El arzobispo de Los ?ngeles busca voluntarios entre los religiosos para probar una vacuna contra el SIDA

Roger Mahoney, arzobispo cat¨®lico de la ciudad norteamericana de Los ?ngeles, ha pedido a los curas y monjas de su di¨®cesis que se presenten voluntarios para ensayar una posible vacuna contra el SIDA. La vacuna est¨¢ siendo investigada por un equipo dirigido por Jonathan Salk, creador de la primera vacuna contra la poliomielitis. La b¨²squeda de voluntarios entre los religiosos se debe a que se necesitan personas que tengan muy poco riesgo de contraer el SIDA. Una colaboradora de Salk ha dicho que el llamamiento es prematuro, y que, en todo caso, s¨®lo interesan las monjas.

Alexandra Savine, colaboradora de Salk, ha calificado de prematuro el llamamiento de Mahoney, que ha dirigido una carta a cada uno de los 2.900 religiosos de su di¨®cesis. Levine ha matizado, adem¨¢s, que en todo caso se necesitar¨ªan voluntarios entre las monjas, pero no entre los curas, ya que ¨¦stas no corren pr¨¢cticamente riesgo alguno de contraer el SIDA, cosa que no ocurre entre los sacerdotes.El llamamiento lo hicieron Mahoney y Brian E. Henderson, director de un centro de oncolog¨ªa de la Universidad del Sur de California, a primeros del pasado mes de febrero. El n¨²mero de voluntarios necesario es de 10. Se trata de un episodio m¨¢s en el pol¨¦mico proceso de desarrollo de la vacuna anunciada por Salk en la ¨²ltima conferencia mundial sobre el SIDA, celebrada el pasado mes de junio en Montreal. La vacuna de Salk, que en la actualidad tiene 75 a?os, no ha sido aprobada todav¨ªa para su ensayo en humanos. "Hab¨ªamos pensado en mandar cartas para buscar voluntarios entre los cl¨¦rigos", declar¨® Levine, "pero no pens¨¢bamos mandarlas hasta obtener todos los permisos necesarios".

Salk quiere ser el primero en inyectarse la vacuna, que ya se ha experimentado en animales. ?sta contiene virus del SIDA que han sido inactivados, pero persiste el riesgo de que personas seropositivas (que han estado en contacto con el virus aunque no presenten s¨ªntomas de la enfermedad) o sanas contraigan la enfermedad.

Mahoney, que se encuentra en Roma, no ha hecho comentario alguno tras aparecer la noticia en los medios de comunicaci¨®n. Un portavoz de su di¨®cesis se?al¨® el domingo que no se ha ejercido presi¨®n alguna sobre los cl¨¦rigos para que acepten ser voluntarios.

El tratamiento de Salk es del tipo que pretende potenciar elsistema inmunol¨®gico para hacerlo resistente al virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el SIDA. La vacuna se prepara quitando las prote¨ªnas de la cubierta a los virus del SIDA y convirti¨¦ndolos en no infecciosos por medio de la utilizaci¨®n de productos qu¨ªmicos y radiaci¨®n. Algunos expertos creen que existe el riesgo de que estos preparados est¨¦n contaminados por el virus del SIDA.

Permiso para 10

El producto se ha probado ya en 100 individuos infectados y la Administraci¨®n Federal para la Salud y la Alimentaci¨®n (FDA) ha dado permiso para probarla en 1.000 m¨¢s. El equipo de Salk ha pedido permiso para pasar a hacer pruebas en 10 individuos sanos que tengan muy poca probabilidad de adquirir la infecci¨®n, pero los funcionarios estatales no han respondido todav¨ªa. "Quer¨ªamos encontrar voluntarios que no tuvieran motivo alguno aparte del altruismo. De hecho busc¨¢bamos 10 monjas", declar¨® Levine. La ampliaci¨®n de la prueba tiene dos objetivos, obtener anticuerpos en grandes cantidades que luego podr¨ªan ser inyectados en enfermos de SIDA, y dar un paso m¨¢s en la consecuci¨®n de una vacuna para prevenir la enfermedad.

Por otra parte, al menos siete enfermos del SIDA tratados con el medicamento experimental dideoxinosina (DDI) han muerto por envenenamiento del p¨¢ncreas atribuible al medicamento. Las muertes se han producido tras la autorizaci¨®n, hace cinco meses, por el Gobierno federal, del uso de drogas experimentales en enfermos del SIDA. En Estados Unidos, 8.000 enfermos de SIDA reciben tratamiento de DDI, un medicamento que fabrica la compa?¨ªa Bristol Myers. El ¨ªndice de mortalidad en estos enfermos es m¨¢s de 10 veces el registrado en los ensayos cl¨ªnicos efectuados bajo control directo del fabricante.

Un alto funcionario del ministerio de Sanidad, Louis Sullivan, se ha limitado a se?alar que el uso de drogas experimentales conlleva un riesgo que los pacientes que las solicitan ya conocen.