La sombra de la duda

La pol¨¦mica ha acompa?ado desde el primer momento los trabajos desarrollados por el equipo de Robert Gallo para determinar el origen del sida. Considerado oficialmente como codescubridor, junto con Luc Montaenier, del agente causal del s¨ªndrome de inmunodeficiencia humanason muchos los investigadores que dudan de la pureza cient¨ªfica de los trabajos de Gallo y consideran a Montagnier como el verdadero padre del VIH.A los pocos meses de que se descubrieran los primeros casos de sida, Gallo centr¨® sus trabajos en los virus HTLV, de la familia de los causantes de la leucemia. Montagnier, por su parte, inici¨® en enero de 1983 las investigaciones sobre un extra?o virus obtenido mediante una biopsia ganglionar practicada a un enfermo de sida. Cuatro meses m¨¢s tarde los investigadores franceses publicaron en la revista Science que habian identificado un retrovirus humano sospechosso de causar el sida. En la misma revista, Gallo sosten¨ªa que el probable causante del s¨ªndrome era el virus HTLV-1.

En septiembre de ese mismo a?o el Instituto Pasteur prest¨® una cepa de su virus al laboratorio de Gallo y en abril de 1984 los norte americanos anunciaron que hab¨ªan aislado un virus igual que el detectado por Montagnier, bautiz¨¢ndolo como HTLV-3. Unos meses m¨¢s tarde el enfrentamiento entre ambos investigadores se tradujo en una pugna entre Estados Unidos y Francia -representados por el Instituto Pasteur y el Departamento Federal de la Salud- por la comercializaci¨®n de las pruebas que detectan el virus.

El contencioso, conocido como "guerra de las patentes", se cerr¨® temporalmente tres a?os m¨¢s tarde, en 1987, cuando los gobiernos de ambos pa¨ªses firmaron un acuerdo en el que se reconoce la supremac¨ªa francesa en el descubrimiento del virus pero deja al tiempo perfectamente establecido que ha sido el trabajo de los dos equipos, en estrecha colaboraci¨®n hasta 1983, lo que permiti¨® llegar al aislamiento del virus (al que finalmente se decidio denominar con un s¨®lo nombre: VIH). Pero en enero de este a?o un subcomit¨¦ del congreso de Estados Unidos ha reabierto la controversia sobre qui¨¦n fue el descubridor del sida. Adem¨¢s del orgullo nacional vuelve a estar en juego a qui¨¦n le pertenecen las enormes ganancias que genera el sida . Los laboratorios tambien est¨¢n inmersos en otras batallas econ¨®micas: conseguir una vacuna y medicamentos eficaces.