Dimite en bloque la izquierda democristiana italiana, en protesta por la ca¨ªda del alcalde de Palermo

La dimisi¨®n forzada del m¨ªtico alcalde democristiano de Palermo, Leoluca Orlando, ha provocado un terremoto en el ala izquierda de la Democracia Cristiana (DC) de Italia, principal formaci¨®n pol¨ªtica del pa¨ªs. Los dirigentes de esa corriente presentaron ayer su renuncia en bloque a todos sus cargos, empezando por Ciriaco de Mita, que ha dejado la presidencia democristiana. Ha presentado tambi¨¦n su dimisi¨®n el n¨²mero dos de la secretar¨ªa democristiana, el vicesecretario Guido Bodrato, uno de los personajes de mayor prestigio de la DC, y con ¨¦l, todos los dem¨¢s miembros de la corriente demitiana que desempe?aban cargos de responsabilidad en el partido.

Por el momento, y "por sentido de responsabilidad", como ha subrayado Bodrato, no han querido renunciar a sus cargos en el Gobierno, donde cuentan con varios ministros y subsecretarios. Pero Paolo Cabras, otra de las personalidades relevantes de la izquierda democristiana, m¨¦dico de profesi¨®n, ha subrayado que tal cuesti¨®n podr¨ªa plantearse m¨¢s adelante si el Gobierno que preside el democristiano Giulio Andreotti -a quien se responsabiliza de la ca¨ªda del alcalde de Palermo- no presenta una ley antimonopolio en el campo de la Prensa.Las renuncias en la importante, dentro de la DC, corriente de izquierdas, que hab¨ªa sido derrotada en el ¨²ltimo congreso del partido celebrado en Roma tras haber tenido que dejar la secretar¨ªa nacional su l¨ªder hist¨®rico De Mita, sucesor de Aldo Moro, se hicieron inevitables cuando, al producirse la dimisi¨®n de Orlando en Palermo el secretario democristiano Arnaldo Forlani se hab¨ªa negado a convocar a la direcci¨®n del partido pedida por De Mita.

Forlani, que no esperaba una reacci¨®n tan inmediata y violenta desde la izquierda del partido, rompiendo as¨ª la unidad alcanzada en el ¨²ltimo congreso, ha confesado que ahora "todo se hace mucho m¨¢s dif¨ªcil" para ¨¦l. En realidad ha quedado abierto el juego con vistas al pr¨®ximo congreso del partido, previsto para 1991, en el que la izquierda volver¨¢ a dar la batalla para reconquistar el liderazgo perdido.

Mientras tanto, desde Palermo, Orlando ha declarado que "la guerra empieza ahora". Y afirma que prev¨¦ para los tres meses que faltan para las elecciones administrativas "todo tipo de esc¨¢ndalos, especulaciones e intrigas".

Pero el joven ex alcalde, considerado como un h¨¦roe en la lucha contra la Mafia, no se rinde. "Se desea que vuelva a gobernar la Mafia", dice, aunque a?ade que si la ciudad volviese hoy mismo a las urnas votar¨ªa otra vez en bloque al grupo progresista que gobern¨® la ciudad los dos ¨²ltimos a?os. Ahora cree que en estos tres meses la Mafia puede desencadenar todo tipo de maniobras para que vuelvan al "palacio de las ?guilas" o de "las verg¨¹enzas" -como se llama al Ayuntamiento de Palermo- las "peores fuerzas conservadoras", con las que, desde siempre, la Piovra (el pulpo mafioso) ha podido hacer sus negocios y sus intrigas en santa paz.

Luna de miel acabada

Por lo que se refiere al Gobierno, ayer la Prensa subrayaba que a Andreotti "se le ha acabado la luna de miel". El malestar dentro, de la coalici¨®n que lo sostiene se hace cada d¨ªa m¨¢s fuerte. Hay quien piensa que alguien est¨¢ agitando las aguas para poder anticipar unas elecciones legislativas y coger as¨ª a contrapi¨¦ a un partido comunista que est¨¢ inmerso en una batalla interna entre quienes quieren cambiar radicalmente el partido de Toigliatti y de Berlinguer, como el secretario nacional Achille Occhetto, y quienes prefieren seguir siendo y llam¨¢ndose "comunistas", como Pietro Ingrao o Armando Cossutta. Por eso Occhetto ha dicho que tales elecciones anticipadas ser¨ªan consideradas por su partido como "un verdadero golpe".Andreotti ha tenido que renunciar sine die a todos sus compromisos internacionales, y con toda probabilidad la semana que viene se ver¨¢ obligado a convocar una cumbre de los secretarios de los cinco partidos que forman su Gobierno (democristianos, socialistas, socialdem¨®cratas, republicanos y liberales) para analizar si el Gabinete italiano est¨¢ a¨²n vivo o no.

Voto de confianza

Ayer mismo, el Gobierno Andreotti tuvo que superar una votaci¨®n de confianza para aprobar un art¨ªculo del proyecto de ley sobre autonom¨ªas locales e impedir que fueran aprobadas enmiendas presentadas por la oposici¨®n. La votaci¨®n, a mano alzada, dio el resultado de 353 votos a favor, 112 en contra y dos abstenciones. Numerosos diputados comunistas se ausentaron de la sala durante la votaci¨®n.