Los responsables de urbanismo de Alcal¨¢ se oponen al proyecto de una 'ciudad' junto al Henares

El alcalde de Alcal¨¢ de Henares, Florencio Campos, y el presidente de la comisi¨®n de planeamiento, Teodoro Escribano, han rechazado la posibilidad de que se desarrolle el proyecto de construir 2.000 viviendas en la Isla del Colegio, situada entre el r¨ªo Henares y la ciudad, para evitar una "posible especulaci¨®n".

El alcalde declar¨® que el rechazo se produce porque esta zona es muy sensible a cualquier tipo de impacto, y la urbanizaci¨®n, aunque sea controlada, romper¨ªa el equilibrio del ecosistema. "Nos da la impresi¨®n de que el verdadero inter¨¦s es la promoci¨®n de viviendas, y, por tanto, se requerir¨ªa una recalificaci¨®n de terrenos, y si no hay razones sociales claras para ello, como parece ser el caso, nos tememos que pueda haber m¨¢s un af¨¢n especulativo que otra cosa", a?adi¨®.Florencio Campos explic¨® que el proyecto, presentado por un grupo multiprofesional formado por arquitectos, ingenieros, ge¨®logos y ecologistas, no est¨¢ contemplado en el plan de recuperaci¨®n de las m¨¢rgenes del r¨ªo Henares, desarrollado y financiado en la actualidad por la Comunidad de Madrid. Este plan contempla la Isla como un espacio especialmente protegido por su valor agr¨ªcola y medioambiental, a la vez que constituye una barrera verde entre la ciudad y la zona de la ribera. "Tuvimos una entrevista con los promotores y les hicimos ver nuestra posici¨®n, que no es otra que este proyecto no encaja con la idea que tenemos de Alcal¨¢", dijo el alcalde.

Reto urban¨ªstico

El proyecto, elaborado por el arquitecto Joaqu¨ªn Loraque de la Hoz, pretende crear una ciudad dentro de Alcal¨¢ de Henares. Loraque declar¨® que "se trata de un reto urban¨ªstico cuya caracter¨ªstica esencial es incorporar al hombre a la propia naturaleza", y a?adi¨® que "el proyecto s¨®lo se llevar¨¢ a cabo si la corporaci¨®n lo apruebe por unanimidad".El proyecto supone, al margen de su idoneidad urban¨ªstica, un concepto original de miniciudad. Las 2.000 viviendas propuestas se reparten en semicircunferencias de seis alturas, escalonadas, hundidas en el terreno, ocultas por unas lomas y, por tanto, invisibles desde el casco urbano. Bajo estas viviendas se proyectaba construir las calles y los aparcamientos, de forma que los veh¨ªculos, tras entrar en la Isla, desaparec¨ªan de la superficie. Cada vivienda iba a tener el mismo n¨²mero de metros de construcci¨®n que de terraza ajardinada.

Los promotores, a cambio de la modificaci¨®n de la calificaci¨®n de los terrenos, hab¨ªan ofertado al Ayuntamiento la cesi¨®n del terreno no ocupado por las viviendas, es decir, el 90% de los 600.000 metros cuadrados que tiene la Isla. Tambi¨¦n estaban dispuestos a correr con los gastos de la construcci¨®n de un gran parque, la recuperaci¨®n de un antiguo molino como centro cultural y la construcci¨®n de un peque?o planetario, de un auditorio y de un lago para uso deportivo. El presupuesto global alcanzar¨ªa los 30.000 millones.

El equipo redactor del proyecto ofrec¨ªa asimismo vender las viviendas a unas 160.000 pesetas el metro cuadrado -un piso de 100 metros por 16 millones-, al promover ellos mismos su construcci¨®n.