Autodeterminaci¨®n

Contin¨²a la discusi¨®n sobre la autodeterminaci¨®n. Ahora, en boca del se?or Esnaola. Usted, se?or Esnaola, sigue en la ambig¨¹edad a la hora de utilizar los t¨¦rminos; no sabe lo que dice ni para qu¨¦ lo dice. Lo cual hace dudar de si sabe usted a qu¨¦ pueblo representa. Sabe muy bien que, como principio general, el derecho de autodeterminaci¨®n es incuestionable. Pero no hable de ¨¦l al margen del amplio contexto pol¨ªtico en que vivimos. Este principio no es de validez general, y, en mi opini¨®n, lo primario hoy en un mundo de mutaciones aceleradas es la disminuci¨®n de diferencias sociales, el intercambio cultural, la cooperaci¨®n entre los pueblos.Y todo ello, a lo que debe aspirar un pueblo para sostener su libertad, con las insuficiencias que se quiera y con los cambios futuros -posibles- que se pretendan, es realizable desde la Constituci¨®n y el estatuto de autonom¨ªa.

Hoy por hoy, la mayor autodeterminaci¨®n de los pueblos es la libertad, el progreso humanizado, la solidaridad, la lucha contra las desigualdades. Esto produce la libre determinaci¨®n de un pueblo; lo dem¨¢s es desviar la atenci¨®n o pretender una situaci¨®n insolidaria respecto a los otros pueblos del Estado.-