Giuseppe Tornatore: "Inventar enga?os se ha vuelto un m¨¦rito"

Fue en Francia, -en el festival de Cannes, donde Tornatore vivi¨® su alegre e inesperada consagraci¨®n internacional. Le fue otorgado el premio especial del jurado, un reconocimiento que le ha abierto la puerta a nuevas victorias: desde los galardones de Londres, Mosc¨² y Toronto, hasta la nominaci¨®n al Oscar como mejor pel¨ªcula extranjera.Pregunta. ?Un sue?o, Monsietir Tourneur?

Respuesta. S¨ª, un sue?o que he decidido concluir, empe?¨¢ndome en seguida en la elaboraci¨®n de un nuevo proyecto, Stanno tutti bene (Est¨¢n todos bien), que estoy rodando en diversas ciudades italianas.

P. ?Es el filme de la verificaci¨®n?

R. No. Lo era Cinema Parad?so, mi segunda pel¨ªcula despu¨¦s de Il camorrista (Mafioso napolitano). De todas formas, cada empresa es una verificaci¨®n, tanto la primera como la ¨²ltima.

P. Regresemos a Stanno tutti bene y div¨ªdalo en tres episodios, ?nos contar¨ªa el primero?

R. Es la historia de Matteo Scuro, un pensionista siciliano que decide emprender un viaje a trav¨¦s de la Italia de hoy. Se detiene en donde le parece, y comienza as¨ª a descubrir este pa¨ªs,que hasta aquel momento hab¨ªa conocido ¨²nicamente por medio de la televisi¨®n. Matteo es una persona de otros tiempos, un gentilhombre, enamorado siempre de su mujer. Lo anima en su viaje una dulce curiosidad. No he dudado en la elecci¨®n del int¨¦rprete: Marcello Mastroianni.

Sat¨¦lite y fax

P. El segundo episodio...

R. Es una historia sobre la incomunicaci¨®n y la mentira. Hoy las grandes distancias se han reducido much¨ªsimo. Con un sat¨¦lite o un fax puedo comunicarme en un instante con cualquier parte del mundo. Pero, al mismo tiempo, estos medios de comunicaci¨®n han causado el alargamiento de las breves distancias: si tengo que hablar con mi hermana o el vecino, encuentro problemas incre¨ªbles. Es tambi¨¦n un filme sobre la mentira, porque, en nuestra sociedad, inventar enga?os se ha vuelto un m¨¦rito. Ya nadie se escandaliza si un personaje p¨²blico dice falsedades. Al contrario, asistimos, creo, a la legitimaci¨®n de la mentira. Ah... y tambi¨¦n la soledad. ?Qui¨¦n est¨¢ m¨¢s solo que los viejos hoy en Italia?

P. Como protagonista, Marcello Mastroianni. ?Es dificil la relaci¨®n con un monstruo sagrado del cine?

R. No, siempre y cuando la relaci¨®n no sea entre director y actor, sino entre dos personas. Con Marcello Mastroianni, adem¨¢s, tengo unfeeling estrepitoso: ¨¦l jam¨¢s se ufana del hecho de haber realizado 150 pel¨ªculas y yo s¨®lo dos y media [r¨ªe].

P. Bien, n¨¢rrenos el ¨²ltimo episodio de Stanno tutti bene.

R. No. No existe todav¨ªa. Est¨¢ todo en mi mente y, adem¨¢s, los finales no se cuentan.

P. ?Est¨¢ de acuerdo con Pedro Almod¨®var, que dijo: "Desde que la gente me reconoce por la calle y deja de ser natural conmigo me siento desesperado. He perdido la posibilidad de observar a los dem¨¢s sin ser visto, he perdido entonces mi principal fuente de inspiraci¨®n"?.

R. A m¨ª no me reconoce casi nadie por la calle [r¨ªe]. Pero la popularidad cambia la vida de uno, tanto la privada como la p¨²blica. Me doy cuenta cuando llego a casa y escucho el contestador autom¨¢tico. Encuentro 50 mensajes cada d¨ªa: todos te solicitan, te quieren hablar, te ofrecen o te venden algo. Y uno se siente como bombardeado, pierdes la orientaci¨®n y no logras entender cu¨¢les son las causas justas o las erradas.