En las rodillas de don Inda
"Yo soy pol¨ªtico por razones biol¨®gicas. No puedo ser otra cosa despu¨¦s de haber estado 30 a?os en el exilio y de haber abandonado este pa¨ªs en un barco sentado en las rodillas de don Inda al t¨¦rmino de la guerra civil", dice Narc¨ªs Andreu refiri¨¦ndose a su alineamiento ideol¨®gico y recordando los tiempos junto a su padre, el te¨®rico socialista Josep Andreu Abell¨® y junto a Indalec Prieto, con quien se traslad¨® al exilio mexicano.Andreu recuerda ese pasado antifranquista desde la ni?ez. Es militante del PSOE, como no pod¨ªa ser menos, desde siempre. Le saca la cara buena al exilio "porque me permiti¨® formarme en Francia y estudiar en EE UU".
Es un hombre totalmente identificado con su empresa a la que, sin embargo, denomina "comefamilias". Est¨¢ en su despacho de nueve de la ma?ana a nueve de la noche. Ahora que cumple cinco a?os en el cargo, comenta que se trata de un ciclo casi biol¨®gico. Por un lado se?ala que "no esta cansado, pero casi" ya que son muchos los frentes de batalla de una empresa de esas caracter¨ªsticas y los fuegos que hay que apagar todos los d¨ªas. A pesar de lo cual, parece sentirse muy a gusto en el cargo. Tal vez ning¨²n presidente de Iberia se ha enorgullecido tanto como ¨¦l del puesto que ocupa y de la permanencia en el mismo. Quitando a dos generales que ocuparon la presidencia entre 1940 y 1962 y a Romero Gorr¨ªa, ninguno le ha superado desde la creaci¨®n de la compa?¨ªa de bandera en 1927.
Tambi¨¦n es uno de los m¨¢s veteranos presidentes de las compa?¨ªas europeas y ha alcanzado una profunda amistad con alguno de sus colegas como Bernard Attali, presidente de Air France, Heinz Ruhnau, de Lufthansa, con los que comparte confidencias y, ?qui¨¦n sabe?, si llegar¨¢ a compartir negocios.
Catal¨¢n de Reus ("desde que cerramos el aeropuerto apenas me hablan mis paisanos"), economista y diplomado en comercio, ocup¨® la presidencia del Banco de Cr¨¦dito Local antes de acceder a Iberia, a la que lleg¨® con el mandato de arreglar la casa.
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