El fiscal pide siete a?os de prisi¨®n para cuatro "ertzainas' acusados de colaborar con ETA

La Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional mantuvo ayer su solicitud de siete a?os de prisi¨®n en el juicio de cuatro ex miembros de la Ertzantza, acusados de colaboraci¨®n con el comando Araba de ETA Militar, y asegur¨® que dos de ellos no cumplen los requisitos para acogerse a las medidas de reinserci¨®n social, tal como han solicitado.

Los cuatro procesados rechazaron todos los cargos que les imputa el fiscal pese a admitir que sus declaraciones ante la Guardia Civil, la Ertzantza y el Juzgado de Instrucci¨®n las realizaron en presencia de abogados.El ertzaina Jos¨¦ Miguel Suezkum Sanz fue acusado por la fiscal¨ªa de haber alojado en su domicillo, a partir de 1984, a los l?berados de ETA Soledad Iparraguirre Goenechea, Angelines, y Jos¨¦ Javier Arizcuren Ruiz, Andr¨¦s, mientras realizaban diversos atentados, y de haber captado para la organizaci¨®n a Santos Berganza Cendegui y Jesus Guergue G¨®mez, miembros, como ¨¦l, de la Unidad de Tr¨¢fico de la Ertzantza.

Berganza, seg¨²n el fiscal, ofreci¨® su vivienda como "piso de seguridad" para ETA e inform¨® a la organizaci¨®n de los movimientos de un jefe del Ej¨¦rcito, de dos militares y un inspector de Polic¨ªa. En noviembre de 1985, Berganza, Guergue y Federico Fern¨¢ndez de Jauregui, -este ¨²ltimo tambi¨¦n procesado y miembro de la Ertzantza-, se entrevistaron con el dirigente etarra Santiago Arr¨®spide Sarasola, Santi Potros, en Francia.

Seg¨²n la fiscal¨ªa, Potros encomend¨® a Jes¨²s Guergue informaci¨®n sobre el domicilio de un militar residente en Lardero (La R¨ªoja) y a Fern¨¢ndez de J¨¢uregui que hiciese un buz¨®n para comunicados de la banda terrorista. En julio de 1985 Suezkurri, Guergue y J¨¢uregui se desvincularon de la organizaci¨®n, aunque Santos Berganza continu¨® ocultando y prestando apoyo a los miembros del comando Araba.

Los cuatro procesados negaron todas las acusaciones de la fiscal y adujeron que las declaraciones ante la Guardia Civil o la Ertzantza fueron obtenidas bajo torturas y coacciones. Suezkum admiti¨® haber dado alojamiento a Angelines y Andr¨¦s "sin saber que eran de ETA" y denunci¨® haber recibido amenazas de uno de sus compa?eros para que reconociera los hechos "ya que si no, detendr¨ªan a mi mujer". Berganza denunci¨® torturas y asegur¨® que hab¨ªa intentado tirarse por una ventana.

Estas denuncias fueron contradichas por dos guardias civiles y dos miembros de la Ertzantza que participaron en los interrogatorios.