Avances en la enfermedad de Parkinson

El art¨ªculo publicado por Larry Thomson en la secci¨®n Medicina y Sanidad de EL PA?S del 13 de enero de 1990 intenta, con cierto ¨¦xito, la siempre dif¨ªcil tarea de divulgar avances cient¨ªficos. Desafortunadamente, en mi opini¨®n, varios aspectos tratados en dicho informe pueden conducir a interpretaciones err¨®neas. En primer lugar quisiera aclarar que, al contrario de lo indicado el tratamiento convencional con levodopa no cesa con el paso del tiempo, ni la posible progresividad de la enfermedad la hace refractaria a los f¨¢rmacos existentes. Debe admitirse ciertamente que el tratamiento cr¨®nico con levodopa se asocia con ciertas complicaciones, pero tambi¨¦n es cierto que existen diversos avances farmacol¨®gicos que permiten mejorar estas situaciones. En la actualidad el tratamiento con levodopa y otros f¨¢rmacos antiparkinsonianos consigue devolver una movilidad adecuada, con efectos secundarios cada vez menos frecuentes, en la gran mayor¨ªa de pacientes.Las publicaciones cient¨ªficas a las que se refiere el art¨ªculo publicado en EL PA?S demostrando alteraciones mitocondriales son ciertamente fascinantes y abren una importante v¨ªa de investigaci¨®n. Debe quedar claro, sin embargo, que el hallazgo de alteraciones mitocondriales similares en animales de experimentaci¨®n que nunca desarrollan naturalmente s¨ªntomas similares a la enfermedad de Parkinson, tras la administraci¨®n del t¨®xico MPTP, sugiere principalmente que la lesi¨®n mitocondrial y la degeneraci¨®n neuronal que caracterizan a la enfermedad de Parkinson se producen por sustancias similares al MPTP, que puedan ser producidas por el propio organismo o recibidas desde el medio ambiente. Por supuesto, la posibilidad de una sus-

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