Subproducto er¨®tico
Para muchos consumidores de pel¨ªculas, el cine s¨®lo es un almac¨¦n de im¨¢genes y sensaciones sensuales, cuando no marcadamente er¨®ticas e incluso decididamente pornogr¨¢ficas, lo que se reduce en el fondo a una cuesti¨®n de l¨ªmites legales, por lo que productos como Orqu¨ªdea salvaje, que suscitan en general la ira de los cr¨ªticos y de los espectadores exigentes, a esos aficionados entusiastas les supone, en cambio, una fuente evidente de satisfacciones y alegr¨ªas.Orqu¨ªdea salvaje no merecer¨ªa demasiada atenci¨®n por sus m¨¦ritos intr¨ªnsecos de no ser porque la publicidad intenta presentarla desde el ¨¢ngulo m¨¢s favorable, poniendo todo el acento en la presencia de Mickey Rourke -un actor enormemente desigual, capaz de lo peor y de lo mejor, y muy mal aconsejado en los ¨²ltimos tiempos- y de Jacqueline Bisset. Esta es sin duda la verdadera ra¨ªz del problema. Hace s¨®lo unos a?os hubiera sido f¨¢cil y c¨®modo etiquetar este filme -en cuyo reparto s¨®lo habr¨ªan figurado actores desconocidos o especializados en ese sector, desde luego- con una infamante S. Con esta letra, supremo invento de la Administraci¨®n espa?ola, se designaban los productos soft (esto es, caracterizados por un erotismo suave y delicado en el que los actos sexuales se representaban ante la c¨¢mara con todo lujo de matices, gestos y gemidos, aunque sin llegar a la ¨²ltima consecuencia biol¨®gica), y todo habr¨ªa quedado muy claro sin m¨¢s.
Orqu¨ªdea salvaje (Wild orchid)
Producci¨®n: Mark Damon y Tony Anthony, para Vision (EE UU). Gui¨®n: Zalman King y Patricia Louisiana Knop. M¨²sica: Geoff MacCormak y Simon Goldenberg. Im¨¢genes: Gale Tattersall. Direcci¨®n: Zalman King. Int¨¦rpretes: Mickey Rourke, Jacqueline Bisset, Carr¨¦ Otis y Assumpta Serna. Estreno: Arag¨®n, Espa?a Cinema, Excelsior, Lido, Imperial y D¨²plex.
De todas maneras, incluso en la ¨¦poca dorada de esa curiosa modalidad cinematogr¨¢fica, una estrella de la magnitud internacional de Rourke se hubiera abstenido de intervenir en un proyecto tan endeble como ¨¦ste, por una m¨ªnima consideraci¨®n de dignidad.
Jacqueline Bisset tambi¨¦n tiene una clase indiscutible que hubiera hecho aconsejable su ausencia de esta pel¨ªcula, y la nueva actriz joven, Carr¨¦ Otis ha elegido esta v¨ªa equivocada para promover su carrera, aunque todav¨ªa le falta mucho camino por recorrer.
Orqu¨ªdea salvaje es un subproducto er¨®tico que intenta llegar algo m¨¢s all¨¢ de las fronteras resbaladizas establecidas para este g¨¦nero sin ning¨²n valor est¨¦tico que lo redima, enormemente desigual y con un relato disparatado, m¨¢s bien nulo, m¨¢s all¨¢ de? atractivo fis¨ªco de sus int¨¦rpretes y de una fotograf¨ªa y m¨²sica relamidas que no son relamidas que no son demasiado recomendables por s¨ª mismas .
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