La persecuci¨®n de Hilary
La custodia de una ni?a norteamericana, centro de una disputa judicial entre dos continentes
Hilary es el nombre de una ni?a norteamericana de siete a?os de edad que se ha convertido en el centro de una de las batallas legales m¨¢s pol¨¦micas de la historia de Estados Unidos. Su madre la envi¨® secretamente a Nueva Zelanda para evitar, seg¨²n ella, que su ex esposo pudiera molestarla sexualmente. Su negativa a revelar ante el juez el paradero de su hija le result¨® cara: 25 meses de c¨¢rcel por desacato al tribunal. Hilary ha aparecido ahora en Nueva Zelanda, y la lucha por su custodia se ha desplazado hasta aquel lejano pa¨ªs."Elizabeth es una desequilibra da", ha declarado el m¨¦dico Eric Foretich, padre de Hilary, al referirse a su ex esposa, que fue quien le acus¨® en 1985 de abusar sexualmente de su hija. Foretich, que ha rechazado siempre todas las acusaciones de su mujer, tambi¨¦n m¨¦dica, se ha desplazado ahora hasta Nueva Zelanda, donde un jurado local debe decidir sobre qui¨¦n recae la custodia final de la ni?a.
La peque?a Hilary se halla refugiada en un motel de la localidad neozelandesa de Christchurch, en compa?¨ªa de sus abuelos matemos, Antonia, de 75 a?os, y William Morgan, de 79. Su vida era normal hasta que la polic¨ªa llam¨® a la puerta de sus abuelos el pasado viernes.
Su padre hab¨ªa logrado dar con ella despu¨¦s de seguir su rastro por San Francisco, Nueva York (EE UU), Toronte, (Canad¨¢) y Plymouth (Inglaterra) con la ayuda de detectives privados y de un abogado londinense. Poco despu¨¦s de localizar a su hija, Foretich, que ha invertido una fortuna en la b¨²squeda, denunci¨® el caso a las autoridades locales, quienes deben decidir sobre la custodia de la ni?a.
La historia de Elizabeth Morgan y, de su hija Hilary ha ocupado en numerosas ocasiones las primeras p¨¢ginas de los peri¨®dicos norteamericanos. Elizabeth Morgan pas¨® 25 meses entre rejas en una penitenciar¨ªa federal por no querer revelar el paradero de su hija, despu¨¦s de admitir ante un juez que hab¨ªa escondido a Hilary con la intenci¨®n de que su ex esposo no abusara sexualmente de ella durante las visitas semanales a las que ¨¦ste ten¨ªa derecho.
El juez Herbert B. Dixon pidi¨® a Morgan pruebas de sus acusaciones, y al no obtenerlas pidi¨® a la madre que permitiera a su ex esposo visitar a la ni?a, tal y como hab¨ªa sido pactado en la separaci¨®n matrimonial. Morgan se neg¨® y fue enviada a prisi¨®n, hasta que el pasado mes de enero recobr¨® la libertad. "Prefiero estar en la c¨¢rcel a que Hilary sufra ning¨²n abuso", declar¨® mientras se hallaba encarcelada.
El pasado jueves, Elizabeth consigui¨® un primer permiso judicial y recuperar su pasaporte, que le fue retenido cuando fue encarcelada. As¨ª podr¨¢ viajar a Nueva Zelanda para poder participar en el juicio que decidir¨¢ el futuro de su hija y con ello el esperado desenlace de la historia de Hilary.
'Jack el Destr¨ªpador'
Eric Foretich ha declarado que es "un buen padre" y que est¨¢ cansado de que la Prensa lo presente como "un Jack el Destripador" sin que existan pruebas legales de que haya abusado de su hija.
Foretich ha explicado que desea que un equipo de expertos determine qu¨¦ tipo de custodia es la mejor para Hilary, aunque no ha ocultado que su mayor felicidad ser¨ªa que su hija "regrese a casa [Great Fafis-Maryland] lo antes posible".
Los abuelos de la ni?a, mientras tanto, han declarado que Hilary se encuentra perfectamente en Nueva Zelanda; que ha soportado sin problemas de afectividad la separaci¨®n de sus padres y que su vida escolar es normal y s¨®lo se ha visto alterada por la llegada de decenas de periodistas de todo el mundo a la localidad de Christchurch.
La abogada nombrada por el tribunal familiar de Nueva Zelanda que intervendr¨¢ en el caso, ha asegurado que la ni?a . est¨¢ bien y contenta".
Alejada de la Prensa
Isabelle Mitchel ha declarado que su principal preocupaci¨®n es mantener a Hilary alejada de la Prensa y comprobar que todo se hace para su beneficio, "porque ¨¦se es el ¨²nico inter¨¦s de la justicia neozelandesa".
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