Los hermanos pr¨®digos
El primer centro mas¨®nico erigido en Galicia desde 1936 despierta la curiosidad de los coru?eses
"Habr¨¢ que poner un escapulario detr¨¢s de la puerta". La opini¨®n de una anciana pariente del propietario del peque?o bar de un barrio coru?¨¦s es la ¨²nica discordante del parecer del resto de los parroquianos. "Esto de al lado" -la logia Renacimiento 15 Curros Enr¨ªquez- "no hace mal a nadie". El primer centro mas¨®nico erigido en Galicia desde 1936 est¨¢ en La Coru?a, y desde hace dos semanas 30 hermanos de las cuatro provincias se re¨²nen sorteando las curiosas miradas del vecindario. Para los masones gallegos es como volver a casa.
Cuando a los coru?eses se les qued¨® peque?a la ciudad medieval, en cuyas iglesias rom¨¢nicas todav¨ªa se ven las marcas mas¨®nicas grabadas por los canteros, los comerciantes, militares y hombres de leyes levantaron sus edificios de piedra noble a lo largo de la bah¨ªa.Los artesanos y obreros construyeron con sus manos casas de uno o dos pisos en la lengua de tierra que apunta a mar abierto, hacia la torre de H¨¦rcules. Descendientes de lo que levantaron las iglesias y de los que las costearon, presidentes republicanos como Santiago Casares Quiroga, militares liberales como Juan D¨ªaz Porlier y Francisco Espoz y Mina, escritores como Manuel Curros Enr¨ªquez o Manuel Lugris Freire, formaron parte de las logias coru?esas, muchas de las cuales levantaron las columnas de sus templos en esta zona con tradici¨®n republicana en donde est¨¢n los cementerios cat¨®lico civil y brit¨¢nico, alineados junto al mar. Este barrio, el ¨²nico que conserv¨® el carnaval, toda v¨ªa tiene un jard¨ªn con chal¨¦s construidos por alg¨²n patrono para sus obreros, que se llama Campo de Marte; el colegio anexo sigue dedicado a Curros Enr¨ªquez, y una de las penas m¨¢s tradicionales se titula Os ben Levados (los que se llevan bien).
Profesionales liberales
El primer centro mas¨®nico erigido en Galicia desde 1936 est¨¢ precisamente all¨ª, y desde hace una semana, 30 hermanos de las cuatro provincias se re¨²nen sorteando las curiosas miradas del vecindario. Son profesionales liberales entre los 35 y los 40 a?os, pero tambi¨¦n un portero de finca urbana y un anciano de 82 a?os, iniciado en 1932. Eran tambi¨¦n 30 los integrantes de la primera logia documentada de la ciudad, pero no todo es simbolog¨ªa. "La verdad es que all¨ª los alquileres eran baratos", es uno de los pocos comentarios sobre aspectos profanos que hace Antonio Carro Fern¨¢ndez-Valmayor en un discurso de marcado tono filos¨®fico. "Me inici¨¦ por compromiso personal. Soy agn¨®stico (la masoner¨ªa irregular o liberal, la tradicional en Galicia, no exige la creencia en un Dios revelado) y creo en el proyecto del g¨¦nero humano y en la esperanza que supone un espiritualismo laico".Antonio Carro, portavoz socialista en la anterior C¨¢mara auton¨®mica y vicepresidente de la actual, descubri¨® con luz, taqu¨ªgrafos y televisi¨®n su condici¨®n de mas¨®n hace un a?o, precisamente cuando contrapuso la "ceremonia del pensamiento" a la "ceremonia de la confusi¨®n" a la que alud¨ªa un diputado rival. "Decirlo me ha creado m¨²ltiples adhesiones; desde tenderos y comerciantes que se confesaron entusiastas, hasta el respeto de gentes de la derecha; son muestras de que algo est¨¢ cambiando en este pa¨ªs. En el partido se ha tomado con normalidad. En general no ha habido m¨¢s problemas que los derivados de posturas inconfesables". A la que s¨ª sorprendi¨® fue a su madre.
