Jorge Sempr¨²n: "No podemos quedar al margen de la carrera del audiovisual"
El desarrollo del decreto de ayudas al cine potencia la figura del productor profesional
?NGEL FERN?NDEZ-SANTOS La pasada semana apareci¨® en el Bolet¨ªn Oficial del Estado la normativa que desarrolla el decreto de Cultura regulador de las ayudas, estatales al cine, o decreto Sempr¨²n, aprobado por el Gobierno en agosto de 1989. Comienza con ¨¦l una nueva etapa del cine espa?ol, iniciada con un acuerdo entre los interlocutores de la profesi¨®n cinematogr¨¢fica reunidos en el llamado Comit¨¦ del Cine (Cuica), con quienes fue discutida esta letra peque?a del decreto. Para Sempr¨²n, "el cine espa?ol tiene algo propio que aportar al fen¨®meno expansivo de la cultura audiovisual, y Espa?a no puede quedar al margen de esta carrera hist¨®rica".
Para Jorge Sempr¨²n "es un buen s¨ªntoma que se hable cada vez menos de los problemas del cine. Eso quiere decir que estamos en una fase constructiva, pues la normalizaci¨®n de las cosas no genera noticias. El problema era ¨¦ste: ?c¨®mo poner en marcha un sistema de ayudas que no paralice al cine sino que contribuya a crear una industria que hoy no existe y que es indispensable para afrontrar el desaf¨ªo del enorme aumento del consumo audiovisual?.El primer paso era urgente darlo y ya est¨¢ dado".?C¨®mo, tras las divergencias, se lleg¨® a un acuerdo? "Los profesionales del cine", dice Sempr¨²n, "quedaron impresionados al comprobar que hab¨ªa voluntad en el Gobierno para llegar a una visi¨®n global de la pol¨ªtica audiovisual. Mi propuesta al Consejo de Ministros de que hiciera, a mediados de octubre, una declaraci¨®n de estar dispuesto a crear una pol¨ªtica global para el cine cre¨® en los medios profesionales la convicci¨®n de que trabaj¨¢bamos en serio y permiti¨® que pas¨¢ramos a los asuntos concretos: el desarrollo del decreto y el acuerdo con TVE -cuya discusi¨®n continuar¨¢ el d¨ªa 2 de abril- y otras medidas similares. Lo que significa el desarrollo del decreto es que hemos entrado en el terreno de los hechos".
Se deduce de este desarrollo que el productor ser¨¢ la figura clave del nuevo sistema de ayudas al cine. Pero al ser estas ayudas subsidiarias, el productor necesitar¨¢ dinero. ?De d¨®nde le llegar¨¢ ese respaldo financiero, ahora que el sistema se invierte y el Estado, en vez de primer financiador, se convierte en financiador complementarlo? "Yo creo que ahora", afirma Sempr¨²n, "las fuentes de financiaci¨®n -aparte de las ayudas que el Estado proporcione, que se mantienen en vol¨²menes similares a los precedentes- han de canalizarse a trav¨¦s de la figura del productor. El protagonismo que el director-productor, e, si se quiere el autor del filme, adquiri¨® como consecuencia del decreto del 84 era imprescindible cuando ¨¦ste se hizo, pero en la situaci¨®n actual el fortalecimiento de la industria exige la potenciaci¨®n del productor profesional".
"?Cu¨¢les ser¨¢n las fuentes de financiaci¨®n de ¨¦ste? Ante todo las que le lleguen de las cadenas de televisi¨®n p¨²blicas o privadas. Y el papel de los canales privados va a ser importante, positiva o negativamente, y cuando digo negativamente no me refiero a la cantidad de los filmes -que aumentar¨¢ en todo caso, porque los canales de televisi¨®n necesitan llenar muchas horas de programaci¨®n- sino en lo que respecta a la calidad de sus productos, que es otro asunto".
"La segunda fuente", prosigue Sempr¨²n, "es el capital privado y en primer lugar la banca. Para que esto ocurra hay que actuar en varios frentes: facilitar la inversi¨®n con incentivos fiscales; dar ideas que no dejen margen a la duda para persuadir a la empresa privada de que para ella puede ser tan ventajoso como invertir en la exposici¨®n Vel¨¢zquez hacerlo en el cine".
"Naturalmente", prosigue Sempr¨²n, "financiar el cine supone inversiones mucho mayores que las que requiere una exposici¨®n, por importante que sea, pero hay que mentalizar al sector privado de la rentabilidad de una inversi¨®n como ¨¦sta. Y a medida que esta persuasi¨®n arraige, es necesario darle cauce formando grupos de producci¨®n importantes y competitivos. En este marco, la figura del productor profesional se hace cada vez m¨¢s b¨¢sica. El productor artesano, esa figura entra?able, sigue siendo imprescindible, pero ha integrarse, para que su trabajo sea efectivo, en grupos de producci¨®n amplios, capacitados para abrir puertas en los mercados potenciales con que contarnos".
Una identidad en juego
?Puede Espa?a quedar al margen de la explosi¨®n del consumo audiovisual? "No, del consumo en ning¨²n caso. Nos envuelve a todos. La cuesti¨®n es si se contribuye a abastecer este consumo con productos propios o por el contrario quedamos a merced de lo que compremos a los dem¨¢s. Si as¨ª ocurriera, de donde Espa?a quedar¨ªa desamarrada es de un factor muy importante de la modernidad. De ah¨ª", a?ade Sempr¨²n, "que el problema sobrepase al cine como industria e incluso como cultura. El consumo de im¨¢genes seguir¨¢ aumentando, porque su crecimiento obedece a la presi¨®n de la evoluci¨®n hist¨®rica".
"La cuesti¨®n es que si nosotros no abastecemos esta sed de im¨¢genes -y cuando digo nosotros pienso en todos los europeos, pues las fronteras est¨¢n cayendo en este terreno antes de que caigan en el pol¨ªtico y el econ¨®mico- alguien lo har¨¢ en nuestro lugar. Este consumo no es una elecci¨®n, sino una imposici¨®n. Hay que estar por ello dentro de la carrera del audiovisual, pues de que estemos o no en ella depende no s¨®lo la suerte de una industria cultural sino nuestra propia identidad cultural".
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