Libelo antisartriano
Somos un grupo de estudiantes de la Universidad de San Luis que en estos momentos estudia la obra de Jean Paul Sartre. Por esta raz¨®n, cuando un compa?ero trajo a clase el art¨ªculo de Gabi Gleichinann (Ejemplaridad en la decadencia, EL PA?S, 16 de abril de 1990), nos quedamos todos verdaderamente perplejos ante una serie de afirmaciones que encierra dicho art¨ªculo.Por lo pronto, cuando el articulista habla de los "perversos arrebatos est¨¦ticos contra la novela de William Faulkner y John Dos Passos" por parte de Sartre, tenemos que suponer que se trata de una mala traducci¨®n, pues sabido es que Sartre sent¨ªa un gran entusiasmo por ambos novelistas norteamericanos y sus respectivas obras. Y si es as¨ª, entonces Glelchmann debi¨® escribir que Sartre se equivoc¨® en cuanto a su valoraci¨®n de estas obras, juicio, desde luego, no ya personal, sino personal¨ªsimo. Por otro lado, ?c¨®mo es posible que se acuse ah¨ª a Sartre de "fraternizar vergonzosamente con los alemanes" en el Par¨ªs ocupado, cuando siempre se ha dicho lo contrario? Si el se?or Gleichmann ha descubierto una fuente indudable que apoye su aseveraci¨®n tan grave, a usted, como responsable del peri¨®dico donde iba a aparecer semejante acusaci¨®n, le correspond¨ªa exigir la debida documentaci¨®n. Asimismo, llega el articulista a acusar a Sartre de estar con los fuertes y contra los d¨¦biles, as¨ª contradiciendo "un verdadero compromiso en sentido sartriano", pero nada dice de su apoyo a la causa argelina, de sus disputas con el Partido Comunista precisamente, porque no apoya sus tendencias estalinistas, de su lucha a favor del pueblo vietnamita y de los estudiantes en el sesenta y ocho.
La verdad es que este art¨ªculo le hace un flaco servicio a su peri¨®dico. Al leer en la rese?a biogr¨¢fica del autor que es de origen h¨²ngaro, se entienden f¨¢cilmente las razones subjetivas que le impulsan a escribir desde la pasi¨®n en contra de quien comparti¨® un pensamiento ideol¨®gico ajeno a Gleichmann. Lo que no es tan comprensible es que EL PA?S se prestara a publicar un art¨ªculo que, entre omisiones, insinuaciones, falsedades y falso final elogioso, desvirt¨²a a un ser humano de indudable valor hist¨®rico.- y 14 firmas m¨¢s.
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