La pol¨¦mica de la amnist¨ªa

"Voy a otorgar una amplia e incondicional amnist¨ªa para todos los delitos pol¨ªticos, comunes y conexos". Esta frase de Violeta Chamorro en su discurso de toma de posesi¨®n ha suscitado una curiosa pol¨¦mica. El texto oficial dec¨ªa "presos pol¨ªticos y comunes conexos", pero el lapsus de la presidenta ha sacado a la calle, para exigir que cumpla su promesa, a muchos familiares de quienes est¨¢n en la c¨¢rcel por robo, violaci¨®n u otros delitos que nada tienen que ver con la guerra civil."Tal vez no oyeron muy bien", aseguraba el jueves Miriam Arg¨¹ello, presidenta del Parlamento, para intentar explicar lo que s¨®lo puede explicarse como fruto del nerviosismo de la presidenta durante el acto hist¨®rico del relevo. Las emisoras de radio sandinistas se han encargado de transmitir, por otra parte, que no es problema de o¨ªdo, sino de lengua. "La se?ora Chamorro no maneja el vocabulario pol¨ªtico", afirm¨® tambi¨¦n Arg¨¹ello en otro desafortunado intento de arreglar el desaguisado. Y dej¨® muy claro que "una amnist¨ªa s¨®lo puede cubrir delitos pol¨ªticos".

Los nicarag¨¹enses ten¨ªan ayer, sin embargo, cosas m¨¢s serias en las que pensar, empezando tal vez por el acta de defunci¨®n del servicio militar obligatorio, uno de los primeros decretos de la nueva presidenta, y el cambio de la cotizaci¨®n del c¨®rdoba, doblado con creces por el nuevo presidente del Banco Central, Francisco Mayorga. Ser millonario est¨¢ al alcance de cualquier indio que cultive el m¨¢s min¨²sculo de los ranchitos. Comer en el restaurante de un buen hotel ya cuesta por encima de los dos millones.