Jugar con p¨®lvora
Vac¨ªo legislativo ante el uso de petardos, penado s¨®lo como sanci¨®n administrativa
Los mixtos de cazoleta, garibaldis y todo tipo de petardos infantiles est¨¢n prohibidos. As¨ª de tajante es la orden ministerial del 3 de octubre de 1973. Sin embargo, las calles de Madrid retumban durante estos d¨ªas por las detonaciones. El Ayuntamiento tiene potestad para sancionar a quienes se divierten de forma tan atronadora, pero prefiere perseguir -sin demasiado convencimiento- a los fabricantes de los artilugios. La Polic¨ªa Municipal de Alcal¨¢ de Henares ha declarado la guerra a los comerciantes de petardos, de los que ha decomisado ya 600 kilos.
El pasadizo del metro se conmovi¨® como si en ¨¦l acabara de estallar un ob¨²s. Poco falt¨® para que a la anciana le diera el infarto. Y un ni?o se abrazaba a su madre, llorando a moco tendido. Sobrepasado el susto, comprobaron que todo se deb¨ªa a la inocente broma de un grupo de mozalbetes de barba m¨¢s que incipiente. ?stos, que hab¨ªan hecho estallar un petardo dentro de una litrona de cerveza, re¨ªan a mand¨ªbula batiente. Por lo visto, "es una de las diversiones m¨¢s ingeniosas de esta Navidad", seg¨²n dice un jefe de la Polic¨ªa Municipal.El art¨ªculo 568 del C¨®digo Penal establec¨ªa: "Ser¨¢n castigados con las penas de uno a cinco d¨ªas de arresto menor y multa de 750 a 15.000 pesetas los que dentro de poblaci¨®n o en sitio p¨²blico o frecuentado dispararen armas de fuego o lanzaren cohetes, petardos u otro proyectil cualquiera que produzca alarma o peligro". Pero este art¨ªculo qued¨® derogado el pasado mes de julio, de forma que este tipo de conductas ha dejado de ser una falta penal para pasar a ser solamente objeto de sanci¨®n administrativa.
Asunto de menores
La Polic¨ªa Municipal puede identificar a quienes prenden cohetes, lanzan petardos o hacen estallar piedras detonantes y posteriormente proponer al alcalde o al presidente de la junta municipal que imponga la correspondiente sanci¨®n a los ruidosos alborotadores. "Pero esto no se hace", reconoce un polic¨ªa, "porque la mayor¨ªa de las veces son menores, y quienes tendr¨ªan que pagar la multa ser¨ªan sus padres". En otras ocasiones, los petardistas ponen pies en polvorosa y los agentes no pueden echarles el guante.La mayor¨ªa de las veces, los polic¨ªas preguntan a los chicos d¨®nde han comprado los petardos, lo que generalmente hacen en quioscos. Despu¨¦s, los agentes acuden al vendedor y realizan una inspecci¨®n en su local. Aunque lo normal es que all¨ª no haya un polvor¨ªn, sino tan s¨®lo unos pocos petardos. "Lo que m¨¢s nos interesa es localizar el almac¨¦n desde el que se distribuye la mercanc¨ªa", dice Fernando Bocanegra, concejal del ¨¢rea de Seguridad y responsable de la Polic¨ªa Municipal.
Hace unos d¨ªas, la polic¨ªa realiz¨® una inspecci¨®n en una docena de locales donde supuestamente se vend¨ªan artilugios pirot¨¦cnicos, pero s¨®lo encontr¨® las denominadas bengalas de estrellas, que son totalmente inofensivas. Por otra parte, la operaci¨®n tambi¨¦n permiti¨® conocer la existencia de un almac¨¦n de p¨®lvora en Alcobendas.
Por su parte, el Ayuntamiento de Alcal¨¢ de Henares ha declarado la guerra a los vendedores de petardos. "El a?o pasado fue escandaloso y hubo hasta heridos", dice un portavoz municipal. Esta Navidad, para impedir que volviera a repetirse esta situaci¨®n, el alcalde socialista de Alcal¨¢ de Henares, Isidro Florencio Campos, proclam¨® un bando "reiterando la prohibici¨®n de vender petardos", y se distribuyeron 400 hojas entre los comerciantes "para advertirles".
La Polic¨ªa Municipal de Alcal¨¢ localiz¨® hace d¨ªas 500 kilos de mixtos de cazoleta y cohetes en un almac¨¦n cercano al paseo de Esgarabita, y otros 100 kilos m¨¢s en otros peque?os establecimientos. Los explosivos han quedado almacenados en el acuartelamiento de la Brigada Paracaidista, en espera de que la autoridad gubernativa decida qu¨¦ hacer con ellos.
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