Chamorro confirma a Humberto Ortega al frente del Ej¨¦rcito nicarag¨¹ense
El milagro se hizo realidad ayer en el estadio Rigoberto L¨®pez P¨¦rez, de Managua, Daniel Ortega, de 45 a?os, un jefe de Estado con pantalones vaqueros y camisa roja con las mangas arremangadas, hijo de a revoluci¨®n sandinista, entregaba a las 11.56 (19.56, hora peninsular espa?ola) la banda presidencial a Violeta Barrios, una se?ora vestida de blanco y con muletas, hija de la burgues¨ªa progresista y viuda de Pedro Joaqu¨ªn Chamorro, asesinado por la dictadura somocista. La nueva presidenta convoc¨® a todos los nicarag¨¹enses a que vivan con j¨²bilo el retorno triunfal de la paz y dio la mejor muestra de su deseo de reconciliaci¨®n al confirmar al n¨²mero dos de la jerarqu¨ªa sandinista, Humberto Ortega, hermano del anterior presidente, como jefe del Ej¨¦rcito."Hemos llegado a la tierra prometida", asegur¨® la nueva jefa de Estado, que inicia una era hist¨®rica en su pa¨ªs, con muchas sombras sobre su ambicioso y optimista proyecto de paz y progreso. Violeta Barrios de Chamorro pidi¨® "que no ruja m¨¢s la voz del ca?¨®n", as¨ª como que todos los conflictos en Centroam¨¦rica "se resuelvan por la v¨ªa del di¨¢logo y de la ley".
Cuatro ser¨¢n los pilares de su Gobierno: la consolidaci¨®n de las libertades democr¨¢ticas, la recuperaci¨®n econ¨®mica, la reducci¨®n de las desigualdades y el impulso al esp¨ªritu de reconciliaci¨®n, tras una guerra que ha costado 50.000 vidas y cuya acta de defunci¨®n a¨²n no tiene todos los sellos. La confirmaci¨®n de Humberto Ortega promete crispar los ¨¢nimos de los 10.000 combatientes de la Contra actualmente en territorio nicarag¨¹ense y que te¨®ricamente deber¨¢n haber entregado todas sus armas antes del 10 de junio.
El cardenal arzobispo de Managua, Miguel Obando y Bravo, el gran mediador en el di¨¢logo de paz, inici¨® esta gran fiesta de la democracia con un discurso eminentemente pol¨ªtico en el que dio lecciones a los gobernantes y asegur¨® que la democracia nunca podr¨¢ alcanzarse sin un verdadero esp¨ªritu de reconciliaci¨®n. La prosigui¨® Daniel Ortega, m¨¢s mitinero que nunca, el cual reivindic¨® las conquistas revolucionarias del sandinismo y acus¨® de agresi¨®n a Estados Unidos.
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