Ensayo prometedor y triunfo de Espa?a ante Checoslovaquia, un rival de entidad
ENVIADO ESPECIAL Espa?a realiz¨® un m¨¢s que prometedor ensayo ante Checoslovaquia, un rival de entidad, y un p¨²blico, el alicantino, que est¨¢ a dieta de f¨²tbol de calidad desde hace varias temporadas. Pero, a pesar de la victoria, la selecci¨®n espa?ola sigue siendo un equipo extra?o y que, posiblemente, refleja hasta la personalidad de su t¨¦cnico, Luis Su¨¢rez -es decir, la del si, pero no-, y que, adem¨¢s, pone de manifiesto las secuelas de una posguerra en los progenitores de los seleccionados. Cuando el pelarg¨®n y la leche en polvo ya son alimentos de museo, en Espa?a es dif¨ªcil entender c¨®mo sus futbolistas siguen siendo casi pesos plumas. Y, claro, ante la fuerza f¨ªsica hay que utilizar la imaginaci¨®n y la picard¨ªa. A Espa?a le sobran esas cualidades, pero hay que poner todav¨ªa en tela de juicio si ser¨¢n suficientes para caminar con garbo y salero por Italia. De momento, ya ha conseguido algo: meter el miedo en el cuerpo a ?scar Tab¨¢rez, el seleccionador de Uruguay -encuadrado en el mismo grupo-, que anoche estuvo en el estadio Rico P¨¦rez.
Tab¨¢rez dijo a los periodistas algo muy importante: que Espa?a tiene esquema. Y no minti¨®. La selecci¨®n tiene algo especial, un armaz¨®n de juego quiz¨¢ no definido a la perfecci¨®n, pero sus jugadores se conocen, se llevan bien y no buscan el lucimiento personal. Necesitan un l¨ªder y Su¨¢rez todav¨ªa no lo ha encontrado porque ni Mart¨ªn V¨¢zquez ni Michel quieren o pueden asumir ese papel.
Ayer, ante Checoslovaquia, una selecci¨®n que tambi¨¦n estar¨¢ presente en Italia y que, adem¨¢s, ser¨¢ rival de Espa?a en la fase de clasificaci¨®n del Campeonato de Europa de Suecia 92, Su¨¢rez quer¨ªa ganar, quedar bien ante la afici¨®n y, de paso, aumentar su cotizaci¨®n ante los dirigentes federativos, que le regatean tinos cuantos millones de su contrato. Sabedor del sistema de juego checoslovaco, aline¨¦ a dos centrales, G¨®rriz y Sanchis, con la misi¨®n de sujetar a las dos torres adversarias de la vanguardia y con el manto protector del fino Andrin¨²a. Coloc¨® a sus dos habituales cerebros, Michel y Mart¨ªn V¨¢zquez, junto a Roberto, con el auxilio de Chendo y Villarroya, dos aut¨¦nticos trotones. Y delante, pues... los de siempre, los enanitos del bosque, Manolo y Butrague?o.
Control dificultoso
Espa?a control¨® el encuentro desde principio, pero con enormes dificultades para superar a la poblada -cinco hombres- y fornida defensa checoslovaca. Por eso, la mayor¨ªa de sus disparos se produjo desde fuera del ¨¢rea. Hab¨ªa que buscar el pase al hueco y aprovechar la ratoner¨ªa de Manolo y Butrague?o, pero el terreno de juego y el bote vivo del bal¨®n -Michel se quej¨® de ello- impidieron ligar jugadas espectaculares, aunque bien es cierto que Zubizarreta, salvo en una ocasi¨®n, fue un mero espectador m¨¢s de la contienda.
El premio a la constancia ten¨ªa que llegar. Manolo aprovech¨® a la perfecci¨®n un servicio del siempre sacrificado Roberto, rompi¨® las cinturas de cemento de los checoslovacos y marc¨® un gol espectacular, que levant¨® de las gradas a los espectadores del Rico P¨¦rez, poco acostumbrados ¨²ltimamente a alegr¨ªas de ese tipo.
Lo que sucedi¨® despu¨¦s del descanso ya no habr¨ªa que evaluarlo con la misma frialdad. Los dos t¨¦cnicos, Su¨¢rez y Venglos, movieron sus banquillos y el encuentro quiz¨¢ perdi¨® fuste, pero no emoci¨®n. Y es que todos quieren viajar a Italia. Los Rafa Paz -debutante- y compa?¨ªa pusieron muchas m¨¢s ganas que los checoslovacos, que acusaron el esfuerzo de tener sus competiciones paradas por los rigores invernales. La meta de Stejstal pas¨® por verdaderos momentos de apuro y los goles casi se cantaron. Pero las gradas tambi¨¦n enmudecieron cuando en las postrimer¨ªas del encuentro Moravcik fue claramente derribado en el ¨¢rea de Zubizarreta. El penalti no fue considerado como tal por el colegiado suizo y el ensayo acab¨® as¨ª felizmente en el marcador. Ahora el pr¨®ximo compromiso es frente a Austria, el cuadro del sevillista Polster, el 28 de marzo, muy posiblemente en el estadio malague?o de La Rosaleda.
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