Argentina, sin esperanza
La hiperinflaci¨®n y la falta de perspectivas econ¨®micas conducen al que fuera granero del mundo al abatimiento colectivo
En el otrora granero del mundo ha entrado la hambruna. Pero el enemigo principal de la estabilidad social y pol¨ªtica no es el hambre, sino una hiperinflaci¨®n que acaba en pocos d¨ªas con los salarios, destruye la moneda y sume en la rabia y la impotencia a casi todo un pa¨ªs, que ve que lo que percibe por la venta de su fuerza de trabajo no le llega para cubrir sus necesidades. Se palpa la ira en las calles de la city porte?a, donde unos pocos han sabido adaptarse a la situaci¨®n y hacen sus negocios en medio de la crisis a base de una especulaci¨®n financiera que no genera un solo puesto de trabajo. Se indignan, a su vez, los enfermos en las farmacias al no encontrar las medicinas que buscan con desesperaci¨®n, porque los laboratorios las retienen en espera de una nueva subida. Y crece el odio hacia los comerciantes que remarcan los precios, a mayor velocidad incluso que la que sube el d¨®lar.
En la terraza del caf¨¦. La Biela, a lado del cementerio de La Recoleta en Buenos Aires, la crisis s¨®lo se percibe en los temas permanentes de conversaci¨®n en torno a las mesas y el continuo asedio de pobres que piden limosna. En ese caf¨¦: se concentran senadores de la Rep¨²blica y psicoanalistas desocupados, por que a sus clientes ya no les llega la guita (pasta) para pagar la consulta, periodistas y agentes de Dios sabe qu¨¦ servicios secretos prometedores diputados y gatos de lujo, mujeres que ponen precio a su compa?¨ªaEn una mesa del caf¨¦, Rosendo Fraga, uno de los analista m¨¢s l¨²cidos de la derecha argentina, explica que "con un ciento por ciento de inflaci¨®n al mes hay riesgo de violencia. Con un dos cientos por ciento la situaci¨®n se hace incontrolable". Seg¨²n Fraga, un experto en temas militares, con la tasa de inflaci¨®n actual, "la dirigencia tiene 15 d¨ªas para encarar la crisis", y a?ade que "tendr¨¢n que actuar r¨¢pido, para que en 15 d¨ªas se mantenga el protagonismo civil. A partir de esa fecha el protagonismo pod¨ªa ser militar".Tutelaje militarNo cree Fraga que -vaya a producirse en Argentina un golpe cl¨¢sico, y se inclina m¨¢s bien a pensar en una especie de bordaberrizaci¨®n, concepto importado del otro lado del r¨ªo de la Plata, en recuerdo del presidente uruguayo Juan Mar¨ªa Bordaberry que a principios de los setenta gobern¨® en Uruguay bajo tutelaje militar. Esta perspectiva, de un gobierno con un presidente civil, controlado por los militares, aparece en muchos de los an¨¢lisis que se hacen hoy d¨ªa de la situaci¨®n argentina.
La cuesti¨®n, seg¨²n Fraga, es saber "qui¨¦n ser¨¢ el bordaberrizador, C¨¢ceres o Seineld¨ªn". El general de divisi¨®n Isidoro C¨¢ceres es el jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito y exponente del llamado sector u?apintada, en pugna intema con los militares carapintadas, que tienen como l¨ªder al coronel en reserva Mohamed Al¨ª Seineld¨ªn, protagonista de un amotinamiento contra el Gobierno constitucional del presidente radical Ra¨²l Alfons¨ªn.
Unas mesas m¨¢s all¨¢ de la de Fraga se resta importancia a la crisis . Un periodista reconoce que "vamos camino de latinoamericanizarnos, pero aqu¨ª no va a explotar nada, porque con la carne que se agarra en el tacho (cubo) de basura de Mac Donalds, en la calle Lavalle, hay todav¨ªa m¨¢s calor¨ªas que en toda Etiop¨ªa. Con los restos de restaurante que hay al lado de mi casa todav¨ªa morfan (comen) 50 familias tipo". Hay algo de cierto en las palabras del periodista: son muchos los que buscan comida en los cubos de basura.El diario Sur public¨® estos d¨ªas un reportaje sobre "los resteros de la noche porte?a", que "recorren pizzer¨ªas y restaurantes para alzarse con las sobras". Susana, una mujer de 33 a?os con seis hijos, dice que "con los bonos (vales de unas 1.000 pesetas que reparte el Gobierno entre los menesterosos) no duramos ni una semana", y explica la t¨¢ctica de su trabajo: "Lo importante es conocer y saber en qu¨¦ momento tiran y sacan las cosas en cada boliche".
