Cinco espect¨¢culos para Nuria Espert

ANDR?S F. RUBIO, Para Nuria Espert, 1990 va a ser un a?o agitado en cinco frentes: los montajes que dirigi¨® en el Reino Unido de las ¨®peras Electra, de Richard Strauss, y La traviata, de Verdi, se representar¨¢n en el Liceo de Barcelona y en el teatro de la Zarzuela de Madrid, respectivamente; volver¨¢ a interpretar un personaje nuevo despu¨¦s ,de cinco a?os, en el mon¨®logo Maquillaje, del japon¨¦s Inoue; el montaje que dirigi¨® en Londres de La casa de Bernarda Alba se representar¨¢ en Jap¨®n con actrices orientales, y, por ¨²ltimo, dirigir¨¢ a Joan Plowright en Londres en una nueva versi¨®n de La Celestina.

Maquillaje es un texto contempor¨¢neo del japon¨¦s Inoue, que Nuria Espert ley¨® en su traducci¨®n francesa y con el que se qued¨® entusiasmada. Narra la historia de una vieja actriz, en un viejo teatro que va a ser demolido, en el momento en que empieza a confundir realidad con representaci¨®n. Dirigir¨¢ la puesta en escena Koichi Kimura, el mismo que firm¨® la presentada en Jap¨®n. "La actriz de Maquillaje", dice Nuria Espert, "cree estar prepar¨¢ndose para interpretar una obra en la que hace el papel de un hombre, y detalles de este papel tienen que ver con su vida privada, con lo que se produce un juego esc¨¦nico interesant¨ªsimo". "Tengo la impresi¨®n", a?ade, "de que si despu¨¦s de cinco a?os me enfrentase a un personaje nuevo dentro de nuestra tradici¨®n estar¨ªa desentrenada, pero no asustada. Ahora estoy directamente asustada. Es un reto: yo no s¨¦ de ninguna actriz de tradici¨®n occidental que haya ido a Jap¨®n a que le monten una obra japonesa". El estreno est¨¢ previsto para la prirnavera, en Espa?a, "primero en alg¨²n lugar rec¨®ndito, donde podamos hacer varias representaciones que sean corregidas por el director".Dirigir teatro

El primer proyecto para dirigir teatro, a, partir de 1986, "apareci¨® de pronto", dice; "acept¨¦ no se sabe bien por qu¨¦, y ha tenido una continuidad asombrosa e inesperada". "Yo he sido muy feliz como actriz en el escenario", a?ade. "Muchas veces me recuerdo siendo muy feliz. Cuando lleg¨® la direcci¨®n tal vez estaba saturada de actuar, y creo que fue algo beneficioso. Las vocaciones son bolsas que Pueden quedar vac¨ªas si abusas de ellas, y mi bolsa de int¨¦rprete se agot¨® quiz¨¢ dernasiado, porque desde que ten¨ªa 12 a?os hasta 1986 he sido actriz sin parar, pr¨¢cticamente sin vacaciones, y eso desgasta".

Nuria Espert ha aprovechado su reciente viaje a Jap¨®n no s¨®lo para ultimar detalles de lo que ser¨¢ su vuelta a los escenarios desde la Salom¨¦, de Oscar Wilde, sino tambi¨¦n para hacer audiciones para La casa de Bernarda Alba que va a montar en japon¨¦s en agosto. "Ha sido muy dif¨ªcil", dice, "me cost¨® much¨ªsimo, porque su lengua, sus signos y su musicalidad son muy diferentes. Vi a mucha gente, a algunas de las mejores actrices de Jap¨®n. He tratado de componer una familia f¨ªsica, y ver si hab¨ªa en ella la energ¨ªa y la verdad suficientes para el trabajo de Lorca".

Con esta obra, Nuila Espert comenz¨® a dirigir teatro, en Londres, con Glenda Jackson y Joan Plowright, y tras un magn¨ªfico recibimiento p¨²blico le empezaron a proponer otros -montajes. La casa de Bernarda Alba, tambi¨¦n ha sido llevada a Israel.

Primera ¨®pera

Sus trabajos como directora en Electra y La traviata fueron bien recibidas en el Reino Unido, pese al temor con que present¨® la primera ¨®pera, ya que cambi¨® el per¨ªodo de la acci¨®n, que situ¨® en la II Guerra Mundial. Ahora, de sus proyectos futuros est¨¢ especialmente preocupada con La Celestina, "porque me gusta cuando la leo y, no cuando la veo representada". De todas formas, cree que tiene una compa?¨ªa admirable para representarla. La obra ha sido aplazada dos veces, la primera por el cambio de director del teatro Nacional en el Reino Unido, v la segunda por la. muerte de Laurence Olivier, esposo de Joan Plowright.

Nuria Espert se enfrenta con un reto de resultados imprevisibles. Cuenta a su favor, adem¨¢s de con Plowright encabezando el reparto, con que la obra "es pr¨¢cticamente desconocida cn Inglaterra, y creo que pueden caerse muertos. El lenguaje no puede estar m¨¢s vivo, ni los personajes tener m¨¢s carne Y m¨¢s sangre".

Cuando pase La Celestina, Nuria Espert abordar¨¢ otra obra: el montaje de Carmen, de Bizet, para el Covent Garden de Londres, con Zubin Mehta en la direcci¨®n de orquesta.