El futuro de Noriega divide al nuevo Gobierno paname?o
El futuro del general Manuel Antonio Noriega, refugiado desde el 24 de diciembre en la nunciatura del Vaticano, divide al nuevo Gobierno de Panam¨¢. El presidente Guillermo Endara intenta dar una impresi¨®n de normalidad en el pa¨ªs del canal, que contin¨²a ocupado por la fuerza invasora norteamericana. Ayer regresaron a EE UU 141 hombres de dos bater¨ªas de artiller¨ªa, lo que supone poco m¨¢s del 0,5% de los 26.000 del contingente militar norteamericano.
Noriega, tal vez en un gesto de desaf¨ªo, y por primera vez desde que busc¨® refugio en la nunciatura, apareci¨® ayer, en pantal¨®n corto y ropa deportiva, durante unos segundos, en la terraza del edificio, sobre el que ha disminuido el cerco psicol¨®gico de los marines estadounidenses.La situaci¨®n, sin embargo, no es muy propicia para el depuesto general, acusado de asesinato en Panam¨¢ y de narcotr¨¢fico en Estados Unidos. Noriega se ha convertido en un hu¨¦sped indeseado para el Vaticano, se ha quedado sin de defensores en la comunidad internacional y sus partidarios, los pocos que le queden, han pasado a la clandestinidad.
La soluci¨®n del caso Noriega condiciona la vuelta definitiva del pa¨ªs a la normalidad y a que los norteamericanos regresen a casa. Endara no quiere una presa tan peligrosa, a la que dif¨ªcilmente podr¨ªa juzgar el precario aparato judicial del pa¨ªs del canal. Hay un peligro a?adido: que el amigo americano se lo quite de las manos y ponga en evidencia su papel de t¨ªtere. De ah¨ª que defienda la necesidad de que el general sea entregado a EE UU. Sin embargo, el Vaticano busca el compromiso de que Noriega sea juzgado en Panam¨¢, aunque posteriormente termine respondiendo a las acusaciones de narcotr¨¢fico ante los tribunales norteamericanos.
La presencia del general en la nunciatura es un potencial foco de desestabilizaci¨®n. La Cruzada Civilista ha convocado para hoy una protesta ante la representaci¨®n vaticana para exigirla salida de Noriega. El nuncio, el espa?ol Sebasti¨¢n Laboa, teme un intento de linchamiento, por lo que ha pedido a las autoridades que impidan el acto.
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