Sufrir y morir en urgencias

Miembros del personal sanitario de los principales hospitales de Madrid han denunciado el deterioro de los servicios de urgencias de los centros a causa de su saturaci¨®n. Los trabajadores del Doce de Octubre aseguran que las urgencias est¨¢n al borde del bloqueo, mientras degenera la asistencia al enfermo. En la noche del pasado lunes, el Gregorio Mara?¨®n tuvo que desviar pacientes hacia otros hospitales, despu¨¦s de que los familiares se amotinaran por la falta de atenci¨®n m¨¦dica.Un parte oficial reconoce que dos enfermos murieron el lunes en el Gregorio Mara?¨®n mientras esperaban para ser reconocidos. Un paciente falleci¨® despu¨¦s de entrar en coma cuando llevaba dos horas esperando para ser atendido. El otro enfermo fue encontrado muerto en una camilla tres horas despu¨¦s de su ingreso en el hospital.Entre tanto, la direcci¨®n provincial del Instituto Nacional de la Salud (Insalud) ha encargado auditor¨ªas para conocer "con detalle" el funcionamiento de las urgencias en Madrid.

Urgencias, Doce de Octubre: donde caben tres caben cuatro; pero el quinto debe aguardar en los pasillos. Las habitaciones o boxes tienen capacidad para tres camas. En el Doce de Octubre han conseguido introducir una cuarta, aunque carezca de tomas de ox¨ªgeno, elementos de sujeci¨®n del suero o aparatos para el control de la tensi¨®n. ?C¨®mo atender al cuarto paciente?: "Hay que correr la cama de otro enfermo", explica un portavoz de los m¨¦dicos.

El principio de la elasticidad de las plazas sanitarias se ha estirado a¨²n m¨¢s. En el Gregorio Mara?¨®n, donde caben tres camas pueden caber seis. Y hasta siete. As¨ª lo afirma el doctor Antonio Barba, especialista en medicina interna de este hospital, dependiente de la Comunidad de Madrid. Barba vivi¨® el pasado lunes d¨ªa 22 su noche "m¨¢s dram¨¢tica". Tuvo que ordenar a la polic¨ªa, ambulancias y al resto de los hospitales que no le llevaran pacientes ante el colapso del servicio de urgencias.

Los sanitarios del Doce de Octubre aseguran que cada d¨ªa pasa por las urgencias una media de 450 enfermos. La presi¨®n demogr¨¢fica que soporta el centro sanitario -es el hospital de referencia de una poblaci¨®n de 700.000 habitantes- ha obligado a "duplicar artificialmente" la capacidad del servicio, seg¨²n los trabajadores. "La sala de urgencias est¨¢ dise?ada para 29 camas, pero en la actualidad hay 57", relata Jer¨®nimo Romero, ayudante t¨¦cnico sanitario del Grupo de Estudios de Enfermer¨ªa del hospital.?Es posible atender en urgencias a cuatro enfermos a la vez? Un portavoz de los m¨¦dicos residentes contesta: "Lo conseguimos, a pesar de que apenas hay espacio f¨ªsico para moverse. Pero tiene sus riesgos; hay m¨¢s posibilidades de error".Espera en los pasillos

Los pacientes cuya urgencia se puede demorar est¨¢n esparcidos por los pasillos: unos en camas, otros en sillas de ruedas, y algunos en butacas de la cafeter¨ªa. "Pueden transcurrir hasta seis horas", precisan profesionales del centro sanitario. Durante la noche negra del Gregorio Mara?¨®n, algunos enfermos tuvieron que aguardar de pie, ya que las 25 sillas de pl¨¢stico de la sala de espera de urgencias estaban ocupadas.

El Insalud se?ala que en 1989 un total de 1.167.424 casos de urgencia fueron atendidos en los hospitales que gestiona en la regi¨®n de Madrid. Estos datos reflejan un incremento del 4,3%. respecto a 1988. "No obstante, en los hospitales de la periferia se ha mantenido una fuerte tendencia al alza; muchos de los hospitales son nuevos y a¨²n no han tocado su techo asistencial", puntualiza Francisco Ortega, director provincial del Insalud. En su opini¨®n, en las urgencias de la capital "se ha producido un par¨®n". El Insalud ha encargado auditor¨ªas para conocer "con todo detalle" el funcionamiento de las urgencias en sus hospitales.Por hospitales, uno de los que m¨¢s han visto aumentar la demanda de urgencias es el de M¨®stoles, donde los casos que se atendieron en 1989 se incrementaron en un 11,3% sobre el a?o anterior. Igualmente espectacular fue el aumento en el hospital Severo Ochoa, de Legan¨¦s, donde fue de un 10,8%.

En el Doce de Octubre el par¨®n fue casi total. De 226.965 urgencias en 1988 se pas¨® a 227.680 en 1989; es decir, s¨®lo un 0,3% m¨¢s. En diciembre se atendieron 19.302 casos. "En este hospital hay 100 m¨¦dicos para atender 400 urgencias diarias", seg¨²n Ortega.En la residencia sanitaria La Paz, quiz¨¢ uno de los hospitales m¨¢s representativos de la ciudad, se produjo un incremento de las urgencias del 2,3%, aunque del total de casos atendidos, seg¨²n Ortega, s¨®lo el 37% fueron realmente urgencias.Bloqueo

Donde la tendencia ha sido negativa, es decir, se ha producido un descenso en el n¨²mero de casos atendidos, ha sido en los hospitales Ram¨®n y Cajal (con un 3,5% menos) y Cl¨ªnico, donde se pas¨® de 89.946 urgencias atendidas en 1988 a 87.147 en 1989. Ortega, sin embargo, no quiere ser optimista. "No existen varitas m¨¢gicas. No hay ning¨²n pa¨ªs donde no ocurra algo similar. Pero hay que tratar de que las urgencias que lleguen a los hospitales sean las verdaderas", sentenci¨®.

Tampoco es f¨¢cil dar salida a los enfermos de urgencias que necesitan pasar a otros departamentos del hospital para completar su asistencia. "Faltan camas en el hospital, y eso hace que se vayan bloqueando las urgencias", afirma un m¨¦dico del Doce de Octubre, que agrega: "Es tremenda la situaci¨®n de agobio que nos produce".