Ronconi: "Hay que incentivar al p¨²blico"
El director teatral presenta estos d¨ªas en Madrid su montaje de Chejov
Luca Ronconi, de 52 a?os, lleg¨® el jueves a Madrid no s¨®lo para estar al lado de su compa?¨ªa, que estos d¨ªas presenta en el teatro Mar¨ªa Guerrero su montaje de Las tres hermanas, de Anton Chejov, sino para participar en el seminario-conferencia en el que, bajo el nombre de Ronconi en moviola, se abordan en profundidad las t¨¦cnicas de trabajo elaboradas por el director italiano para esta puesta en escena. Ronconi, a quien la edad y su continuo ¨¦xito profesional no le han disminuido su enfermiza timidez, neg¨® que ¨¦l fuera un divo, y afirm¨® que el espectador teatral de hoy est¨¢ desmotivado y que ¨¦l trata de incentivarlo.
Luca Ronconi, que pas¨® el jueves el mal trago, debido a su gran timidez, de responder a las preguntas de la Prensa, acudi¨® por la tarde a la cita que con profesionales e interesados ten¨ªa dentro de su conferencia-seminario, en la que a trav¨¦s de un v¨ªdeo grabado durante ensayos y representaciones de su montaje de Las tres hermanas, de Ant¨®n Chejov, analizaba y reflexionaba sobre las relaciones entre ¨¦l y el autor a la hora de realizar la puesta en escena que por primera vez se estren¨® en Espa?a el pasado mi¨¦rcoles en el teatro Mar¨ªa Guerrero.Las representaciones, acogidas por el Centro Dram¨¢tico Nacional, se enmarcan dentro del Festival Espa?a-Italia 1990, que a lo largo de este a?o se celebra en diversas ciudades espa?olas. El a?o que viene se llevar¨¢ a cabo el Festival Italia-Espa?a 1991, con la participaci¨®n de diversas figuras espa?olas que acudir¨¢n a mostrar a Italia sus diferentes trabajos.
Ronconi, que fue actor desde 1953 a 1963, coment¨® el jueves que dej¨® esta actividad profesional para pasarse a la de director de escena porque no le gustaba el teatro que se hac¨ªa: "Estaba a disgusto dentro de los personajes que me tocaba interpretar, y de hecho cuando lo dej¨¦ estuve tres o cuatro a?os sin hacer nada, tiempo tras el cual otros actores a los que les pasaba lo que a m¨ª, y que tambi¨¦n se encontraban inc¨®modos, me llamaron para dirigirlos, y a partir de ah¨ª cambiaron las cosas, al menos para m¨ª".
Tras ese per¨ªodo de tiempo se le empez¨® a considerar un revolucionario dentro de la escena europea, algo que pudo constatar el p¨²blico madrile?o cuando acudi¨® hace 20 a?os al Palacio de los Deportes con una revulsiva puesta en escena de Orlando furioso. Ahora, cuando se le pregunta si la revoluci¨®n en ¨¦l o en el teatro ha terminado, contesta: "El teatro es una cosa que siempre se construye o se destruye; a veces se producen ambas cosas de manera simult¨¢nea", y a?ade que la relaci¨®n con el p¨²blico es fundamental; siempre hay espectadores desmotivados que deben ser incentivados y hay que hacer algo para que este p¨²blico sea un buen conocedor". Y concluye afirmando que "hay que favorecer intercambios, y para ello es necesario un aprendizaje que podr¨ªa considerarse que es una revoluci¨®n que para algunos actores est¨¢ por hacer".
Ronconi estaba el jueves rodeado de sus actores mientras sufr¨ªa o se defend¨ªa contestando las preguntas que se le formulaban. Estos int¨¦rpretes, con los que habitualmente traba a desde hace muchos a?os, ya que afirma sentir una curiosidad por ellos que cree rec¨ªproca y un inter¨¦s que viene de lejos, dicen de su director que Ronconi encierra en su manera de trabajar toda la filosof¨ªa del teatro.
Una de sus tres hermanas, la actriz Marisa Fabbri, coment¨® que Ronconi se plantea cada d¨ªa c¨®mo proponer un lenguaje teatral que no s¨®lo esconda esa filosofia, sino que establezca que los dos protagonistas son el autor y el espectador, metodolog¨ªa que no quiere buscar un consenso, sino un debate dial¨¦ctico.
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