Lazos, cepos y venenos esquilman las grandes especies espa?olas
Galicia es la comunidad que peor gestiona su fauna
M¨¦todos de captura crueles y acient¨ªficos contin¨²an siendo utilizados habitualmente en la mayor parte de nuestras zonas rurales ante la pasividad de las administraciones aut¨®nomas. Osos, lobos, linces, ¨¢guilas imperiales, pierden anualmente importantes efectivos en este tipo de matanzas. El caso m¨¢s flagrante es el de Galicia. La llegada al Museo de Ciencias Naturales de Madrid de un lobo muerto con un lazo, encontrado en una carretera de Lugo, ha puesto de nuevo en auge la pol¨¦mica.
El bi¨®logo Borja Heredia retornaba apaciblemente de sus vacaciones de Semana Santa en tierras gallegas cuando le pareci¨® ver, en medio de la carretera del puerto del Poyo (Lugo) un perro atropellado. Al acercarse pudo comprobar, sorprendido, que en realidad se trataba del cad¨¢ver de un notable ejemplar de lobo ib¨¦rico, macho, de unos 35 kilogramos de peso y aproximadamente ocho a?os de edad.En el maletero de su coche lo transport¨® hasta el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, con el objeto de estudiarlo y practicarle la autopsia. Aqu¨ª se ha constatado que el animal previamente hab¨ªa ca¨ªdo en un lazo, tipo de trampa ilegal habitualmente usada en muchas de nuestras zonas rurales, para la captura de las mal llamadas alima?as. Se sospecha que adem¨¢s pudiera encontrarse envenenado con estricnina.
Un lazo suele estar hecho de alambre de grosor mediano, cierra mediante un nudo corredizo sobre alguna extremidad del animal y se emplaza en un paso habitual para la fauna, atado por el extremo opuesto a un tronco de ¨¢rbol la otro accidente del terreno. En. el caso de este lobo gallego, la presi¨®n del lazo hab¨ªa llegado al hueso del animal, encontr¨¢ndose a punto de fractura una de sus patas delanteras. Los sufrimientos de cualquier animal atrapado en un lazo son pat¨¦ticos, con agon¨ªas que pueden durar hasta varios d¨ªas o terminar en la amputaci¨®n de la extremidad trabada.
Lazos, cepos y venenos est¨¢n prohibidos por todas las directivas europeas, concretamente por el Convenio de Berna. Seg¨²n Juan Carlos Blanco, bi¨®logo con dilatada experiencia en carn¨ªvoros: "se calcula que cada a?o mueren un Espa?a cerca de 80 lobos en lazos y cepos". Pero tambi¨¦n han ca¨ªdo en estas trampas al menos tres osos de los 90 que subsisten en la Pen¨ªnsula as¨ª como una treintena de linces ib¨¦ricos, el carn¨ªvoro europeo en mayor peligro de extinci¨®n. En los ¨²ltimos 30 a?os m¨¢s de 665 linces han muerto en este tipo de trampas prohibidas, explica Miguel Delibes, director de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana.
En el caso concreto del lobo, todas las opiniones coinciden en que la comunidad que peor gestiona su conservaci¨®n, control e indemnizaci¨®n por da?os es la Xunta de Galicia. Su pol¨ªtica de indemnizaciones, calificada de nefasta, es la causa de numerosos problemas derivados. S¨®lo se pagan al ganadero los da?os producidos en la reserva nacional de Ancares, que representan el 1 % de todos los da?os loberos en Galicia. "Estas indemnizaciones se pagan hasta con cinco a?os de retraso, con lo que resultan absolutamente ineficaces". Los da?os totales de los lobos en Galicia est¨¢n estimados anualmente, seg¨²n un reciente trabajo del profesor B¨¢rcena, en unas 600 ovejas/cabras, 250 vacas y 400 caballos, con una valoraci¨®n estimada en torno a los 30 millones de pesetas.
Plaga vand¨¢lica
Existen fondos europeos dispuestos a ser utilizados en favor de las autoridades gallegas para cubrir estos da?os ganaderos: "pero ni siquiera se han solicitado". Se estima que en Galicia, sobrevive el 34% de los efectivos de lobos en Espa?a. Por otra parte, la vand¨¢lica plaga de incendios en la regi¨®n ha exterminado, junto con sus masas forestales, las principales zonas de corzo y jabal¨ª, que constitu¨ªan una fuente de alimento para los lobos.En contraste, la comunidad asturiana es calificada de "mod¨¦lica" en cuanto al manejo de sus lobos, ya que otorga indemnizaciones generosas (cada a?o se pagan unos 20 millones de pesetas) y efectua un control cient¨ªfico de las poblaciones cuando ¨¦stas aumentan excesivamente de n¨²mero. Las actuaciones individualistas o an¨¢rquicas contra el lobo son perseguidas con rigor.
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