Isabelle Adjani

Isabelle Adjani no estaba en Par¨ªs cuando el lunes fue designada mejor actriz francesa de los a?os ochenta por la Academia de las Artes y T¨¦cnicas del Cine. Poco antes hab¨ªa preparado sus maletas para viajar a Hollywood. Entre las cosas que la actriz se lleva,el traje de Dior dise?ado por Gianfranco Ferr¨¦ que lucir¨¢ a fines de este mes en la gala de los Oscar. Adjani es la ¨²nica actriz no norteamericana nominada este a?o para el Oscar a la mejor interpretaci¨®n femenina. Su papel en la pel¨ªcula Camille Claudel le da muchos puntos, pero para conseguir el trofeo tendr¨¢ que derrotar nada menos que a Michelle Pfeiffer y Jessica Lange.Isabelle Adjani, la gran revelaci¨®n femenina del cine franc¨¦s de los a?os ochenta, no est¨¢ hecha de seda y perfume. Adjam es una luchadora. Hace casi un a?o y medio, al poco de estallar en Argelia la explosi¨®n de ira juvenil conocida como la revuelta. de la s¨¦mola, la actriz se plant¨® en la capital del pa¨ªs magreb¨ª y, en vaqueros y cazadora de cuero, areng¨® a los estudiantes a continuar su combate por la democracia. "Yo no pod¨ªa callarme", dijo entonces la actriz, quien denunci¨® el silencio de Francia y de los franceses.

Las entonces a¨²n muy susceptibles autoridades argelinas se indignaron por este gesto. ?Qu¨¦ hac¨ªa una francesita d¨¢ndoles lecciones pol¨ªticas a ellos, los l¨ªderes del Frente de Liberaci¨®n Nacional, los h¨¦roes de la independencia? Olvidaban que Adjani es una beurette, una muchacha nacida en Francia de padre argelino que no reniega de: sus or¨ªgenes y sigue aspirando a la libertad y la justicia en el mundo ¨¢rabe.

El pasado a?o, Adjani gan¨® un premio C¨¦sar por su interpretaci¨®n de la escultora Camille Claudel en la pel¨ªcula del mismo nombre. A la hora de recoger el trofeo, la actriz no verti¨® lagrimitas. Se limit¨® a leer un texto y anunciar antes de desaparecer de la escena: "Acaban de escuchar un fragmento de los Vers¨ªculos sat¨¢nicos, de Salman Rushdie. Gracias por su atenci¨®n".

Pero no s¨®lo eso. Isabelle Adjani compareci¨® en enero de 1987 en las pantallas de televisi¨®n, a petici¨®n propia, para desmentir los rumores existentes acerca de la posibilidad de que hubiera contra¨ªdo el s¨ªndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y denunciar la campa?a de calumnias de que estaba siendo objeto. "Es monstruoso que se llegue a considerar hoy que la enfermedad es un crimen, en lo que concierne al SIDA, y tener que explicarse sobre ello".

Camille Claudel, que compite tambi¨¦n por el Oscar a la mejor pel¨ªcula extranjera, es una criatura de Adjani. La actriz es su int¨¦rprete y coproductora, y ella convenci¨® a G¨¦rard Depardieu para que aceptara el papel del protagonista masculino. Con Camille Claudel, Adjani ha conquistado en los ¨²ltimos meses el coraz¨®n de los espectadores norteamericanos. La pel¨ªcula ha conseguido salir del limitado circuito de peque?as salas intelectuales para acceder al gran p¨²blico. "Los norteamericanos", ha dicho estos d¨ªas Adjani, "son gentes muy positivas. Si afirmas tu energ¨ªa, caen seducidos".

Ya lo hab¨ªa previsto Fran?ois Truffaut, el director que en Adele H. dio a Adjani su primera gran oportunidad: "Francia es demasiado peque?a para esta muchacha. Est¨¢ hecha para el cine americano". Adjani, que pronto cumplir¨¢ 35 a?os, afirma: "Francamente, a medida que pasa el tiempo tengo menos ganas de ser desgraciada". ?sa es su filosof¨ªa.