El Defensor del Pueblo investigar¨¢ directamente en los cuarteles las quejas de los soldados
El Ministerio de Defensa y el defensor del pueblo, ?lvaro Gil-Robles, firmar¨¢n en breve un acuerdo para fomentar la canalizaci¨®n a esa instituci¨®n de las quejas de soldados, o de los mandos, y facilitarle su investigaci¨®n directa. El pacto posibilitar¨¢ que el defensor entre en los cuarteles y pueda interrogar a los afectados y a los responsables de los hechos denunciados. El defensor repartir¨¢ 250.000 folletos a los reclutas para explicarles que pueden denunciar sus problemas, como sanciones injustas o novatadas, y tambi¨¦n les dar¨¢ conferencias con igual fin.
En el Defensor del Pueblo se prev¨¦ que los reclutas del pr¨®ximo reemplazo reciban los citados folletos en cada centro de alistamiento sobre el uso que pueden hacer de esta instituci¨®n para denunciar violaciones de sus derechos durante su permanencia en el ¨¢mbito castrense. Esto supondr¨¢ que el recluta que sufra una sanci¨®n que considere injusta, cualquier trato que estime degradante o sufra una novatada no tendr¨¢ ya necesariamente que tramitar su queja a sus superiores, sino que podr¨¢ acudir directamente al Defensor del Pueblo. Esta instituci¨®n har¨¢ hincapi¨¦ ante los reclutas de que permanecer en filas no supone p¨¦rdida de derechos como ciudadano, y garantizar¨¢ el anonimato del denunciante. Hasta ahora, el Defensor recib¨ªa la queja del soldado y ped¨ªa explicaciones a Defensa, que era quien investigaba los hechos, labor que ahora realizar¨¢ directamente esta instituci¨®n, con capacidad para interrogar a los presuntos culpables, aunque sean oficiales.La violaci¨®n de los derechos de los soldados constituye, un a?o m¨¢s, uno de los problemas sobre los que la memoria del Defensor del Pueblo da un serio aviso. Preocupaci¨®n prioritaria del informe de 1989 son las novatadas durante la mili, "que no s¨®lo atentan a la dignidad de la persona y suponen una grave desviaci¨®n de los fines del servicio militar, sino que, en muchas ocasiones, comportan lesiones de trascendencia, as¨ª como repercusiones ps¨ªquicas para el soldado que las sufre". El informe cita dos casos: Un recluta fue obligado a ingerir amoniaco por sus compa?eros de cuartel en el centro de Instrucci¨®n de Camposanto (C¨¢diz), por lo que fue hospitalizado y soport¨® "reiteradas coacciones e intimidaciones" en la Yeguada Militar de Jerez de la Frontera. Y otro soldado se vio forzado a ingerir lej¨ªa en el Arsenal Naval de Las Palmas de Gran Canaria, lo que origin¨® su ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos. Defensa sancion¨® a los culpables de la primera novatada, mientras que el segundo caso se encuentra a¨²n sometido a investigaci¨®n.
Prisiones militares
La Memoria de 1989 hace un exhaustivo repaso de las prisiones militares, y, recuerda que siete de ellas han sido cerradas tras la visita e informe cr¨ªtico del Defensor del Pueblo.
El informe da una serie de recomendaciones gen¨¦ricas sobre las prisiones militares. "Resulta prioritario modificar algunas diferencias existentes entre las dependencias destinadas a reclusi¨®n de soldados y a militares profesionales", ya que "los inmuebles destinados a soldados re¨²nen peores condiciones, en relaci¨®n a la habitabilidad y servicios, que los atribuidos al resto de los militares profesionales"." No s¨®lo es la configuraci¨®n de las celdas y su dotaci¨®n de mobiliario, sino tambi¨¦n la existencia para los oficiales de una serie de servicios complementarios (cocina propia, bar, etc¨¦tera) e incluso en algunos centros los soldados a diferencia de los oficiales, carec¨ªan de calefacci¨®n".
Tambi¨¦n se recomienda "mejorar las condiciones de algunas celdas de reclusi¨®n, destinadas fundamentalmente a soldados" y se hace menci¨®n a la falta de condiciones de algunas celdas de aislamiento, que en ocasiones carecen de luz exterior, dimensiones m¨ªnimas, etc¨¦tera. El informe critica la alta proporci¨®n de presos preventivos (44 de los 57 internos de Alcal¨¢ Henares; siete de los ocho de Melilla y 19 de los 21 de Ferrol). En este sentido, "parece aconsejable poner en libertad al preso preventivo al cumplir el m¨ªnimo de la pena para evitar posibles situaciones de injusticia si resulta absuelto". El informe se?ala que los internos, en muchas ocasiones, desconocen su situaci¨®n procesal y no est¨¢n debidamente clasificados.
La escasa asignaci¨®n para comida y su mala preparaci¨®n son queja generalizada. Tambi¨¦n se aprecia una notable ausencia de labores educativas, pese a la alta tasa de presos analfabetos, y de locales de trabajo y actividades recreativa. El informe censura que soldados de reemplazo por falta de contratados civiles hagan labores de cocina, limpieza, etc¨¦tera, en las prisiones.
El Defensor propone acabar con las restricciones a los permisos de salida y evitar las discriminaciones en favor de los suboficiales y oficiales en el r¨¦gimen de visitas y comunicaciones ¨ªntimas con esposas o allegadas, y permitir las llamadas telef¨®nicas a los internos. Otro punto que inquieta al Defensor son las sanciones disciplinarias, para las que se pide un mayor control y ponderaci¨®n, as¨ª como el cierre de las celdas de castigo. El Defensor, en este sentido, reclama un nuevo reglamento penitenciario m¨¢s acorde con la Constituci¨®n. A los numerosos soldados que se quejan de no poder recurrir jurisdiccionalmente las sanciones disciplinarias por faltas leves, el Defensor les recuerda que toda sanci¨®n disciplinarias impuesta por ¨®rgano administrativo militar que implique privaci¨®n de libertad, como son los arrestos, puede ser revisada por los jueces a trav¨¦s de la v¨ªa del recurso judicial.
Caballos particulares
Las quejas sobre las condiciones de prestaci¨®n del servicio militar son "importantes por su contenido, pero no por su n¨²mero". Los reclutas suelen mostrar su disconformidad con las obligaciones que les imponen sus superiores. As¨ª, existe la denuncia de que soldados de la unidad de equitaci¨®n y remonta del Ej¨¦rcito en Madrid se ven obligados a cuidar caballos particulares, que ja que se halla en investigaci¨®n.
Un m¨¦dico denuncia que en la mili tuvo que ejercer su profesi¨®n, sin retribuir, y pasar consulta diaria a los soldados. Y a varios soldados que se quejaron ante sus mandos por la falta de salubridad del antiguo parque de artiller¨ªa de Sevilla se les abri¨® por este hecho diligencias judiciales, cuyo sobreseimiento ha pedido ahora Defensa. La ¨²ltima queja en este sentido se refiere a la falta de higiene del comedor del cuartel general de la Armada, por la existencia de cubos de basura y roedores.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.