El partido de la refundaci¨®n
Es el momento de reaccionar. El Bariga est¨¢ en la cuarta posici¨®n en la Liga, que es, al fin y al cabo, lo que importa en el calendario de las competiciones. La chica del tiempo en TVE tapa Catalu?a con su menudo cuerpo cuando explica las borrascas, y la Prensa madrile?a alude a falta de esp¨ªritu en las l¨ªneas cul¨¦s ante la tarea crucial del gol.N¨²?ez ha emprendido el camino hacia una nueva era con firme pulso y la m¨¢quina de calcular en la mano: 4.000 pesetas por socio que garantizan un alto nivel presupuestario para no desmerecer frente a los salvajes dineros funcionariales del Real Madrid.
Pero N¨²?ez y yo sabemos que eso no es suficiente, aunque sea por motivaciones distintas. N¨²?ez sabe que, si se cede a Milla, Milla acabar¨¢ por organizar el juego de los merengues, como ya hizo Schuster cuando se deshizo de sus principios y acept¨® colaborar con la bestia blanca. N¨²?ez sabe tambi¨¦n que Mart¨ªn V¨¢zquez, de faz rubicunda y barba salvajemente sensual, quedar¨ªa mejor vestido de azulgrana. Todo eso lo sabe N¨²?ez.
N¨²?ez, sin embargo, parece desconocer lo fundamental, lo que est¨¢ en la ra¨ªz de los males del Bar?a. Y lo ha descubierto un m¨¦dico tarraconense, Gerardo Grau, experto en salud p¨²blica: el grito de "Visca el Bar?a", inventado por un valenciano blavero, es la negaci¨®n de las esencias nacionales y carece, por tanto, de capacidad movilizadora sobre los jugadores.
Proponemos este m¨¦dico y yo que se sustituya por el subjuntivo "Visqui el Bar?a" o bien, m¨¢s adecuado para ¨¦pocas de crisis como la presente, por un imperativo "Viu el Bar?a". S¨®lo a partir de la introducci¨®n de ese nuevo y revolucionario aparato conceptual en el alma asociativa barcelonista se podr¨¢ recuperar ese alma, actualmente desganada, en las filas del Camp Nou.
Y s¨®lo a partir de ese momento, que comenzar¨¢ ma?ana, en que 100.000 gargantas privilegiadas decidan volver a las esencias del idioma (que es la patria de Goytisolo y de algunos m¨¢s), podr¨¢n a partir de ahora los madridistas recobrar el agridulce sabor de la alternancia en las derrotas y las victorias. Si ma?ana no se refunda el Bar?a a trav¨¦s de la refundaci¨®n del grito inici¨¢tico y movilizador, el Madrid seguir¨¢ pensando que disputa la Liga con nadie.
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