Continuos corrimientos de tierra en la central de Asc¨® desde 1974

Los terrenos donde est¨¢n instaladas las dos nucleares de Asc¨® (Tarragona) contin¨²an experimentando levantamientos, seg¨²n el primer informe semestral de 1989 que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha presentado en el Congreso. El movimiento en el ¨¢rea del segundo reactor fue de 0,23 mil¨ªmetros al mes durante 1989. La inestabilidad de los terrenos fue detectada en 1974, con posterioridad al inicio de las obras de construcci¨®n de los grupos nucleares.

El informe del CSN asegura que estos movimientos no han afectado a la seguridad de los edificios.De los dos grupos nucleares de Asc¨®, el n¨²mero 2 es el m¨¢s afectado por la inestabilidad del terreno, ya que el movimiento registrado ha alcanzado una velocidad media de 0,23 mil¨ªmetros al mes, mientras que en el ¨¢rea de mayor levantamiento la media ha sido de 0,4 mil¨ªmetros al mes. El grupo primero se ha visto menos afectado por estos movimientos de tierras, con una media de 0,02 mil¨ªmetros al mes.

Los datos recogidos por el CSN en su informe corroboran la hip¨®tesis planteada con anterioridad por este organismo. El CSN asegur¨® hace a?os que la inestabilidad de tierras descubierta en 1974 tender¨ªa a reducirse, aunque estos movimientos no han cesado desde entonces. Desde 1974 hasta 1982, la elevaci¨®n del terreno en el edificio de control alcanz¨® 117,6 mil¨ªmetros en total y fue de 3,3 mil¨ªmetros en las torres de refrigeraci¨®n.

Petici¨®n del Parlamento

Las empresas propietarias de la central de Asc¨® obtuvieron la autorizaci¨®n previa para instalar una planta at¨®mica en abril de 1972 y el permiso para iniciar las obras en mayo de 1974. El movimiento del terreno se detect¨® en esta ¨²ltima fecha, cuando hab¨ªa finalizado el complejo debate administrativo que determin¨® la ubicaci¨®n de la central. Seis a?os m¨¢s tarde, el Parlamento de Catalu?a solicit¨® que se paralizar¨¢n las operaciones (le carga del reactor hasta, que se estabilizara el terreno. Sin embargo, en el grupo primero inicio en 1982 la producci¨®n el¨¦ctrica Y el segundo, en 1985. Ambos grupos at¨®micos toman agua del r¨ªo Ebro para su refrigeraci¨®n.

La elecci¨®n del emplazamiento de una central nuclear acarrea siempre problemas originados por la necesidad de disponer de grandes cantidades de agua. Una planta at¨®mica s¨®lo puede ubicarse junto a, un r¨ªo, el mar o un lago. En el caso espa?ol, s¨®lo las centrales de Vandell¨®s, tambi¨¦n en la provincia de Tarragona, est¨¢n situadas en la costa.

La opci¨®n de instalar una central at¨®mica junto a un r¨ªo es la m¨¢s frecuente, pero implica el riesgo de que la sedimentaci¨®n natural que provocan los grandes cauces ocasione una cierta inestabilidad del terreno.

Las centrales no pueden situarse en un tramo del r¨ªo con poco caudal, ya que ello impedir¨ªa una refrigeraci¨®n suficiente. Por ello, las centrales se instalan junto a un cauce donde el agua contiene una gran cantidad de sedimentos. Otro problema a?adido en las centrales nucleares situadas junto a r¨ªos es el elevado coste que comportan las torres de refrigeraci¨®n, necesarias para devolver el agua al cauce a una temperatura similar a la inicial.

Existen precedentes de plantas, como la de Chinon (Francia) que han tenido que paralizar la producci¨®n ante la imposibilidad de garantizar la refrigeraci¨®n de la central en tiempo de sequ¨ªa.