Dicen que desde el acantilado donde est¨¢ el faro dedicado a H¨¦rcules, otro referente mas¨®n, un caudillo celta divis¨® una ma?ana despejada la isla de Irlanda, y all¨ª envi¨® a su hijo con una piedra sobre la que hoy se coronan los reyes de Inglaterra. G. V., venerable maestro de la Renacimiento 15, ten¨ªa cuatro a?os cuando empezaron a fusilar a los masones, y a los veintitantos hizo la misma ruta que el hijo de Breog¨¢n, caudillo celta, con una carga a¨²n m¨¢s pesada. "Era un ni?o de la guerra que de adolescente le¨ªa a Ortega y Gasset en unos libros que hab¨ªa tra¨ªdo mi jefe desde Am¨¦rica. Me march¨¦ a Inglaterra con sentimiento de exilado, por no querer hacer el servicio militar en el Ej¨¦rcito de un dictador". Pronto tuvo una buena posici¨®n social, y en el selecto club al que pertenec¨ªa hizo amistad con gente que consider¨® "maravillosa". "A?os despu¨¦s descubr¨ª que eran masones, y sab¨ªa que muchos coru?eses de buena familia lo hab¨ªan sido, pero ignoraba si era algo bueno o malo". Lleg¨® a viajar a Escocia para preguntarle a un cu?ado si hab¨ªa "alguna conexi¨®n sucia. ?l era mas¨®n, y me dijo que mi conducta tambi¨¦n lo era". Al volver a Londres la ma?ana de un domingo hace 15 a?os pidi¨® el ingreso a sus amigos del club. "Me abrazaron y me dijeron que llevaban a?os esperando que lo solicitara. No volv¨ª a ser el mismo".
Hace seis a?os cruz¨® el mar de vuelta con el grado 18 de la masoner¨ªa y un regalo de sus amigos del club. Un sello de oro con la escuadra y el comp¨¢s grabados en la tapa, que se puede girar para ocultar el s¨ªmbolo. Lo lleva del lado visible. "La masoner¨ªa no es una sociedad secreta, es una sociedad con secretos, al igual que una familia". Luchar contra la leyenda negra del secretismo fue lo que decidi¨® a los masones de la Gran Logia Simb¨®lica Espa?ola a anunciar la apertura de un templo, a permitir la entrada a los medios de comunicaci¨®n y quiz¨¢ a repartir mecheros con su anagrama. Puestos a encontrarles defectos a sus vecinos de al lado, los parroquianos del bar se abonan al de "por qu¨¦ no lo dejan ver". De hecho, algunos vecinos entraron a intentar echar un ojo el d¨ªa de la primera reuni¨®n.
"Hay curiosidad, pero no hostilidad. Me ha sorprendido esa reacci¨®n positiva". Miguel Llorens, secretario de la logia, iniciado en la Hispanoamericana n¨²mero 2 de Madrid (la misma de la que provinieron Casares y otros relevantes masones coru?eses), tuvo al poco tiempo problemas en el trabajo en Valladolid, su ciudad natal. Su mujer no est¨¢ de acuerdo, pero tampoco en contra. "Incluso cuando busc¨¢bamos local sol¨ªamos reconocer que era para una logia y no pasaba nada, aunque si intu¨ªamos rechazo dec¨ªamos que era para una asociaci¨®n de tipo cultural", explica Llorens.
"La simbolog¨ªa es la primera fase de identificaci¨®n de las personas, un patrimonio com¨²n a expresiones universales en todas las culturas", seg¨²n Antonio Carro. Un templo mas¨®nico debe poseer un ornamento tan caracter¨ªstico como alejado de la moda imperante en decoraci¨®n. "A los t¨¦cnicos y operarios les avis¨¢bamos que la reforma iba a ser un poco rara, que era para un templo mas¨®nico, pero hubo una gran colaboraci¨®n", contin¨²a sorprendido Llorens. Conseguir las columnas que presiden la entrada a los templos mas¨®nicos en recuerdo del de Salom¨®n s¨ª fue una odisea, y al final las obtuvieron entre los elementos de decoraci¨®n. desechados de unos grandes almacenes.
Exiliados
Los compases, las escuadras, los espadines y otros elementos del rito mas¨®nico (el Escoc¨¦s Antiguo y Aceptado) han venido de nuevo a trav¨¦s del mar. De Londres, de M¨¦xico, o de una logia formada en Casablanca en 1940 por exilados espa?oles que sol¨ªa frecuentar el socialista hist¨®rico Rodolfo Llopis.Casares Quiroga y Gerardo Abad Conde, dirigentes de facciones republicanas rivales y ac¨¦rrimos enemigos personales, fueron hermanos de logia, aunque en realidad no acabaron demasiado bien. En la tolerancia como norma de conducta insisten tanto el hermano secretarlo, m¨¦dico que dej¨® el antifranquismo pol¨ªtico por el humanismo espiritualista entre acusaciones de "interclasista" o "compa?ero de viaje del comunismo", como el ni?o de la guerra que ley¨® a Ortega y se hizo en Londres assistant manager y mas¨®n. El pol¨ªtico socialista, ex concejal en el Ayuntamiento coru?¨¦s que acogi¨® una logia en la torre del Reloj, asegura que practica la misma virtud en pol¨ªtica.
-Su oratoria no es de las m¨¢s comedidas en la C¨¢mara, se?or Carro.
-Yo tengo respeto hasta por la ignorancia, y como mas¨®n me siento orgulloso de que Franco, que consigui¨® el poder y no s¨¦ si la gloria cristiana, no pudiera entrar en la orden.
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