Una revuelta husita
Praga: una pendiente hacia el Vtlava subrayada aqu¨ª y all¨¢ por la geometr¨ªa horizontal de los palacios seiscentistas y puntuada por las agujas g¨®ticas. Abajo, cerca ya del puente de San Carlos, la iglesia de San Nicol¨¢s replica en su interior este ritmo ambiguo mediante una serie de pilastras laterales que se desdoblan en dos y que giran 20 grados sobre su eje. Los efectos del Bernini insertados en una pureza de l¨ªneas ¨¤ la Brunelleschi crean as¨ª la sensaci¨®n de una fuga de capillas laterales que se van haciendo pl¨¢sticas, el¨ªpticas, irreales.La misma fuga alucinante en que parece cabalgar Centroeuropa. Dentro de un mes, de un a?o, las cosas ser¨¢n. De un modo u otro, pero ser¨¢n. Hoy no. Hoy todo pasa, se escapa y se hace pl¨¢stico como las capillas de San Nicol¨¢s. De un d¨ªa para otro, sin soluci¨®n de continuidad, muchas cosas dejan de ser inviables para hacerse inevitables: de imposibles hace s¨®lo unos d¨ªas, hoy parecen imprescindibles. El muro de Berl¨ªn, s¨ªmbolo de todo lo inamovible, se vuelve simplemente superfluo. El partido que quiso ser vanguardia se manifiesta simplemente anacr¨®nico. Todo parece pasar del estado s¨®lido al gaseoso sin detenerse tan s¨®lo en el estado l¨ªquido: la sublimaci¨®n f¨ªsica hace ahora las veces de la superaci¨®n dial¨¦ctica.
La Europa de los doce, sumida hasta anteayer en sus regateos contables y sus piques nacionales, descubre de repente que su limes puede convertirse una vez m¨¢s en su coraz¨®n. La fantas¨ªa y la idea europea del futuro, secuestradas hasta ahora por Am¨¦rica, parecen irse tambi¨¦n hacia Oriente, pero no por el Pac¨ªfico, sino por el otro lado. Europa descubre as¨ª su propia frontera. El monopolio americano de la imaginaci¨®n europea parece tocar a su fin con la victoria de la glasnost de Gorbachov sobre el glamour americano.
Menos fundamentalistas que en Varsovia, m¨¢s industriosos que en Budapest, en Praga la revuelta ha tenido un temple casi exclusivamente cultural y moral. Es la aniquilaci¨®n de lo que todos, gobernantes y gobernados, sab¨ªan que era perfecta e inequ¨ªvocamente falso. Desde 1968 y las purgas consiguientes, el pa¨ªs viv¨ªa una especie de hemiplejia entre lo que oficialmente se dec¨ªa y lo que todo el mundo sab¨ªa. Quiz¨¢ por ello mismo la revuelta ha tardado unas semanas m¨¢s en estallar aqu¨ª: por la conciencia de que no pod¨ªa cambiarse una letra, una coma, sin que cambiara todo.
Hace apenas un mes que las im¨¢genes de la represi¨®n en la plaza Wenceslao dieron la vuelta al mundo gracias a la audacia y profesionalidad de Carles Bosch, de TV-3. Ahora estamos aqu¨ª mismo esperando la formaci¨®n de un nuevo Gobierno y la defenestraci¨®n del partido comunista. La "defenestraci¨®n de Praga" de 1618 afect¨® s¨®lo a los portavoces de los Habsburgos, pero ¨¦sta parece que va a incluir a los mismos dirigentes del partido comunista que hab¨ªan hecho bueno el aforismo de Kafka: "La palabra sein significa dos cosas: ser y pertenecerle"
Guardia permanente
Aqu¨ª y en varios puntos del pa¨ªs los j¨®venes siguen haciendo guardia permanente a 10 grados bajo cero. Uno sobrevive gracias al abrigo de Jos¨¦ Luis Dicenta, para quien lo embajador no quita lo valiente, y que en todo momento ha estado al pie del ca?¨®n. Un hombre interpela al orador que desde las escaleras de la estatua ecuestre de la plaza Wenceslao se dirige a los j¨®venes. ?ste le pide que suba y te entrega el micr¨®fono, con el que empieza a vociferar con expresi¨®n indignada. Preguntamos a un vecino qu¨¦ est¨¢ diciendo.
-No s¨¦, parece un viejo comunista -nos responde con voz serena, s¨®lo con un deje de desprecio que el visitante no sabr¨ªa decir s¨ª cae m¨¢s sobre lo de comunista o lo de viejo. Luego se inicia un debate entre dos personas, que el mismo int¨¦rprete nos explica.
-Se trata de un estudiante y un polic¨ªa que le peg¨® el d¨ªa 28, pero que ahora se ha pasado a nosotros: kafkiano, ?verdad?
Incluso un t¨¦rmino tan manoseado como ¨¦ste parece recuperar aqu¨ª alg¨²n sentido. En el propio cementerio jud¨ªo, donde por falta de espacio la tumba de Kafka est¨¢ en una especie de t¨²nel subterr¨¢neo como el que ¨¦l mismo describi¨® en La construcci¨®n. En el sistema electoral seguido hasta ahora, donde los electores ten¨ªan la libertad de tachar la lista ¨²nica presentada: s¨®lo que la forma precisa para que la tachadura fuera v¨¢lida (una l¨ªnea diagonal, una cruz, etc¨¦tera) era un secreto rigurosamente guardado hasta despu¨¦s de cada escrutinio. O aun en los permisos para viajar fuera de la ciudad, que, como en Mosc¨², han de pedirse con 24 o 48 horas de antelaci¨®n seg¨²n sea la distancia a recorrer. De ah¨ª, por ejemplo, que a nuestro secretario de Estado le impidieran llegar a la casa de M¨¢ximo Gorki, en las afueras de Mosc¨², "porque llevaba un permiso de los de 48 y s¨®lo era necesario -y v¨¢lido- el de 24".
Nieva sobre Bohemia en el alba de la nueva revoluci¨®n husita. Jan Huss fue a la hoguera en el Concilio de Constanza de 1415 por defender la predicaci¨®n en lengua checa, la supresi¨®n del poder temporal de la Iglesia, el castigo de los pecados mortales por la autoridad civil y la comuni¨®n en las dos especies. No hay que ser muy perspicaz para reconocer las analog¨ªas con el presente: basta sustituir la Iglesia cat¨®lica por el partido comunista, la lengua por la independencia nacional y la autoridad civil por la divisi¨®n de poderes. Incluso el derecho a comulgar en las dos especies puede entenderse como una denuncia anticipada de la ideolog¨ªa monol¨ªtica que ha hecho comulgar al pa¨ªs con ruedas de molino por m¨¢s de 40 a?os.
La nieve sigue cayendo sobre las mil velas que los ciudadanos han encendido a los pies del rey Wenceslao. De alg¨²n lugar llega la melod¨ªa del M¨¤ Vlast, de Smetana. El Foro C¨ªvico est¨¢ negociando el nuevo Gobierno para llegar a un "ajuste sin l¨¢grimas". ?Llegar¨¢n a conseguirlo tambi¨¦n sin suced¨¢neos ni nostalgias? De momento, aqu¨ª en Praga, el entierro de las viejas certidumbres ha bastado para hacer estallar la esperanza. El futuro es incierto, pero cualquier cosa que suceda a la Verdad y la Virtud por decreto de estos a?os ser¨¢ mejor que esto. De ah¨ª el magn¨ªfico lema de esta celebraci¨®n juvenil: el "hombre nuevo" ha muerto, viva el "hombre viejo".
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