La primera maestra
El papel que Mar¨ªa de ?vila ha jugado en el laborioso y tard¨ªo proceso de recuperaci¨®n de la danza cl¨¢sica en Espa?a es dif¨ªcil de sobrevalorar. Su importancia radica en que tanto al frente de su Escuela de Zaragoza -que hace unos meses celebr¨® su 35? aniversario- como dirigiendo los Ballets Nacionales en la etapa clave de su consolidaci¨®n, logr¨® imponer unos niveles de excelencia que sentaron las bases de un desarrollo aut¨¦ntico de la danza basada en la tradici¨®n cl¨¢sica para nuestro pa¨ªs.Por eso, m¨¢s trascendental a¨²n que la n¨®mina de bailarines de talla internacional salidos de su Escuela -como V¨ªctor Ullate, Ana Laguna, Trinidad Sevillano, Mar¨ªa Guerrero, Carmen Roche, Antonio Castilla o Arantxa Arg¨¹elles- es el hecho de que ellos a su vez, y otros muchos que, como su propia hija Lola de ?vila, se dedican a la ense?anza, ya no renunciar¨¢n a esos niveles de excelencia y han logrado que se convierta en norma para el profesionalismo en este pa¨ªs.
Joven Ballet de Mar¨ªa de ?vila
Suite de Cascanueces (?vila/ Tchaikovsky), Grand pas de quatre (Perrot/Pugni), El corsario (Petipa/ Drigo), Divertimento (Mozart/Burnett), Si t¨² supieras (Faci /R. Strauss), Paquila (Petipa/Minkus). Direcci¨®n: Mar¨ªa de Avila. Madrid, Teatro Espa?ol, 20 de diciembre.
Contemplando la nueva cosecha de la Escuela ?vila que constituye el grupo j¨®venes bailarines de Mar¨ªa de Avila -que se present¨® el mi¨¦rcoles en el teatro Espa?ol, donde permanecer¨¢ hasta el 6 de enero, se disipa cualquier temor que pudiera albergarse respecto al futuro del ballet en Espa?a.
Los treinta y tantos j¨®venes (en su mayor¨ªa menores de 17 a?os) que componen esta compa?¨ªa totalmente privada -que no tiene car¨¢cter profesional y cuyas actuaciones son una extensi¨®n de su etapa formativa- son la m¨¢s brillante prueba de de que las ra¨ªces ya est¨¢n echadas y el trabajo de fondo, hecho. Por mucho inter¨¦s que tengan los responsables del Ministerio de Cultura en acabar con la compa?¨ªa cl¨¢sica oficial -y parece, a juzgar por los proyectos anunciados, que lo tienen- llegan tarde.
La tradici¨®n de danza acad¨¦mica se ha recuperado en Espa?a y el m¨¦rito es de los Maestros. Mar¨ªa de ?vila no es la ¨²nica, por supuesto, pero s¨ª la primera, en el sentido jer¨¢rquico del t¨¦rmino.
Canciones de Strauss
La presentaci¨®n del mi¨¦rcoles en Madrid cont¨®, adem¨¢s, con la actuaci¨®n de dos de las m¨¢s brillantes representantes de la escuela ?vila, Trinidad Sevillano y Muriel Mar¨ªa, reci¨¦n contratada por el. Ballet de la ¨®pera de Munich, cuya presencia realz¨® el estreno de la primera coreograf¨ªa de Claudia Faci ?vila, Si t¨² supieras sobre canciones de Ricardo Strauss.Todo el grupo hace gala en mayor o menor grado -seg¨²n sus talentos particulares y su edad- de una formaci¨®n t¨¦cnica superior y, en algunos casos, apabullante. Elia Lozano llam¨® especialmente la atenci¨®n porque bail¨® el paso a dos de El corsapio (con Amador Castilla), pero la colecci¨®n de solistas que sacaron adelante el Divertimento de Mozart, montado por Susan Burnett, como puro ejercicio para el despliegue t¨¦cnico, no era menos impresionante.
En el Grand pas de Paquita, tambi¨¦n luci¨® ante todo la pareja estelar (Amaya Iglesias y Federico Bosh) pero el rosario de variaciones femeninas estuvieron a cual mejor bailadas por Violeta Gast¨®n, Ruth Vaquerizo, Marta Barahona, Mar¨ªa ?ngeles Besc¨®s, Elena Iglesias, Isabel Araus y Blanca Coma. El grupo interpret¨® igualmente el Grand pas de quatre y la suite de Cascanueces de Tchaikovsky, montada por Lola de ?vila, sobre Petipa.
En los pr¨®ximos d¨ªas presentar¨¢n tres programas distintos precedidos de una clase de ballet para que el p¨²blico joven pueda atisbar c¨®mo se logran estas maravillas.
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