Luis de Pablo y Vicente Molina Foix armonizan diferencias en 'El viajero indiscreto'

Una ma?ana de sol, Vicente Molina Foix confes¨® en una de tantas universidades de verano esa ambici¨®n que muchos escritores no se atreven a reconocer: a ¨¦l le hubiese gustado ser libretista de ¨®pera. Su confesi¨®n fue recogida por o¨ªdos atentos, y d¨ªas despu¨¦s el compositor Luis de Pablo le pregunt¨® si su deseo era verdad. C¨®mo no: nada menos que ver encarnado lo escrito sobre un escenario, y enredado en la m¨²sica de uno de los m¨²sicos espa?oles de nuestro tiempo. A?os despu¨¦s de aquel pacto de artistas, el lunes se estrena en el teatro de la Zarzuela de Madrid El viajero indiscreto, ¨®pera encargada por Cultura que combina la m¨²sica lunar de De Pablo y el gusto barroco de Molina Foix.

El escenario de esta, entrevista a tres bandas es el ¨¢tico soleado de Luis de Pablo en el Madrid m¨¢s castizo de los posibles, tan milagrosamente silencioso que se escucha a distancia el peculiar timbre de la puerta, una delicada y breve composici¨®n que el d¨ªa de ma?ana habr¨¢ que incluir en sus obras completas. No hace mucho que ha llegado el cronista, y en la habitaci¨®n de al lado el compositor rega?a, malhumorado, a una periodista de radio que le pide que lleve una maqueta de la ¨®pera -esto es, una muestra- a una entrevista que han de celebrar por la tarde. "Mire usted se?orita, usted me est¨¢ hablando como si yo fuese un rockero, y no tiene nada que ver. Ya estoy viendo lo que va a ocurrir". (Pausa). "S¨ª, ya s¨¦ que est¨¢ usted haciendo su trabajo..." Suena el timbre-composici¨®n, llega el libretista."Luis me dio libertad plena", dice Molina Foix en un momento adelantado de la conversaci¨®n, "hasta el punto de que yo creo que hubiese podido escribir un sainete de costumbres y no hubiese protestado". (De Pablo se r¨ªe, como asintiendo, aunque tambi¨¦n es cierto que De Pablo ;es particularmente amable, salvo cuando se enfada.) "Acept¨¦ que era un trabajo al servicio de una obra global, algo que me gustaba mucho hacer, y me permit¨ª introducir unos juegos que hac¨ªan juego con el pasado porque sab¨ªa que iban con los conceptismos musicales de cosas antiguas y orientales que s¨¦ que le gustan a Luis". (Luis asiente).

Aunque De Pablo conoc¨ªa la obra de Molina Foix -gran parte de las paredes de este ¨¢tico pintado en colores de guarder¨ªa est¨¢n ocupadas por libros- opina que precisamente su diferencia como artistas es la que puede aportar riqueza a la obra, como ha sucedido en momentos hist¨®ricos; de la ¨®pera. "Yo he respetado el libreto, y los ¨²nicos cambios han sido gobernados por el desarrollo musical". Y De Pablo desarrolla una n¨ªtida explicaci¨®n sobre lo que son el tempo y el tiempo en una composici¨®n musical. "Imaginemos un se?or y una se?ora en una conversaci¨®n que es el germen de una relaci¨®n amorosa; el tempo de la m¨²sica de esa escena ha de ser lento si la escena es seria y no bufa, lo mismo si sale un personaje que explica sus deliquios m¨ªsticos cuando fue monja. Pero se pueden acumular lentitudes, y entonces es necesario adelantar o retrasar una escena".

Molina Foix, que supo escribir breve, pues el canto alarga mucho la palabra, no sabe de d¨®nde le vino la imagen esencial del contraste entre el Pasado y el Futuro que es el motor de la obra.