En la Argentina del pasado febrero, N¨¦lida, una maestra dependiente del Ministerio de Educaci¨®n, con 17 a?os de servicios, cobr¨® 226.000 australes de salario bruto, que, descontadas las cargas sociales, se quedaron en unos 180.000 australes (menos de 4.000 pesetas al cambio de esos d¨ªas). Sylvana, maestra con s¨®lo un a?o de servicios, que trabaja para el Gobierno de la provincia de Buenos Aires, lo tiene peor. Su sueldo neto en febrero fue de 112.000 australes (unas 2.500 pesetas). Los maestros se han sumado a otros grupos que est¨¢n en protesta casi permanente por su situaci¨®n. Las clases en las escuelas p¨²blicas no han podido iniciarse con regularidad tras las vacaciones porque los maestros est¨¢n en huelga.
Andrea Sorter, de 31 a?os, es m¨¦dica hemat¨®loga, est¨¢ casada con un fot¨®grafo y tiene dos hijos. Como otros miles de j¨®venes argentinos, Andrea piensa que ha llegado la hora de marcharse del pa¨ªs. A las puertas de los consulados de Espa?a e Italia se forman colas gigantescas de gentes, j¨®venes sobre todo, que tratan de recuparar la nacionalidad con la esperanza de poder volver y repetir, en direcci¨®n contraria, el camino que tomaron un d¨ªa sus padres o sus abuelos. El n¨²mero de los que desean marcharse es tan grande que hace d¨ªas se agotaron las libretas de pasaportes en las oficinas de Emigraci¨®n. Andrea se lamenta de que "la Embajada austriaca me pide 100 d¨®lares para nacionalizar a mi marido, y entre los dos no gananios ni 300. Trabajo 12 horas por d¨ªa y gano -sin ninguna seguridad- alrededor de 100 d¨®lares por mes, menos que la se?ora que cuida a mis chicos".
Explica Andrea que "un d¨ªa en el hospital municipal donde trabajo apareci¨® la clase media, y eso para m¨ª fue un shock. Pertenezco a la clase media y siento que, si me enfermo, yo tambien voy a estar ah¨ª, en un hospital en el que no hay nada para curar a nadie. No hay medicamentos, no hay quimioterap¨¦uticos".
Abandonar el pa¨ªs
Andrea es el testimonio palpable de la destrucci¨®n de la clase media argentina, devorada por la crisis. El soci¨®logo Manuel Mora y Araujo considera que la clase media es la m¨¢s afectada por la crisis, porque la alta burgues¨ªa puede mantenerse con una reducci¨®n de su estilo de vida, "en vez de dos veces a Miami, iran s¨®lo una". Para la clase media, la crisis significa atravesar un proceso de proletarizaci¨®n. Esto, en terminos sociol¨®gicos, supone un factor de desestabilizaci¨®n.
Andrea se pregunta "?por qu¨¦ me voy a quedar en este pa¨ªs?, ?qu¨¦ perspectivas les puedo ofrecer a mis hijos? Creo que el proyecto de pa¨ªs que hay aqu¨ª no es para 30 millones de habitantes, sino para tres: un mill¨®n que vive bien, dos que trabajan como esclavos y el resto estamos de m¨¢s".
En estas ¨²ltimas semanas la polic¨ªa tramitaba hasta 2.000 pasaportes cada d¨ªa. Son ya miles los j¨®venes argentinos que desean emigrar al extranjero. Otros m¨¢s sue?an con marcharse y comentan, con c¨ªnica iron¨ªa, "el ¨²ltimo, que apague la luz".
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