El plan 'Brasil Nuevo' congela durante 18 meses todo tipo de dep¨®sitos bancarios
Entre el miedo y la esperanza, Brasil recibe los primeros embates del plan econ¨®mico puesto en marcha por el Gobierno del nuevo presidente, Fernando Collor, el pasado fin de semana y bautizado con el nombre de Brasil Nuevo, que ha desencadenado un aut¨¦ntico terremoto en la econom¨ªa del pa¨ªs.La medida m¨¢s fuerte es la congelaci¨®n por 18 meses de todo tipo de dep¨®sitos bancarios, incluidas las cuentas corrientes, y permitir s¨®lo la retirada de 50.000 de los ya viejos cruzados nuevos. Al salir de los bancos o cajas de ahorro, esos 50.000 cruzados nuevos quedan convertidos en cruceiros, la nueva moneda. El l¨ªmite permitido para retirar equivale a unas 100.000 pesetas. El llamado Plan Brasil Nuevo ha creado una nueva moneda con el nombre tradicional de cruceiro, que se cotiza uno a uno con los difuntos nuevos cruzados, vigentes hasta la toma de posesi¨®n de Collor. El problema es que los cruzados han desaparecido de la circulaci¨®n con las medidas del Gobierno de limitar la liquidez y acabar con la especulaci¨®n. Las plazas financieras han quedado pr¨¢cticamente secas por falta de moneda.
Los bancos abrieron ayer al mediod¨ªa, despu¨¦s de cinco d¨ªas de cierre, en medio de fuertes medidas de seguridad. No hab¨ªa mercado para el d¨®lar, pero se calcula que la cotizaci¨®n de la moneda norteamericana ha ca¨ªdo aproximadamente un 40% en estos cinco d¨ªas. Sencillamente, no hay cruceiros para comprar d¨®lares.
Dinero bloqueado
Las dimensiones del congelamiento son hist¨®ricas y se comparan con la reforma monetaria de la Rep¨²blica Federal de Alemania en 1948. Seg¨²n c¨¢lculos del Banco Central, el dinero que ha quedado bloqueado asciende a 85.000 millones de d¨®lares (9,4 billones de pesetas), que equivalen a un 30% del producto interior bruto (PIB) de Brasil. El presidente Collor estima que la cantidad retenida es todav¨ªa mayor, y habla de 115.000 millones de d¨®lares (12,7 billones de pesetas), lo que equivale a toda la deuda externa brasile?a. Collor justific¨® su plan de forma muy expresiva la noche del domingo en la Red Globo, que parece haberse convertido en el veh¨ªculo del presidente para comunicarse con el pa¨ªs. Dijo Collor: "Yo me vi en una selva con una sola bala en el rifle y no pod¨ªa errar al tigre desbocado que se apareci¨® de frente. El tigre era la inflaci¨®n".
Algunos comentan que el proyectil de Collor contra el tigre no fue una bala, sino un misil, dado el volumen de las medidas. Los cr¨ªticos favorables al plan argumentan que la t¨¢ctica seguida por Collor es la adecuada, porque "es mejor sacar la muela de una vez y no tirar de ella poco a poco durante mucho tiempo". Muchos reaccionan con desesperaci¨®n al ver congelados sus ahorros hasta dentro de 18 meses, y s¨®lo los recuperar¨¢n a partir de esa fecha, a plazos, con un inter¨¦s del 6% anual. Esa cantidad permite hoy apenas comprar una nevera.
La mayor¨ªa recibe con esperanza el plan y espera que la purga traiga un saneamiento de la econom¨ªa de Brasil. El temor ahora es que se produzca una fuerte recesi¨®n. Un editorial del conservador 0 Estado de Sao Paulo esbozaba el peligro de que el paciente pueda morir por una sobredosis en la medicaci¨®n. La mayor perplejidad se ha producido en la arterioscler¨®tica izquierda brasile?a, que se ha mostrado incapaz de articular una respuesta coherente al plan econ¨®mico de Collor.
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