Woody Allen combina en 'Cr¨ªmenes y delitos' sus diversos modelos de filmes

Fuera de concurso se proyect¨® ayer en la secci¨®n oficial de la Berlinale la ¨²ltima pel¨ªcula de Woody Allen. Su reciente selecci¨®n para competir en los oscars aument¨® la habitual expectaci¨®n que despiertan las obras del cineasta neoyorquino. Cr¨ªmenes y delitos gust¨® en general, pero no pareci¨® entusiasmar. Combina en ella Allen varios de los tipos y modelos de pel¨ªculas que viene realizando desde hace a?os y que amenazan con convertirse en clich¨¦s.

Antes de Cr¨ªmenes y delitos se present¨® en competici¨®n el filme h¨²ngaro Condenado a muerte, que merecer¨ªa para s¨ª mismo ese t¨ªtulo sino estuviese ya muerto. No es una pel¨ªcula, no alcanza esa dignidad. Es s¨®lo celuloide torpe, sin un solo destello de oficio ni de imaginaci¨®n. No hablar¨ªamos de esta pel¨ªcula -este comentarista se march¨® con otros de la sala a la hora de proyecci¨®n- si fuera un caso aislado, un simple error. Pero no lo es. Hay varios casos cercanos a ¨¦ste, casi bajo m¨ªnimos profesionales, cuya visi¨®n es humillante para cualquier profesional del periodismo cultural, en la selecci¨®n oficial de la Berlinale 90, que es la peor de los ¨²ltimos a?os.Las preguntas que siguen est¨¢n en boca de muchos comentaristas acreditados: ?qu¨¦ mirada irresponsable es responsable de la selecci¨®n de estos engendros?, ?que incompetente ha elegido tales incompetencias?, ?es que Hungr¨ªa, Suiza e Italia tienen que estar representadas aqu¨ª al precio que sea, por decisi¨®n pol¨ªtica previa, aunque los filmes que las representen sean una burla para quienes tenemos el deber de informar acerca de ellos y una verg¨¹enza para las filmatograf¨ªas de donde proceden?. Preguntas que se contestan por s¨ª solas.

El maestro Allen se repiti¨® ayer una vez m¨¢s. No ahonda en sus conocidas obsesiones sino que las calca envejecidas de su frescura y fertilidad inicial. Cr¨ªmenes y delitos se ve bien, es ligera de factura, contiene una mezcla aceptablemente rimada y dosificada de otros buenos ¨¦xitos del cineasta, pero va siempre a la zaga de ellos.

Es Cr¨ªmenes y delitos una obra muy irregular, con cosas inteligentes y divertidas pero con otras torponas e inexpresivas -hay una serie de flash-back literalmente penosos- que, como casi. todo lo ¨²ltimo de este cineasta, puede dar y de hecho da gato por liebre, es decir, enga?a al espectador c¨®mplice, adicto o simplemente desprevenido-.

No es un filme malo, porque una obra as¨ª no es imaginable en un hombre de la inteligencia de Allen. Pero, precisamente porque su autor tiene talento, deber¨ªa ser m¨¢s de lo que es. Estos flash-back, m¨¢s la elementalidad de las especulaciones de moralista aficionado que derrocha Allen en el filme, son de pronto compensados por uno de sus brillantes chistes y el espectador perdona. No es ¨¦ste un buen sistema, es oportunismo cinematogr¨¢fico.

Para alegrar esta l¨²gubre cr¨®nica reproduzcamos algunos de estos chistes. Dice Woody a un colega: "Yo prefiero Dios a la verdad.

Creer en Dios es un lujo". Dice Woody a su amiguita: "Ten cuidado con ese tipo. Es de los que te leen tus derechos antes de violarte". Dice Woody a su mujer: "Lo nuestro fue amor a primera vista. Debi¨¦ramos habemos mirado por segunda vez antes de casarnos. Hoy hace un a?o que decidiste que no volviera a meterme en tu cama. Lo recuerdo porque era el cumplea?os de Hitler y desde hace un a?o en la ¨²nica mujer en la que he penetrado es la estatua de la Libertad". Sabrosas guindas de un pastel bastante soso.