Una droga indetectable por los controles preocupa a las autoridades deportivas
Las autoridades deportivas del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) comienzan a mostrar su preocupaci¨®n por la existencia de un producto sint¨¦tico, utilizado por cierto tipo de enfermos de ri?¨®n, que resulta indetectable por los controles antidoping. Dicho producto, conocido como EPO, puede convertirse en una pesadilla para quienes est¨¢n promoviendo una dura persecuci¨®n contra el doping. Dicha droga ofrece los mismos efectos que la administraci¨®n de sangre congelada [sangre, oxigenada que facilita el esfuerzo del deportista] una pr¨¢ctica muy extendida y dif¨ªcil de perseguir.
El profesor Bjorn Ekblom, de Estocolmo, experiment¨® con ocho atletas y comprob¨¦ que aumentaba su nivel de ox¨ªgeno en la sangre hasta un 10% inmediatamente despu¨¦s de recibir unas dosis de dicha sustancia. Ekblom es ahora uno de los m¨¢s fervientes promotores de la inclusi¨®n de dicho producto en la lista de sustancias prohibidas del COI, procedimiento que requiere una discusi¨®n previa.En su forma natural, el EPO es una hormona producida por el ri?¨®n para estimular la producci¨®n de hemoglobina en la sangre. Por razones m¨¦dicas, los investigadores desarrollaron una versi¨®n sint¨¦tica, que se ha estado empleando durante los ¨²ltimos cinco a?os. Inyectando EPO en un paciente con dolencias renales se consigue corregir sus problemas de anemia, "pero si se inyecta en el cuerpo de un deportista", se?ala Mark Harries, director del centro m¨¦dico del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Brit¨¢nico, "se puede elevar artificialmente su nivel de hemoglobina, lo que tendr¨ªa un gran valor en aquellos casos de actividades deportivas que requieran un gran desgaste". Estas especialidades, precisamente entre las que se ha extendido m¨¢s el uso de sangre congelada, pueden ser las carreras de fondo, el ciclismo o algunas especialidades del esqu¨ª.
El profesor Ekblom fue, precisamente, quien puso mayor ¨¦nfasis a partir de 1971 en la lucha contra quienes utilizaban sangre congelada. Pero el uso del EPO a?ade un paso m¨¢s. Utilizar sangre congelada resultaba algo m¨¢s complicado y requer¨ªa la participaci¨®n de varias personas, entre ellas la complicidad de un m¨¦dico que hab¨ªa de encargarse de extraer la sangre, congelarla, tenerla almacenada en una instalaci¨®n adecuada, y administrarla a continuaci¨®n. Con la nueva sustancia el procedimiento es muy sencillo y el propio atleta puede inyect¨¢rselo: no tiene que saberlo nadie m¨¢s que su suministrador.
Una sustancia cara
Actualmente, no se tiene conocimiento de que la droga se haya extendido en el mundo del atletismo, aunque ya alguna revista norteamericana especializada ha empezado a mencionar su existencia y a relatar c¨®mo su nombre comenzaba a circular entre algunos atletas ya antes de celebrarse los Juegos de Se¨²l.
La sustancia en s¨ª tiene otras dos particularidades. Una, que a¨²n es pronto para saber qu¨¦ efectos secundarios puede producir su uso indiscriminado o no justificado. Y segunda, su alto precio en el mercado negro, que podr¨ªa rondar los 15.000 d¨®lares (cerca de 1.750.000 pesetas) por dosis.
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