Una mirada impasible
Hace cuatro a?os, Adelheld Streidel, esta extra?a mujer vestida de blanco, de grandes ojos oscuros sobre Ojeras malvas y lacia cabellera negra, fue condenada por pir¨®mana en el pueblo de Bad Ncuenahr, una pintoresca localidad situada a unos 20 kil¨®metros de Bonn.Enfermera, de 42 a?os, divorciada, vive con su padre y una hermana bajo cuya tutela se encuentra desde el incidente piromaniaco para el que, entonces al igual que ahora, no ha sabido nunca dar ninguna explicaci¨®n.
Los vecinos la describen como una mujer amable pero algo rara. Una mujer del pueblo, entrevistada por televisi¨®n, aseguraba ayer que Adelheid es una paranoica con man¨ªas persecutor¨ªas. "Durante un tiempo nos estuvo preguntando lo que hab¨ªa que hacer para comprar una pistola, aseguraba que la persegu¨ªan y la quer¨ªan violar".
El mi¨¦rcoles por la noche, sin embargo, su actuaci¨®n y su mirada no eran precisamente las de una pobre loca como algunos la calificaron ayer. Segura de s¨ª misma, impert¨¦rrita, con una sonrisa de triunfo, contemplaba impasible sentada en una silla, sobre el mismo estrado en el que se desangraba su v¨ªctima, el resultado de su acci¨®n.
La polic¨ªa todav¨ªa no se ha pronunciado sobre las motivaciones del crimen. "Las evidencias de que pueda tratarse de un atentado pol¨ªtico son muy leves", indic¨® lac¨®nicamente Reinhard Fisher, jefe de la polic¨ªa de Colonia. Todo lo que se sabe es que ella sigue diciendo que no sabe porque lo hizo. La polic¨ªa asegura que las medidas de seguridad eran impecables, Incluida una revisi¨®n a fondo del polldeportivo en busca de bombas. El miembro del servicio de seguridad que la acompa?¨® personalmente para que pudiera acercarse al candidato tampoco sospech¨® absolutamente nada de la supuesta admiradora.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.