Algunos jueces y las presiones de ETA impidieron la concesi¨®n masiva de permisos navide?os a los reclusos
La pretensi¨®n de la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias de conceder permisos navide?os a 89 presos etarras clasificados en segundo grado, por lo que pueden gozar de ese beneficio, han fracasado en buena parte por la negativa de algunos jueces de vigilancia penitenciaria a aplicarla. El temor de determinados presos beneficiarios de la medida a abandonar la c¨¢rcel como consecuencia del llamado s¨ªndrome de Yoyes tambi¨¦n impidi¨® el ¨¦xito de la medida, seg¨²n fuentes pol¨ªticas vascas.
Esta decisi¨®n judicial obstaculiz¨® en parte los planes previstos por la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias, dentro de su pol¨ªtica de reinserci¨®n pol¨ªtica, en los que pretend¨ªa conceder el permiso navide?o a unos 65 del n¨²cleo de 89 presos clasificados en el segundo semestre de 1989 como reclusos de segundo grado. Esta clasificaci¨®n les otorga, entre otros privilegios, la posibilidad de obtener permisos, disponer de comunicaciones directas con sus familiares y de horas libres para el estudio.Una parte de los jueces de vigilancia penitenciaria, cuyo n¨²mero no fue precisado por las fuentes consultadas, a los que corresponde la decisi¨®n final en la concesi¨®n de los permisos bloquearon las salidas de los presos etarras. Fuentes pol¨ªticas vascas manifestaron ayer que la actitud de estos jueces "es la consecuencia de un clima general en el que se mezclan varios factores, como el malestar originado por el asesinato de la fiscal Carmen Tagle por la organizaci¨®n terrorista ETA el pasado 12 de septiembre, presiones de familiares de v¨ªctimas del terrorismo, de algunos funcionarios de prisiones y de algunos partidos".
Las mismas fuentes manifestaron que la Direcci¨®n General de Instituciones Penitenciarias est¨¢ plante¨¢ndose trasladar a presos de ETA, clasificados en segundo grado, a c¨¢rceles del Pa¨ªs Vasco, como las de Nanclares de la Oca y Martutene, en la previsi¨®n de que "los jueces de esta comunidad est¨¢n m¨¢s sensibilizados con la pol¨ªtica de reinserci¨®n y concedan permisos", o a zonas de competencia de "jueces m¨¢s abiertos".
El paso de presos de ETA del primer grado, en el cual hasta hace medio a?o estaban todos clasificados, al segundo y tercero es una medida destinada a facilitar la reinserci¨®n de los reclusos y quebrar actitudes numantinas que los llamados duros de la organizaci¨®n terrorista fomentan en el seno de las c¨¢rceles, aseguran las fuentes vascas.
La reclasificaci¨®n llevada a cabo por la Antoni Asunci¨®n, director general de Instituciones Penitenciarias, en medio de la m¨¢xima discreci¨®n, ha afectado a un 27,53% -unos 89 reclusos- de los 322 etarras condenados, que han pasado al segundo grado, y a un 4,12% -13 internos- a los que se ha reclasificado en tercer grado. Estos ¨²ltimos pueden salir en libertad condicional, mientras que los de segundo grado son susceptibles de obtener permisos.
La medida de la concesi¨®n de permisos hab¨ªa sido experimentada a peque?a escala y con gran discreci¨®n a lo largo de los ¨²ltimos meses "con resultados satisfactorios", seg¨²n las fuentes vascas. La paradoja es que algunos presos, a los que los jueces de vigilancia penitenciaria han concedido permisos, han rehusado el beneficio.
Estos casos aislados, cuyo n¨²mero no llegaron a precisar las fuentes, obedecen al llamado s¨ªndrome de Yoyes. El asesinato de la ex dirigente etarra Dolores Gonz¨¢lez Catarain, Yoyes, en septiembre de 1986, por miembros de la organizaci¨®n terrorista al acogerse a un indulto provoc¨® el temor entre los presos predispuestos a beneficiarse de medidas judiciales blandas.
Adem¨¢s, la actual pol¨ªtica de reclasificaci¨®n de los presos de ETA del Ministerio de Justicia ha sido criticada por los abogados de la organizaci¨®n terrorista, lo que ha replegado a algunos de los reclusos beneficiados por la medida.
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