Sordi: "Un h¨¦roe no es c¨®mico"
El actor italiano habla del personaje que muestran sus 178 pel¨ªculas
Los personajes de Alberto Sordi, actor italiano que ha aparecido en 178 pel¨ªculas, son humanos porque reflejan a hombres reales. ?l lo explica mejor: "Nunca se r¨ªe uno del h¨¦roe, del santo o de los hombres de una pieza. No son c¨®micos. Pero uno sonr¨ªe siempre con el que se esconde o con el que se las arregla". Sordi, que est¨¢ en Madrid para la fiesta inaugural de la cadena de televisi¨®n Telecinco, se las ha arreglado muy bien para seguir siendo, despu¨¦s de 40 a?os, un actor de enorme popularidad en su pa¨ªs, reflejo del car¨¢cter tragic¨®mico del italiano y, sobre todo, del romano.
Sordi, de 70 a?os, se defini¨® ayer con una an¨¦cdota, que cont¨® con tranquilidad, sin excesos gestuales, con aire de cansado por tener que interpretar en p¨²blico, como tantas otras veces, el papel de soltero en permanente estado de noviazgo: "Hace poco conoc¨ª a una chica a la que acompa?¨¦ a su casa; abri¨® la puerta su abuela, que dijo al verme: 'Alberto, otra vez t¨² por aqu¨ª...".Los periodistas le hicieron de nuevo preguntas sobre su solter¨ªa y sobre el matrimonio. ?l respondi¨® seriamente una vez -"siempre he preferido ser novio"- y otra tratando de hacer una gracia -"durante los noviazgos todo iba bien, pero cuando llegaba el momento de la firma y el sello, yo saludaba y me iba"-.
Sordi habl¨® tambi¨¦n de su otra pasi¨®n, y record¨® que siempre quiso ser actor y vivir del cine. Todav¨ªa ahora contin¨²a agregando t¨ªtulos a su filmograf¨ªa. El ¨²ltimo, una versi¨®n de El avaro de Moliere. "Este proyecto se amolda al estilo propio de mis pel¨ªculas, que refleja la realidad de la vida", dice. "Aunque est¨¢ ambientado en el XVII, dibuja un momento de progreso econ¨®mico del que se puede hacer una traslaci¨®n a la actualidad".
Los recursos c¨®micos de Sordi llamaron la atenci¨®n en los cincuenta, pero pronto se descubri¨® que detr¨¢s de ellos se escond¨ªa un hombre de aut¨¦ntico talento, capaz de reflejar una galer¨ªa de personajes variopintos, dotados del poder del humor, que han llegado a dominar en la historia del cine italiano: "Lo que le dir¨ªa a ese italiano medio que tanto he representado es que aprenda a reconocer sus faltas en los personajes con defectos que interpreto, y despu¨¦s a remediarlas".
Mientras trataba de convertirse en actor, los modelos de Alberto Sordi no eran los c¨®micos, sino los her¨®icos. "Cuando empec¨¦", dice, "me daba aires de grande imitando a Gary Cooper o Clark Gable, pero pronto comprend¨ª que tendr¨ªa que ser seriamente actor conform¨¢ndome con ser un actor c¨®mico, que es lo que se me daba. Uno tiene que ser uno mismo en la vida".
Sordi, que ha trabajado con De Sica, Fellini o Comencini, entre otros muchos, ha conseguido casi siempre a?adir una ternura especial a sus actuaciones c¨®micas. Su escuela fue el teatro y all¨ª aprendi¨® a medirse midiendo las reacciones emocionales del p¨²blico. "Las escuelas sirven de base para los que no saben del tema o para los que quieren hacer una carrera como actor", dice. "Pero, para m¨ª, para el estilo de los papeles que desempe?o, de c¨®mica iron¨ªa, hay otra gran escuela, que es la del teatro ligero. All¨ª uno se cambia, se maquilla, improvisa... y percibe las reacciones inmediatas del p¨²blico, las que te ense?an la verdad que hay delante".
Babelia
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