Delicias subterr¨¢neas
Cuenta la filosof¨ªa popular algo as¨ª como que todo lo hace soportable la costumbre, pero yo pienso que quienes dec¨ªan esto no hab¨ªan conocido lo suficiente las delicias de la vida en la ciudad. Para aquellos que a¨²n no tienen el sentido del olfato embotado por la contaminaci¨®n de Madrid, no les pasar¨¢ inadvertido, ni siquiera bajo la fuerza de la costumbre, ni aunque con la mejor intenci¨®n del mundo hundan sus caras en el hueco del brazo, el pestilente aroma que las oscuras galer¨ªas de la l¨ªnea 1 del Metro despiden, de forma especial en el tramo Estrecho-Tetu¨¢n. Debe haber una infiltraci¨®n de cloacas, creo yo, pues no me cabe en la cabeza de d¨®nde proceder¨¢ semajante hedor.Una m¨ªnima medida higi¨¦nica para no tener que ver c¨®mo los usuarios del metro se tornan repentinamente l¨ªvidos y algunos contienen hasta la respiraci¨®n. Este tipo de medidas perentorias no figuraban en el precio del bono. Lamentablemerite, Madrid, en ciertos aspectos no tiene nada que envidiar a las cuotas de hacinamiento conseguidas antiguamente en las ciudades de la Inglaterra victoriana.-
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.