Garnacho no logra introducir ni una sola propuesta

Manuel Garnacho no ha conseguido en este congreso introducir ni una sola de sus propuestas, tan s¨®lo alguna enmienda, pese a que ha sido sin duda el delegado m¨¢s activo en el debate ya que la federaci¨®n de construcci¨®n, que dirige, es la ¨²nica que ha presentado textos alternativos a todas las ponencias. Sin embargo, no se siente derrotado, aunque si a?ora otros congresos donde hubo muchas m¨¢s voces discordantes. Garnacho considera que se est¨¢ empobreciendo la reflexi¨®n colectiva por el hecho de que "los delegados traen como ¨²nico mandato decir s¨ª a Nicolas". "Yo pienso", a?ade, "que ¨¦l no quiere eso".El dirigente de la construcci¨®n considera que no corre ning¨²n, riesgo de que le corten la cabeza porque cuneta con el respaldo de su federaci¨®n, donde las decisiones se adoptan por un m¨¦todo pr¨¢cticamente asambleario. "Yo he tenido batallas dur¨ªsimas en este sindicato, como aquella en contra del Acuerdo Nacional de Empleo (ANE)", afirma, "y nunca me han podido pillar por indisciplina ni se me ha llevado a la comisi¨®n de conflictos porque he cumplido y respetado todos los acuerdos confederales".

En esta ocasi¨®n. el objetivo de sus cr¨ªticas no ha sido, corno ocurri¨® en el congreso de 1980, su viejo enemigo Jos¨¦ Mar¨ªa Zufiaur, quien no tiene una secretar¨ªa ni responsabilidades concretas, sino uno de sus hombres, Jos¨¦ Manzanres, secretario de formaci¨®n en funciones. En la ronda de consultas celebrada con Redondo, Garnacho le comunic¨® que si Manzanares vuelve a presentarse la construcci¨®n le va a dar un voto de castigo. La raz¨®n argumentada es que "ese hombre ha demostrado en los ¨²ltimos cuatro a?os que es indigno de dirigir una organizaci¨®n obrera".