die y con el maestro Strehler. Al margen de ello debe reestructurar el Od¨¦on, rodearse de un buen equipo directivo -para el que ya cuenta con Philippe Coutant, la mano derecha de Ch¨¦reau en Nanterre-Amandiers- y realizar el desagradable trabajo de poner a una serie de personas de patitas en la calle.
Babelia
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