Sur¨¢frica legaliza a la oposici¨®n antiapartheid y Iibera a los presos
ENVIADO ESPECIAL, Sur¨¢frica vive las primeras horas de su amanecer como un nuevo pa¨ªs despu¨¦s de que el presidente Frederik W. de Klerk respondiera ayer positivamente a las demandas del movimiento negro Congreso Nacional Africano (ANC), que es desde hoy una organizaci¨®n legal. Los presos pol¨ªticos van a salir en libertad, los exiliados pueden volver y las ejecuciones quedan suspendidas en Sur¨¢frica, donde el l¨ªder nacionalista Nelson Mandela saldr¨¢ pronto en libertad sin condiciones.
"El Gobierno est¨¢ claramente decidido a terminar con la dominaci¨®n blanca", confes¨® ayer a la Prensa internacional Gerrit Viljoen, ministro de Desarrollo Constitucional y mano derecha del presidente De Klerk.El discurso de apertura del Parlamento que pronunci¨® ayer De Klerk es la m¨¢s firme manifestaci¨®n a favor del cambio realizada en la historia del pa¨ªs desde la jefatura del Estado. Deja la puerta abierta a la negociaci¨®n sobre lo que ha de ser la futura Sur¨¢frica, levantada sobre un nuevo ordenamiento constitucional de corte occidental, "en el que cada habitante gozar¨¢ de los mismos derechos, tratamiento y oportunidades".
De Klerk anunci¨® la legalizaci¨®n del ANC, del Congreso Panafricanista y del partido comunista y el levantamiento de la prohibici¨®n de operar que afectaba a otras 33 organizaciones, entre ellas el Frente Democr¨¢tico Unido (UDF), que agrupa a diversas entidades que luchan contra el apartheid, y la federaci¨®n sindical Cosatu.
[Las reacciones internacionales a las medidas del Gobierno surafricano fueron de est¨ªmulo y esperanza. El presidente George Bush mostr¨® su satisfacci¨®n y dijo que la pol¨ªtica de sanciones econ¨®micas de Estados Unidos ser¨¢ replanteada, informa Reuter. El secretario general de la ONU, Javier P¨¦rez de Cu¨¦llar, dijo que los cambios en Sur¨¢frica le sonaban a "m¨²sica celestial". La CE dio la bienvenida a las medidas liberalizadoras surafricanas, pero se?al¨® que todav¨ªa no hab¨ªa planes para revisar la pol¨ªtica de sanciones contra Pretoria.
Pasa a la p¨¢gina
De Klerk dice que ha iniciado la reconciliaci¨®n nacional
Viene de la primera p¨¢gina"La era de la violencia se ha acabado", dijo ayer el presidente Surafricano, Frederik de Klerk. "Ha llegado el momento de la reconstrucci¨®n y la reconciliaci¨®n", tarea en la que asegur¨® que "Nelson Mandela puede desarrollar una importante f¨²nci¨®n". El Gobierno de Pretoria ha tomado "la firme decisi¨®n de liberar a Mandela sin condiciones" y "pronto decidir¨¢ sobre la fecha de su puesta en libertad", a?adi¨® en su discurso ante el Parlamento.
De Klerk tambi¨¦n adelant¨® que los presos por motivos pol¨ªticos ser¨¢n puestos en libertad y se?al¨® que quedan sin vigor las restricciciones sobre la libertad de prensa, aunque seguir¨¢ habiendo controles sobre el material gr¨¢fico relativo a escenas de violencia. La guerra civil larvada que se vive en algunas zonas del pa¨ªs -en particular Natal, donde el enfrentamiento entre Inkatha y UDF causa muertos cada d¨ªa- impide el total levantamiento del estado de excepci¨®n, seg¨²n De Klerk, quien se propone completarlo en cuanto las circunstancias lo permitan.
El Gobierno va a reformar la ley sobre la pena de muerte -que ahora es de aplicaci¨®n obligatoria en los casos en que hay v¨ªctimas mortales y se aplica tambi¨¦n a quienes presuntamente mantienen el mismo objetivo que el homicida- y dar a los jueces poder discrecional para dictar sentencias. En espera de esta reforma queda suspendida la pena capital, a la que est¨¢n condenados 279 presos, 83 de ellos por motivos pol¨ªticos.
El presidente hizo saber que en el curso de este a?o quedar¨¢ abrogada la Separate Amenities Act -la ley que consagra el segregacionismo en entidades p¨²blicas, tales como piscinas o bibliotecas-, e incluso consider¨® posible que los cuatro homelands independientes creados por Pretoria y no reconocidos por la comunidad internacional vuelvan a ser incorporados en la Rep¨²blica.
'Derechos de grupos'
En un ambiguo pasaje, De Klerk anunci¨® que "no es la pol¨ªtica ni la intenci¨®n del Gobierno que ning¨²n grupo -se defina como se defina- vaya a ser favorecido por encima o en relaci¨®n con cualquier otro", formulaci¨®n tras la que se esconde el prop¨®sito presidencial de impedir que la minor¨ªa blanca sea dominada por la mayor¨ªa. Para ello el partido nacionalista juega con la idea de establecer un sistema pol¨ªtico basado en derechos de grupos, al que se opone el ANC ya que permitir¨ªa a los blancos conservar su privilegiada identidad. De Klerk hizo ¨¦nfasis en que han de protegerse los derechos de las minor¨ªas.
El discurso de De Klerk crea una atm¨®sfera pol¨ªtica y unas reglas de juego completamente nuevas en Sur¨¢frica y con ellas ha puesto la pelota en el terreno de la mayor¨ªa, a la que llam¨® a negociar el futuro de Sur¨¢frica. "Ha llegado la hora de hablar y quien siga poniendo excusas es que realmente no quiere hablar", dijo De Klerk.
Las primeras reacciones de los representantes de UDF en Ciudad del Cabo fueron de cauto elogio a la iniciativa de De Klerk, al que calificaron de audaz, aunque hicieron notar que no hab¨ªa respondido a todas las exigencias (los presos acusados de terrorismo seguir¨¢n en prisi¨®n, no hubo referencias a la retirada de las tropas de los guetos, ni se ha levantado por completo el estado de excepci¨®n). Allan Boesak, uno de los l¨ªderes de UDF, reconoci¨® la honradez pol¨ªtica de Frederik de Klerk, pero dijo que a¨²n que da mucho por hacer.
La oposici¨®n blanca parlamentaria se dividi¨® entre la satisfacci¨®n del Partido Dem¨®crata, que ve "abierto el camino hacia una democracia no racial" y la repugnancia del Partido Conservador (CP), para el que De Klerk ha desatado un proceso revolucionario de imprevisibles consecuencias en el que el CP va a luchar hasta el final contra una Sur¨¢frica unificada y no racista.
El arzobispo y premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, calific¨® de "incre¨ªble" y "rnaravilloso" el anuncio del presidente surafricano de que Nelson Mandela ser¨¢ liberado pr¨®ximamente y de que se ha legalizado el ANC.
Tutu se?al¨® que aunque De Klerk no ha cumplido todas las exigencias de los movimientos antiapartheid "ha recorrido un largo el camino en ese sentido".
"Yo le digo ahora: contin¨²e con ese proceso y convi¨¦rtalo en irreversible".
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